Introducción y objetivos: Las tiroiditis subagudas (TS) están descritas como una de las complicaciones más frecuentes secundarias a procedimientos diagnósticos y terapéuticos mínimamente invasivos tiroideos. Nuestro objetivo ha sido estudiar la aparición de TS inducidas por termoablación (TA) con MW, así como la posible afectación permanente a largo plazo en la función tiroidea.

Métodos: Incluidos 103 pacientes con NTB remitidos a TA. Valorada la función tiroidea (HT) previa al procedimiento, a la semana y en los meses 1, 3, 6 y 12. NTB tratados con sesión única de TA con MW con una potencia media de 20 W.

Resultados: 103 pacientes con registros de función tiroidea pre-TA (99 eutiroideos y 4 hipotiroidismo sc). Semana 1: 2 hipertiroidismos sc + 2 hipertiroidismos clínicos (AI preTA negativa, normalizados al mes, no necesidad de tratamiento). Mes 1: 1 hipertiroidismo sc (normalizado al 3º mes, no necesidad de tratamiento, AI preTA negativa). Mes 3: 1 hipotiroidismo sc (Normalizado en el 6.º mes, AI preTA negativa). Mes 6: 2 hipotiroidismos sc (mantenidos en el control a los 12 meses, AI preTA negativa). Mes 12: 2 hipotiroidismos sc (sin necesidad de tratamiento), 2 hipertiroidismos sc (de nueva aparición), resto eutiroideos. De los 4 hipotiroidismos sc preTA: 2 normalizaron función y 2 se mantuvieron. No relación disfunción tiroidea con acs, sonda (probe), power, tamaño y volumen.

Conclusiones: Precozmente, la TA con MW puede ocasionalmente inducir TS, por lo que se debe monitorizar las HT los primeros días tras TA y al menos 1 mes posterior. A largo plazo no hemos observado alteraciones significativas sobre la función tiroidea, por lo que además de conseguir reducciones reseñables de tamaño, la TA con MW constituye un método seguro para la función tiroidea.