Introducción: La obesidad es un factor de riesgo para la infección por COVID-19, al tiempo que confiere mal pronóstico en personas que desarrollan la enfermedad. La evidencia disponible hace referencia casi exclusivamente al IMC. Nuestro estudio pretende profundizar en cómo la composición corporal repercute en la infección por COVID-19.

Objetivos: Profundizar en el impacto de la composición corporal, en concreto de la masa grasa, y la infección por COVID-19.

Métodos: Participantes en el “Estudio de seroprevalencia de la Gerencia Territorial ICS Lleida, Alt Pirineu i Aran” realizado entre junio y julio de 2020. Participaron 252 pacientes (93 COVID-19 positivo y 159 controles), a quienes se realizó una impedancia bioeléctrica.

Resultados: Se trata de una población relativamente joven (media de 44 años), mayoritariamente de sexo femenino y con normopeso (media 23 kg/m²), sin observarse diferencias entre ambos grupos (COVID-19 positivo vs. controles). El 94,5% de los sujetos COVID-19 presentaron alguna sintomatología (cefalea 71,3%, fiebre 65,5%, fatiga 66,7%, mialgias 65,5% y disgeusia/anosmia 66,7%). Solo 3 requirieron ingreso hospitalario, ninguno en UCI. No observamos diferencias entre grupos (COVID-19 positivo y controles) en el IMC ni en el porcentaje de masa grasa total o masa grasa abdominal, ni en global ni por separado en hombres y mujeres. Finalmente, ningún componente de la composición corporal se relacionó de forma significativa con la infección por COVID-19.

Conclusiones: En una población con normopeso, no se confirma que el exceso de grasa corporal suponga un riesgo para la infección por COVID-19.

Agradecimiento: Beca Obesidad FSEEN 2020.