Objetivos: El disbalance entre la oferta y la demanda de órganos disponibles para trasplante, y el riesgo asociado a este tipo de técnicas quirúrgicas hace que aún hoy la edad avanzada se considere una contraindicación para el trasplante pulmonar. Nuestro objetivo es analizar nuestros resultados en receptores pulmonares mayores de 65 años.

Métodos: Se trata de un estudio cohortes retrospectivo en el que se incluyeron pacientes trasplantados de pulmón en nuestro centro entre 2015 y 2022. Se dividieron los receptores en dos grupos, el primer grupo entre 18 y 64 años y el segundo grupo &ge; 65 años. Se analizaron las características de los receptores, los datos intraoperatorios y los resultados posoperatorios. Para el análisis de supervivencia se utilizó el modelo de regresión de Cox y se consideró la significancia estadística con una p < 0,05.

Resultados: Se analizaron un total de 317 trasplantes pulmones, donde el 82,7% (262) estuvieron dentro del grupo de 18 – 64 años y el 17,3% (55) dentro del grupo de &ge; 65 años. Los receptores &ge; 65 años tenían más hipertensión arterial (39,6 vs. 24,4%; p = 0,031), dislipemia (39,6 vs. 21,6%; p = 0,009), recibieron en mayor proporción un injerto proveniente de donantes mujeres (43,6 vs. 24,4%; p = 0,004) y no hubo diferencias en cuanto al Lung Allocation Score (LAS) entre los receptores (mediana de 36 vs. 37; p = 0,802). No se encontraron diferencias en la supervivencia global a 1, 3 y 5 años después del trasplante, no se vieron diferencias entre ambos grupos, 87,6% en el grupo de 18 y 64 años vs. 88,9% en el grupo &ge; 65 años al primer año, 79,1 vs. 78,5% a los 3 años y 71,6 vs. 62% a los 5 años; p = 0,219. En cuanto a las complicaciones postrasplante (CLAD, rechazos agudos, complicaciones en la vía aérea, complicaciones en la sutura bronquial, disfunción diafragmática, terapia renal sustitutiva, etc.) tampoco se vieron diferencias entre ambos grupos.

Conclusiones: En nuestra serie, los resultados del trasplante pulmonar en pacientes mayores de 65 años son similares a los esperados en pacientes más jóvenes. La edad por sí sola no debería ser un factor limitante a la hora de indicar un trasplante pulmonar en pacientes con enfermedades respiratorias en sus fases más avanzadas.