Introducción: Se estima que la pérdida de peso en el momento del diagnóstico del paciente oncológico oscila entre 15-40% y que entre el 40-80% de los pacientes se desnutren durante el curso de la enfermedad La malnutrición se asocia a un deterioro de la función muscular e incremento de las complicaciones, lo que conlleva una mayor morbimortalidad en estos pacientes. También puede alterar la tolerancia y la respuesta a los tratamientos. Además, prolonga la estancia hospitalaria, aumenta el riesgo de interrupciones del tratamiento y acorta la supervivencia Por ello, es prioritario realizar una adecuada valoración del estado nutricional para detectar a aquellos pacientes con un mayor riesgo, con el fin de iniciar un tratamiento nutricional preventivo.

Objetivos: Detectar a los pacientes con riesgo de desnutrición y desnutridos mediante cribado nutricional en el momento del diagnóstico del proceso oncológico, en nuestro hospital.

Métodos: Se ha realizado cribado nutricional a los pacientes en el momento de la primera visita a oncología, previo al inicio de cualquier tratamiento oncológico. Método de cribado: SNAQ. Número de cribados: 203 desde julio hasta diciembre de 2023.

Resultados: El 35,5% de los cribados fueron positivos. Las neoplasias malignas digestivas y de pulmón son que presentaban mayor pérdida de peso inicial (por encima de 6 kilos en el 80% de estos). Con cribados negativos, la patología que destaca es el cáncer de mama (66 pacientes). A pesar de la pérdida de peso que habían presentado algunos pacientes al diagnóstico, menos del 50% de la muestra fue derivado a nutrición al inicio de la quimioterapia.

Conclusiones: El riego de desnutrición y la desnutrición en el paciente oncológico siguen siendo olvidados, a pesar del conocimiento que hoy día tenemos sobre los beneficios de la mejora del estado nutricional en la respuesta a los tratamientos y en la disminución de la morbimortalidad.