Introducción y objetivos: La pandemia por COVID-19 ha tenido profundas repercusiones sobre el sistema sanitario. Aunque su repercusión directa sobre la patología endocrinológica es escasa queremos conocer como ha modificado la asistencia de los pacientes de nuestra especialidad.

Métodos: Durante el verano de 2020 remitimos a 125 Unidades de Endocrinología y Nutrición de hospitales españoles una encuesta con 14 preguntas para conocer qué modificaciones supuso la pandemia sobre la asistencia endocrinológica, cuales habían tenido mayor relevancia y las medidas que se adoptaron para paliarla.

Resultados: Respondieron 43 jefes de Servicio repartidos por toda la geografía española. El 85% de los servicios había destinado personal de endocrinología a la atención de la patología COVID, llegando a más del 50% del personal en casi la mitad de los servicios. En todos los casos se produjo un aumento de las consultas no presenciales, siendo el principal problema la escasa adecuación a esta modalidad de consulta por parte de algunos subgrupos de pacientes: 26/43 respuestas la consideraron nada adecuada para los trastornos de la conducta alimentaria, mientras que para la diabetes tipo 1 e hiperlipemias se consideraron muy adecuadas en 17/43 y 19/43, respectivamente. El 55% de los servicios consideraron que las medidas adoptadas consiguieron evitar un aumento importante de la lista de espera. Otra repercusión negativa se detectó en la formación postgrado, considerándose las más relevantes la repercusión sobre las rotaciones externas (19/43 respuestas) y estancias en el extranjero (25/43).

Conclusiones: La pandemia por COVID ha supuesto una importante sobrecarga de trabajo para los endocrinólogos. Las nuevas modalidades de teleasistencia han permitido, especialmente en algunos tipos de patología, que las repercusiones sobre la asistencia se amortiguaran. Las repercusiones no han sido únicamente asistenciales, sino que también han afectado a la formación de los profesionales.