P-113 - CAPTACIÓN HIPERMETABÓLICA TIROIDEA COMO HALLAZGO INCIDENTAL EN LA TOMOGRAFÍA POR EMISIÓN DE POSITRONES CON 18-FLUORODESOXIGLUCOSA
Hospital Universitario de Salamanca, Salamanca.
Introducción: Con la generalización en la realización de tomografía por emisión de positrones con 18-fluorodesoxiglucosa (PET18FDG) para el estudio diagnóstico y seguimiento de procesos oncológicos, no es infrecuente la detección de lesiones hipermetabólicas tiroideas de forma incidental (incidentaloma). Hasta en el 50% de los casos se trata de lesiones malignas.
Objetivos: Identificar los casos de incidentaloma tiroideo tras PET18FDG diagnosticados en nuestro centro, a fin de evaluar su diagnóstico y tratamiento finales.
Métodos: Estudio retrospectivo y descriptivo de pacientes diagnosticados de incidentaloma tiroideo por PET18FDG en nuestro centro entre los años 2016 y 2024. Se analizaron datos demográficos, caracterización ecográfica de las lesiones (clasificación ACR-TIRADS), diagnóstico citológico (clasificación Bethesda) y tratamiento quirúrgico recibido, si lo hubo.
Resultados: Se estudiaron 16 pacientes diagnosticados de incidentaloma tiroideo, con una mediana de edad de 71 años (rango 50-71). Nueve pacientes eran mujeres y siete varones. El PET18FDG se realizó en el contexto de enfermedad oncológica, siendo de origen hematológico en 8 casos y de tumores sólidos (pulmón, mama, recto) en los otros 8. Las lesiones tiroideas presentaron un tamaño medio de 11,8 mm (DE ± 4,7) y un valor medio de SUVmax de 8,6 (DE ± 5,9). En la evaluación ecográfica, 7 pacientes presentaron lesiones TIRADS 3, 7 TIRADS 4 y 2 TIRADS 2. En la citología obtenida por PAAF, 7 pacientes fueron clasificados como Bethesda VI, 4 como Bethesda V, 3 como Bethesda III y 2 como Bethesda II. Se indicó tratamiento quirúrgico en 14 casos (87,5%): 11 pacientes fueron sometidos a tiroidectomía total y a 3 se les realizó una lobectomía tiroidea. De estos 3 últimos, dos presentaron carcinoma papilar y uno carcinoma folicular; a los se les indicó una segunda intervención para completar la tiroidectomía total. Dos pacientes no fueron intervenidos, uno por fallecimiento relacionado con su enfermedad hematológica y otro por tratarse de una lesión Bethesda II (benigna). En el análisis anatomopatológico final, 8 pacientes presentaron carcinoma papilar de tiroides (50%), 4 carcinoma folicular (25%) y 2 lesiones benignas (12,5%). De los 8 pacientes con carcinoma papilar, en 3 casos el tamaño no fue superior a 1c (microcarcinoma ni presentaban otros datos de pronóstico desfavorable. La incidencia global de malignidad fue del 75% (12 de 16 casos), superior a lo reportado en la literatura.
Conclusiones: 1. La consulta por lesiones tiroideas identificadas incidentalmente en un PET18FDG va en aumento conforme se generaliza el uso de esta técnica. 2. La tasa de malignidad en estos casos es alta, siendo en nuestra serie superior a la descrita en la literatura. 3. Aunque permite detectar lesiones malignas en estadio precoz potencialmente curables, no queda claro si esto también puede conllevar sobrediagnóstico y sobretratamiento, especialmente en pacientes de edad avanzada con microcarcinomas papilares.





