Caso clínico: Paciente masculino de 55 años, previamente sometido a cistectomía radical con reconstrucción tipo Bricker. Desarrolló un implante metastásico de gran tamaño en el músculo recto abdominal izquierdo, asociado a una eventración en la línea media. Se realizó una resección en bloque de la metástasis con márgenes amplios, seguida de una reconstrucción mediante técnicas Rives-Stoppa + hemiTAR izquierdo. Para cubrir un pequeño defecto en la línea media, se utilizó una malla PHASIX^®, interponiendo epiplón entre la malla y el sigma, con cierre plano posterior. Se empleó una malla Timesh^® como refuerzo en el plano intermuscular de Rives, respetando en todo momento la integridad de la reconstrucción tipo Bricker. Finalmente, se completó el cierre de la aponeurosis anterior, del tejido subcutáneo y de la piel, colocando un drenaje aspirativo entre ambas mallas. Previamente, se había planificado con el equipo de cirugía plástica un plan B consistente en un colgajo de gracilis, que no fue necesario.

Discusión: La reparación de la pared abdominal compleja continúa siendo un reto quirúrgico que requiere actualización constante e innovación. Lejos de ser una subespecialidad menor, la cirugía de pared abdominal exige la participación de equipos multidisciplinares y unidades de referencia especializadas. La planificación de la cirugía y la necesidad de contar siempre con un plan B resulta imprescindible en estos casos complejos y debe realizarse en coordinación con otras especialidades, como por ejemplo cirugía plástica. Las mallas utilizadas, PHASIX^® y Timesh^®, ofrecen ventajas relevantes, como la posibilidad de contacto directo con vísceras de forma puntual y la inducción de una fibrosis de alta calidad. A diferencia de las mallas biológicas, estas no generan seromas significativos y tienen un coste mucho menor. Además, PHASIX^® es una malla completamente reabsorbible pero previa generación de una fibrosis sólida, duradera y continente.