La disfagia es frecuente en pacientes con esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y, en muchos casos, requiere la colocación de una gastrostomía endoscópica percutánea (PEG). Se trata de una intervención consensuada con el paciente, pero el momento óptimo para su realización es controvertido. Es necesario evaluar indicadores clínicos y bioeléctricos que permitan guiar la toma de decisiones. Realizamos un estudio observacional prospectivo de pacientes con ELA atendidos en la unidad multidisciplinar de nuestro centro. Se recopilaron datos clínicos y funcionales con la escala ALSFRS-R y con bioimpedancia eléctrica. Para el análisis estadístico se utilizaron pruebas t-Student y modelos de regresión para evaluar la variación de los parámetros en el tiempo. Se incluyó a 240 pacientes (45% mujeres) con una edad media de 65 años y un tiempo medio de seguimiento de 16,85 meses. 176 pacientes presentaron ELA tipo espinal y 65 bulbar, en 20 y 14 de los cuales, respectivamente, se colocó la PEG. El tiempo transcurrido desde el inicio de los síntomas hasta el diagnóstico fue 1,01 (DE 0,93) años y hasta la colocación de la PEG de 1,11 (DE 0,94) años más. El ALSFRS-R medio disminuyó de 36,50 (9,32) en la 1.ª visita a 31,67 (8,72) en la consulta previa a la PEG (p < 0,01). Los pacientes con PEG presentaron variaciones significativas desde la 1.ª a la última visita: ALSFRS-R -8,75, p < 0,001; masa muscular -1,58, p < 0,001; masa grasa +2,95, p < 0,001; masa celular corporal 1,95, p < 0,001, y ángulo de fase -0,59, p < 0,001. Tras la colocación de la PEG, 24 pacientes fallecieron, con una media de supervivencia de 1,02 años (DE 0,86). La colocación de PEG es una decisión compleja, por lo que suele realizarse en fases avanzadas. En nuestra cohorte los pacientes presentan una caída significativa del ALSFRS-R y disminución de masa magra y del ángulo de fase. El seguimiento estrecho de estos indicadores puede ayudar a identificar el momento óptimo para esta intervención, mejorando así el soporte nutricional.