Objetivos: La atención al final de la vida en determinados pacientes es una labor importante del Medicina Familiar y Comunitaria. 1. En ocasiones la incapacidad por parte del paciente terminal para tomar medicación oral, así como la presencia de determinados síntomas como pudieran ser vómitos, obnubilación, etc., nos obliga a pensar en otras alternativas, siendo la administración de fármacos para el control de síntomas por vía subcutánea mediante sistemas de infusión una muy buena opción. 2. Describir como utilizamos los fármacos por vía subcutánea para el control sintomático en pacientes terminales en nuestro centro de salud.

Metodología: Estudio descriptivo, transversal y retrospectivo. Pacientes con diagnóstico de cuidados paliativos que hubieran fallecido en los últimos dos años. De estos pacientes se seleccionan aquellos en los que se les administró fármacos por perfusión subcutánea. Se recogen las siguientes variables: edad, sexo, diagnóstico principal, motivo de utilización de la vía subcutánea, fármacos, tiempo de duración y motivo de retirada.

Resultados: Durante el periodo de estudio se contabilizaron 78 pacientes con el diagnóstico de cuidados paliativos. De estos se utilizó la vía subcutánea en 29 pacientes (37,1%). La edad media fue de 67 ± 12 años. Varones 20 (69%) frente a mujeres 9 (31%). El diagnóstico principal era: cáncer 21 (72,5%), demencia 5 (17%) enfermedad renal terminal 1 (3,5%) y AVC 2 (7%). El motivo principal de utilización de la vía subcutánea fue: imposibilidad de usar la vía oral 27 (93%), dolor 2 (7%). Por fármacos: cloruro mórfico 26 (90%), midazolam 27 (93%), hioscina 21 (72,5%), haloperidol 25 (86%). La combinación de los 4 fármacos se presentó en 17 pacientes (59%). El motivo de retirada fue: fallecimiento 27 (93%), hospitalización 2 (7%). El mantenimiento de la vía subcutánea fue de 9,2 ± 8 días.

Conclusiones: El uso de la vía subcutánea en nuestro estudio nos hace ver que va enfocado principalmente al control sintomático mediante la administración de fármacos sobre todo tras el fracaso de la vía oral en pacientes paliativos en sus últimos días de vida. Aunque este método tradicionalmente se ha utilizado en pacientes con cáncer en fase terminal, cada vez es más frecuente su uso en los últimos días de vida con otras patologías.

Bibliografía

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