La neurofobia es un término acuñado para describir el miedo que sienten algunas personas, especialmente estudiantes y profesionales de la salud, hacia las neurociencias y la neurología clínica. Este miedo a menudo se manifiesta como una dificultad para comprender y aplicar los conocimientos teóricos sobre el sistema nervioso a situaciones clínicas reales. Cabe destacar que las causas son variadas. Por ejemplo, la complejidad del sistema nervioso, que tiene como órgano central el cerebro y cuya estructura es compleja1,2.

Un estudio realizado a 512 estudiantes indica que la neurología es una de las especialidades más difíciles, seguida de la reumatología, y ocupa el tercer lugar en cuanto a menor conocimiento, después de la neumología y la psiquiatría3. En otra investigación con 131 estudiantes de Patología, se destacó que los pacientes neurológicos requieren tratamientos adicionales y atención especializada4. Además, otro estudio señaló que el 50% de los estudiantes consideró que el estilo de enseñanza en neurología podría influir en estas percepciones de miedo5.

Por ello, se debe tener en cuenta la necesidad de incorporar estrategias para reducir la neurofobia en las facultades de medicina. Pudiendo incluirse metodologías de enseñanza innovadoras, como métodos de enseñanza activos, así como la resolución de problemas y estudios de casos clínicos. Por otro lado, integrar la neurociencia en el contenido de las diferentes asignaturas, a fin de mostrar cómo se relacionan con otras áreas de la medicina. Asimismo, fomentar la práctica clínica temprana, promoviendo espacios de aprendizaje y fomentando la participación de los estudiantes con preguntas y otras inquietudes6,7.

En resumen, la neurofobia es un desafío entre los estudiantes de Medicina, pero puede superarse con un enfoque adecuado. Comprender sus causas y aplicar estrategias apropiadas permitirá formar profesionales de la salud más seguros en el manejo de enfermedades neurológicas.