326 - CARACTERIZACIÓN DEL TEJIDO ADIPOSO ABDOMINAL MEDIANTE ECOGRAFÍA EN PACIENTES CON SOBREPESO Y OBESIDAD
Clínica Universidad de Navarra, Pamplona.
Introducción: La OMS define sobrepeso y obesidad como acumulación excesiva de grasa perjudicial para la salud, asociada a enfermedades y a una disminución de esperanza y calidad de vida. La gravedad y distribución grasa son importantes para evaluar riesgo cardiometabólico. La ecografía del tejido adiposo abdominal podría distinguir compartimientos grasos y su relación con patología cardiometabólica.
Objetivos: Caracterizar compartimientos del tejido adiposo abdominal mediante ecografía en personas con sobrepeso y relacionarlos con variables antropométricas, analíticas y comorbilidades relacionadas con obesidad.
Métodos: Estudio retrospectivo y transversal en 104 pacientes con sobrepeso y obesidad en la Clínica Universidad de Navarra entre mayo 2023-abril 2024, midiendo el tejido subcutáneo y preperitoneal con ecografía.
Resultados: 104 participantes, 74% mujeres, de 46 ± 15 años, IMC 27,6 ± 3 kg/m2 y CUNBAE de 36,9 ± 5,7%, 57,6% sobrepeso, 49% intolerancia hidrocarbonada, 9,6% DM2, 59,6% insulinorresistencia, 20,1% HTA, 41,3% dislipemia con estatinas 24%, 4,8% SAOS y 9,6% hiperuricemia. Medidas promedio: tejido adiposo subcutáneo (TAS) 1,7 ± 0,7 cm, TAS superficial (TASs) 1 ± 0,3 cm, TAS profundo (TASp) 0,8 ± 0,3 cm, y tejido adiposo preperitoneal (TAP) 0,6 ± 0,4 cm. Medianas de cocientes: TASs/TASp 1,1 ± 0,6, TAP/TAS 0,3 ± 0,2, TASp/TAS 0,4 ± 0,1, TASs/TAS 0,5 ± 0,1. Correlaciones: positiva entre TAP/TAS y niveles de glucosa (r = 0,3; p < 0,01) y urato (r = 0,2; p < 0,01), negativa con metformina (r = -0,3; p < 0,01). Positiva entre TASs/TASp y niveles de triglicéridos (r = 0,3; p < 0,01), CUNBAE (r = 0,2; p < 0,01) y DM2 (r = 0,2; p < 0,05), negativa con SAOS (r = -0,2; p < 0,05).
Conclusiones: La ecografía del tejido adiposo abdominal sirve para diferenciar compartimientos grasos en personas obesas. Además de la relación TAP/TAS, el cociente TASs/TASp identificó pacientes con mayor riesgo cardiometabólico, correlacionándose significativamente con el CUNBAE, niveles de triglicéridos y la presencia de DM2.



