La Gestión del Talento Docente (GTD) es un paradigma organizativo que garantiza la contratación oportuna del profesorado con más talento en los centros educativos. Emplea un proceso multidimensional que abarca la atracción, la selección-cultura, el desarrollo-sucesión, la retención-clima, la evaluación y la gestión del conocimiento y demuestra impactos positivos en los resultados académicos de los estudiantes y en el rendimiento docente, entre otros beneficios. Este estudio representa el primer esfuerzo empírico que mide la GTD en España utilizando un test validado psicométricamente. Los datos se recogen a través de un muestreo no probabilístico de 288 centros educativos de toda España. Mediante el empleo de un análisis clúster, el estudio identifica distintos patrones de aplicación de la GTD en los centros escolares. Los resultados revelan la existencia de dos clústeres: centros con alto y bajo nivel de GTD, y destaca los puntos fuertes en determinadas áreas, al tiempo que descubre un importante margen de mejora en el desarrollo del profesorado y la planificación de la sucesión. La innovación y la investigación aparecen como variables diferenciadoras clave entre los centros con niveles bajos y altos en GTD. El estudio pone de relieve varias implicaciones, como la necesidad de cambios de paradigma en los planes de desarrollo, la introducción de programas de tutoría, la mejora de la formación universitaria del futuro profesorado y las iniciativas políticas para promover una cultura orientada al talento en las instituciones educativas.
Teacher Talent Management (TTM) is an organizational paradigm designed to ensure the timely recruitment of the most talented teachers in educational settings. It employs a multidimensional process encompassing attraction, selection and culture, development and succession, retention and climate, evaluation, and knowledge management, demonstrating positive impacts on student outcomes and teacher performance, among other benefits. This study represents the first empirical effort to measure TTM in Spain using a psychometrically validated tool. Data were collected through non-probabilistic sampling from 302 schools across Spain. By employing a cluster analysis approach, the study identifies distinct patterns of TTM implementation among schools. The findings reveal two clusters: high- and low-TTM schools, highlighting strengths in certain areas while uncovering significant room for improvement in teacher development and succession planning. Innovation and research emerged as key differentiating variables between schools with lower and higher TTM levels. The study highlights several implications, including the need for paradigm shifts in development plans, the introduction of mentoring programs, enhanced university training for future teachers, and policy initiatives to promote a talent-oriented culture in schools.
El talento es una filosofía central dentro de los Recursos Humanos (RRHH) en numerosas organizaciones a nivel mundial desde la década de 1990, impulsado especialmente por el informe de McKinsey y Company que afirma que vale la pena la lucha por contar con el mejor talento (Chambers et al., 1998), lo que desencadenó la denominada “guerra por el talento”. La gestión del talento persigue situar a la persona adecuada en el puesto adecuado en el momento oportuno (Beechler y Woodward, 2009), y en la actualidad experimenta una transformación significativa gracias a la aplicación de herramientas de IA generativa para predecir tendencias en este ámbito (Bennett y Martin, 2025; Evans et al., 2025).
Este paradigma de gestión organizativa, centrado en los mejores y más brillantes (los talentos), también puede aplicarse al ámbito educativo. En educación, la atención se centra en el rendimiento del alumno. Sin embargo, detrás de este objetivo, los sistemas educativos de todo el mundo luchan con aspectos relacionados con la GTD, como la escasez de profesores, la retención, la atracción hacia la profesión docente, la formación profesionalizada, la carrera profesional, la motivación, y el compromiso y la mejora del prestigio de la profesión (Clemson et al., 2020; Organisation for Economic Co-operation and Development, 2005), lo que debería llevarnos a reflexionar sobre el hecho de que el centro de atención no debería estar solo sobre los estudiantes, sino también sobre los profesores y su liderazgo institucional dentro del paradigma de la GTD.
La literatura en el marco de este paradigma ofrece una concepción amplia y destaca beneficios, preocupaciones y necesidades, que se presentan en el Cuadro 1. La GTD se centra en el potencial del profesorado, su mejora, experiencia y compromiso, enfatizando una filosofía centrada en el empleado. Representa un concepto estratégico orientado al crecimiento del talento y a un desarrollo atractivo y adecuado. Parece convertirse en un factor crucial en las escuelas. Podemos señalar que se considera un factor de éxito en las organizaciones educativas porque aporta beneficios positivos en los resultados de los estudiantes, el desempeño docente y la efectividad organizacional. Así, se configura como un motor de excelencia y promueve resultados sostenibles.
Concepciones, consideraciones, beneficios, preocupaciones y necesidades relacionadas con el paradigma de la GTD
| GTD | Contribución | Autoría |
|---|---|---|
| Concepciones | Una rueda de gestión de personas guiada por principios | Evans et al. (2025) |
| Concepto estratégico orientado al crecimiento del talento | Fajčíková et al. (2018) | |
| Una nueva prioridad organizativa en la gestión de personas | Ramaditya et al. (2022) | |
| Filosofía centrada en el profesorado, su valor, experiencia y su compromiso | Tran (2022) | |
| Consideraciones | No existe una definición coherente de la gestión del talento en la literatura | Koh et al. (2024) |
| Un factor de éxito en el desarrollo de las organizaciones educativas | Davies y Davies (2011), Tran (2022) | |
| Cada vez más importante en los centros educativos | Behera y Behera (2024) | |
| Relación significativa entre la gestión del talento y el intercambio de conocimientos | Keramati y Azimi (2023) | |
| La gestión del talento requiere un clima académico favorable | Ramaditya et al. (2022) | |
| Lo que funciona en la práctica de la GT depende del contexto. | Evans et al. (2025) | |
| Papel emergente de la inteligencia artificial (IA) como herramienta de GT | Bennett y Martin (2025), Tusquellas et al. (2024) | |
| Beneficios | Papel positivo que afecta tanto a los resultados de los alumnos como al rendimiento de los profesores y a la eficacia de la organización. | Behera y Behera (2024), Koh et al. (2024), Ramaditya et al. (2022), Tabancali et al. (2017) |
| Un impulsor de la excelencia | Tabancali et al. (2017) | |
| Promueve resultados sostenibles | Anlesinya y Amponsah-Tawiah (2020) | |
| Mejora la gestión del conocimiento, el rendimiento, el clima y la transformación | Keramati y Azimi (2023), Ramaditya et al. (2022) | |
| Mantiene el compromiso institucional | Cabrera (2015) | |
| La GT sostenible fomenta la satisfacción laboral, el bienestar y compromiso organizativo | Anlesinya y Amponsah-Tawiah (2020), Martínez-León et al. (2024), Saleh y Atan (2021) | |
| Preocupaciones | Lucha por superar la escasez de profesores | Clemson et al. (2020), Organisation for Economic Co-operation and Development (2005) |
| Afrontar el fenómeno de competencia desaprovechada | Picazo (2004) | |
| Responsabilidad de los líderes para desarrollar sus talentos | Ramaditya et al. (2022) | |
| Garantizar un número suficiente de líderes de alto rendimiento | Koh et al. (2024) | |
| El contexto importa: el compromiso de los países con el fomento del talento | Behera y Behera (2024), Gallardo-Gallardo et al. (2020) | |
| El contexto afecta a la aparición, el significado y la aplicación de la GT | Gallardo-Gallardo et al. (2020) | |
| Implementar talento a través de la IA | Tusquellas et al. (2024) | |
| Necesidades | Transformación y dinamización de las instituciones | Picazo (2004) |
| Dejar de ocultar el talento potencial | Ramaditya et al. (2022) | |
| Promover el liderazgo del talento | Tran (2022) | |
| Contextualizar las prácticas de GT atendiendo a los contextos organizativos y nacionales | Abid y Polo (2024) | |
| Transformar la GT aplicando herramientas de IA generativa para predecir las tendencias del talento | Bennett y Martin (2025), Evans et al. (2025) |
Entre sus beneficios, la GTD sostenible contribuye a la satisfacción laboral, al bienestar organizativo y el compromiso, ya que ayuda al profesorado a considerarse elementos de la cultura organizativa del centro. Esto mejora el clima, mantiene el compromiso institucional, el rendimiento del profesorado y la transformación del centro. Además, la GTD fomenta el intercambio de conocimientos, lo que contribuye a aumentar el capital intelectual del centro. El Cuadro 1 también refleja inquietudes fundamentales en la GTD, como por ejemplo si se trata de una filosofía inclusiva o exclusiva (aplicable a todos los docentes o solo a algunos). Un tema principal es abordar el fenómeno del talento desaprovechado, lo cual concierne a la responsabilidad de los líderes para desarrollar sus talentos, así como a su falta de conocimiento o experiencia. Porque, aunque el atractivo intrínseco de la enseñanza puede ser una razón para elegir esta profesión, su capacidad para generar satisfacción laboral y entusiasmo docente entre los profesores en activo está condicionada por las percepciones del desempeño docente, el compromiso afectivo organizacional, los valores culturales y los procesos internos en las escuelas. Por tanto, cómo liderar la GTD concibiéndola como un catalizador para líderes comprometidos con la GTD, asegurando un número suficiente de líderes de alto desempeño, constituye una gran preocupación.
La investigación educativa en este campo se hace eco de la necesidad de que los centros educativos deban transformarse y dinamizarse para ofrecer al profesorado un plan de vida y una trayectoria de desarrollo que descubra o fomente su potencial y los anime a cambiar y transformarse. Pero la realidad es que el contexto importa porque afecta a las prácticas de GTD. Y en este punto, el contexto importa en dos estratos; a nivel macro, donde encontramos el compromiso de los países con el fomento del talento y las políticas de GTD, y a nivel micro, donde son determinantes los aspectos ambientales a los que se enfrenta el profesorado en su institución (cultura, clima, liderazgo). En ambos casos, el contexto es el catalizador para fomentar el talento. Por lo tanto, las prácticas de GTD necesitan ser contextualizadas atendiendo a los contextos organizacionales y nacionales y enmarcadas en las recientes herramientas generativas de IA.
Como se ha dicho, la GTD podría considerarse un enfoque humanista porque se centra en el valor y el cuidado del profesorado, haciendo hincapié en su experiencia y potencial de crecimiento en un contexto inclusivo. Sin embargo, cuando intentamos comprender el constructo teórico que sustenta este paradigma, la literatura no muestra una definición consistente. La GTD se entiende como un proceso sistemático de gestión; sin embargo, la literatura no muestra un consenso sólido respecto a esta unidad conceptual, debido a la falta de acuerdo y a la dispersión de las distintas concepciones. El Cuadro 2 presenta los diferentes enfoques sobre el concepto de la arquitectura de la GTD según las fuentes consultadas. Parece existir coincidencia en que la GTD representa un marco integrador que incluye procesos estratégicos agrupados y directrices clave. No obstante, hay escaso consenso sobre el número de procesos que la conforman. Algunos autores la conciben como un proceso de dos etapas, mientras que otros proponen hasta seis etapas. La mayoría de las fuentes encuentran acuerdo en torno a un proceso de cinco etapas. Los procesos que aparecen con mayor frecuencia, y sobre los que existe mayor consenso, son la atracción, el desarrollo y la retención. La mayoría de las fuentes indican que este conjunto de procesos va acompañado de principios orientadores, pero no hay acuerdo sobre cuáles son exactamente. El factor más destacado es la cultura organizacional, seguido del compromiso (que podría asociarse con la alineación del talento), el clima, la evaluación y el liderazgo del talento.
Enfoques del concepto de arquitectura de la GTD según la literatura
| Arquitectura de la GTD | ||
|---|---|---|
| Autor/es | Practicas estratégicas de la GTD | Principios rectores |
| Behera y Behera (2024) | Planificación, captación, incorporación, retención y transición del talento | CompromisoPolíticas de RRHHCultura Organizacional |
| Davies y Davies (2011) | Identificación y desarrollo | Alineación del talentoEvaluación colaboración y cultura |
| Evans et al. (2025) | Atracción y selección, gestión del rendimiento, desarrollo y movilidad | ContextoAlineación del talento |
| Koh et al. (2024) | Identificación, desarrollo profesional y retención | EvaluaciónLiderazgo del talentoCultura del talento escolar |
| Keramati y Azimi (2023) | Identificación, contratación, fomento, promoción y retención | Gestión del conocimientoCultura organizativa |
| Picazo (2004) | Atracción, identificación, retención, desarrollo, reconocimiento | Misión y visiónSistema de relaciones con los empleados |
| Ramaditya et al. (2022) | Desarrollo y retención | Gestión del conocimientoClima |
| Saleh y Atan (2021) | Atracción, intercambio de conocimientos, formación y desarrollo | Cultura organizacional |
| Tabancali et al. (2017) | Atracción, desarrollo, evaluación del rendimiento y carrera profesional | Objetivos y estrategias institucionales |
A pesar del creciente número de investigaciones que ponen de relieve la importancia estratégica y los beneficios potenciales de la gestión del conocimiento para las organizaciones educativas, como la mejora de los resultados de los estudiantes, el rendimiento del profesorado y la eficacia organizativa (Clemson et al., 2020; Organisation for Economic Co-operation and Development, 2005), la literatura también revela importantes limitaciones y cuestiones sin resolver. Existe una notable falta de consenso con respecto a la definición conceptual y la operacionalización de la GTD, con estudios que proponen diversos marcos y procesos, y poco acuerdo sobre los principios rectores o los componentes clave implicados (Beechler y Woodward, 2009; Liechti y Sesé, 2024).
Gran parte de la investigación existente depende del contexto, moldeado por las políticas nacionales, las culturas institucionales y las prácticas locales de liderazgo, lo que restringe la generalización de los hallazgos (Bolívar, 2013; Gratacós et al., 2024). Metodológicamente, el campo se ve limitado por el predominio de enfoques descriptivos o conceptuales sobre la investigación empírica, y por la escasez de estudios que empleen instrumentos validados en diversos entornos educativos (Liechti y Sesé, 2024). Además, persisten los debates en torno a la inclusividad versus exclusividad de las prácticas de la GTD y los desafíos prácticos de su implementación, particularmente en sistemas educativos públicos con regulaciones restrictivas (Bolívar, 2017; Gairín y Castro, 2010). Este estudio aborda estas lagunas proporcionando una evaluación empíricamente fundamentada de la GTD en los centros educativos españoles, utilizando un instrumento validado y técnicas estadísticas robustas para identificar distintos perfiles escolares y examinar la influencia de factores contextuales y organizativos. De este modo, contribuye a clarificar el marco conceptual de la GTD y ofrece nuevas evidencias sobre su aplicación práctica en el contexto educativo español, donde la investigación empírica sigue siendo limitada (Bolívar y Moreno, 2006; Martínez-León et al., 2024; Mérida-López et al., 2022).
En base a estos contextos teóricos, la Figura 1 pretende plasmar el paradigma de la GTD surgido de los enfoques, procesos y aportaciones existentes en la actualidad, que se hace eco de la investigación en este campo. Coincidimos con la mayoría de las fuentes halladas en que este marco debe entenderse como una arquitectura. En nuestro caso, lo entendemos como un enfoque holístico para impulsar el potencial del profesorado mediante un proceso sistemático implementado a través de la atracción, la selección, el desarrollo, la retención y la sucesión. Este proceso se apoya en dos pilares: la evaluación y la gestión del conocimiento. Por último, tiene tres elementos catalizadores: el clima, la cultura y el liderazgo del talento.
De acuerdo con este marco, Liechti y Sesé (2024) operacionalizaron el constructo GTD. El Cuadro 3 muestra estas dimensiones, concepciones y algunos de los descriptores. Esta operacionalización cubre casi todos los factores encontrados en la literatura. Es interesante ver cómo, a partir del procedimiento de validación del constructo, obtenemos seis dimensiones, tres de ellas reagrupadas. Aunque no disponemos de datos que nos permitan confirmar por qué se fusionan tres de ellas, quizás se deba a que los sujetos, con sus respuestas, han encontrado similitudes entre los ítems.
Operacionalización del constructo de seis dimensiones de la GTD
| Dimensión | Definición conceptual | Descriptores |
|---|---|---|
| Atracción | Gestión de la reputación, promoción del prestigio de centro, proyección de una cultura del talento | • Recompensar los logros del profesorado• Proyectar los retos a los que pueden enfrentarse el profesorado• Estrategias para motivar al profesorado |
| Selección-Cultura | Identificación y creación de roles clave, perfilesValores: capacitación, liderazgo compartidoMisión: compromiso, evaluación del rendimientoVisión; prioridad estratégica | • Entrevistar al profesorado para conocer su potencial y sus motivaciones• Significado del talento del profesorado en términos de cultura y proyecto educativo• Identificación de los roles clave para apoyar la consecución de los objetivos estratégicos• El talento del profesorado como valores escolares y prioridad estratégica |
| Desarrollo-Sucesión | Grupos de alto rendimiento, departamento de desarrollo del talento. Planificar la pérdida del talento | • Desarrollo del talento para asumir roles clave• Plan de desarrollo individual del talento• Sucesión centrada en el plan estratégico para evitar la pérdida de talento• Plan de sucesión para preparar a los potenciales para asumir roles clave |
| Retención-Clima | Fidelización del talento, felicidad del profesorado, compromiso, liderazgo compartido, gestión transparente. | • Descubrir las expectativas del profesorado con respecto a su centro• Alinear los intereses del profesorado y del centro• El liderazgo fomenta el trabajo en equipo del profesorado y la comunicación respetuosa• La dirección entiende el buen clima como sinónimo de felicidad del profesorado |
| Evaluación | Análisis, identificación y rendimiento del potencial | • La evaluación del rendimiento se utiliza para planificar el desarrollo del profesorado• Evaluación del rendimiento integrada en la práctica• El rendimiento como herramienta para que el profesorado conozca el valor que aportan |
| Gestión del conocimiento | Proceso sistemático, capitalización intelectual y creación de potencial | • El liderazgo fomenta el intercambio de experiencias entre el profesorado• El conocimiento del profesorado se utiliza para ayudar a crear conocimiento colectivo• Ofrece a los talentos la oportunidad de participar en proyectos conjuntos con la comunidad |
Desde esta operacionalización, una institución centrada en la GTD sería aquella que demuestra a la comunidad cómo se aborda la excelencia docente, reflexiona sobre el significado de la excelencia a partir del proyecto educativo de centro y crea perfiles de talento. Se centra en la estrategia de grupos de alto rendimiento proporcionando planes de desarrollo individual. Trabaja para comprometer el talento y diseña y despliega un sistema de reconocimiento/incentivos en colaboración con la comunidad. Practica una cultura del talento que se centra en la excelencia del profesorado como prioridad estratégica. Practica la evaluación para identificar el potencial, el rendimiento, el análisis y el compromiso que permite que el talento sea consciente del valor que aporta. Sistematiza los procesos de accesibilidad, intercambio y aplicación del conocimiento como recurso estratégico para materializar la transición del talento, crear potencial y capitalizar intelectualmente la organización.
Los actuales sistemas de acceso al empleo público reflejan una importante variedad e inciden en las posibilidades y limitaciones vinculadas a la GTD (Organisation for Economic Co-operation and Development, 2005). Mientras que en algunos países los modelos de contratación son abiertos e impulsados por los propios centros educativos, en otros son más restrictivos y el acceso se realiza mediante concurso público (Gratacós et al., 2024). Cuando tratamos de averiguar cómo se aplican en España las políticas de RRHH relacionadas con la GTD necesitamos contextualizarlas en el sistema educativo español. El Cuadro 4 muestra las consideraciones vinculadas al contexto español tanto en las instituciones públicas como en las privadas.
Características del sistema educativo español en el ámbito público y privado en el marco de la GTD y propuestas de reforma
| Características comunes | Esfera pública | Esfera privada |
|---|---|---|
| El acceso a la docencia tiene unos requisitos comunes de acceso, establecidos por el Gobierno, previa consulta a las Comunidades Autónomas.La formación del profesorado es un derecho y una obligación de todos los docentes y una responsabilidad de las administraciones educativas. | ||
| Características diferenciales | Esfera pública | Esfera privada |
|---|---|---|
| Selección | Procedimiento regulado normativamente en tres fases: oposición, concurso y período de prácticas | Ningún procedimiento regulado normativamente. Selección libre basada en CV y entrevista |
| Desarrollo | Planes generales de formación del profesorado regulados de manera descentralizada | Planes propios de formación continua sin regulación normativa |
| Evaluación | Evaluación inicial vinculada al proceso selectivo. Sin regulación de la evaluación del desempeño docente | Evaluación del rendimiento del profesorado establecida por el centro, sin regulación normativa |
| Retención | Inexistencia de sistemas de incentivos vinculados al sistema público | Sistemas de incentivos propios |
| Propuestas de reforma en la esfera pública | Consideraciones | Necesidades |
| Selección | El modelo actual de acceso es inadecuado o muy inadecuado. No ha cambiado en los últimos 40 años | Revisión del modelo de acceso para orientar la selección hacia un sistema moderno para conseguir el mejor profesorado (basado en sus competencias, conocimientos, habilidades y actitudes) |
| Desarrollo | La formación del profesorado debe considerarse un mérito para la promoción y el desarrollo profesional tanto horizontal como vertical | Integrar la formación del profesorado en la carrera profesional docente |
| Carrera profesional | Efectos de su regulación: sexenios, acceso a otras oposiciones de personal docente, acceso de personal inspector, plazas en el exterior oposiciones, asesores técnicos docentes en las oposiciones de administración | Establecer una carrera profesional adecuada.Apoyar al profesorado en su carrera profesional |
| Evaluación | El desarrollo profesional del profesorado debe contar con instrumentos de evaluación para medir la función docente vinculados al marco de competencias profesionales | Promover procedimientos de evaluación del desempeño de la profesión docente |
| Reconocimiento | Apoyo de la administración y compromiso del mejor desempeño de las competencias profesionales docentes | Reconocer el buen desarrollo del profesorado vinculado a complementos salariales |
Del Cuadro 4 podemos deducir que la titularidad del centro afecta a las prácticas de la GTD. Mientras que los centros privados tienen mayor libertad para seleccionar a su profesorado, desarrollar y promover incentivos de acuerdo con sus prioridades, los centros públicos tienen sus propias normativas que restringen la posibilidad de integrar prácticas de GTD como los sistemas de selección y reconocimiento del profesorado.
Aunque en España se ha producido un avance en el ámbito educativo, la gestión escolar continúa ligada de manera significativa a las distintas circunstancias políticas de las últimas décadas. Sin embargo, este desarrollo no parece traducirse, de forma relevante, en una mejora efectiva en los resultados de aprendizaje, y parece que la gestión escolar tiene en ello una responsabilidad importante (Bolívar, 2013). Los modelos de dirección escolar se suceden, pero no aportan respuesta sobre cómo mejorar los procesos de selección (Gratacós et al., 2024), qué actuaciones integrales son necesarias para fortalecer el desarrollo profesional (Matarranz, 2022; Rupérez, 2021), cómo configurar un nuevo modelo de profesión docente (Zabalza, 2022) o cuál debe ser la tendencia de liderazgo más adecuada (Rodríguez et al., 2013). Además, en España, un factor especialmente crítico en la gestión escolar tiene que ver con lo que los centros pueden hacer, y de hecho hacen, para mejorar el desempeño docente y los resultados del alumnado (Bolívar y Moreno, 2006). Existe una aspiración constante entre los profesionales de la educación por participar de forma más activa en los ámbitos principales de la GTD, incluidos la selección, la formación y la promoción del profesorado (Gairín y Castro, 2010). No obstante, los directores escolares en España perciben una capacidad limitada de actuación sobre el profesorado a su cargo (Bolívar, 2017). Una última cuestión relevante en el contexto español de la GTD es cómo incrementar la satisfacción docente a través del clima escolar, los valores culturales, la formación, el liderazgo y la participación del profesorado en la toma de decisiones (Martínez-León et al., 2024; Mérida-López et al., 2022).
El sistema educativo español lleva a cabo reformas que priorizan el desarrollo profesional, la evaluación, la promoción y los incentivos para el profesorado (Ministerio de Educación y Formación Profesional, 2022). Como se muestra en el Cuadro 4, en el contexto español es especialmente importante mejorar los procesos de contratación y selección del profesorado para alinearlos mejor con el marco de competencias profesionales. Además, se hace hincapié en mejorar la evaluación del desempeño docente para reconocer el trabajo y los logros del profesorado, así como en desarrollar un modelo de carrera profesional que refleje las características únicas de la profesión docente. En este contexto, surge una pregunta central de investigación: ¿En qué medida los centros educativos españoles gestionan el talento docente?
El objetivo principal de este estudio es evaluar la GTD en los centros educativos españoles, proporcionando una descripción detallada de su implementación y una visión general del panorama actual de la GTD. Mediante análisis clúster, el estudio pretende identificar distintos patrones de GTD en los centros educativos. Un objetivo secundario es examinar cómo factores como la edad, el género, el tipo de centro, el tamaño, la titularidad y la innovación se asocian con perfiles diferenciales de GTD.
MétodoParticipantesSe emplea una estrategia mixta de muestreo aleatorio e incidental en línea. Inicialmente se extrae una muestra aleatoria de 900 centros educativos de la lista exhaustiva de todos los centros educativos españoles (unos 20.000) y se contacta con ellos por correo electrónico. De ellos, 302 centros cumplimentan el cuestionario, lo que supone una tasa de respuesta del 34%. La matriz de datos se somete a un proceso de detección y eliminación de valores atípicos, eliminando el 5% de los valores atípicos multidimensionales más extremos. Este proceso da como resultado una muestra final de 288 participantes, principalmente directores (91.7%), con una distribución por sexos del 64.6% de mujeres y el 35.4% de hombres. La mayoría de los participantes proceden de centros de educación infantil y primaria (57.6%), y la mayoría son instituciones públicas (82.6%). La muestra incluye un compromiso con la innovación, con un 41% de centros implicados en proyectos pedagógicos y un 65.6% que colaboran con universidades. Geográficamente, la muestra es diversa, con una representación significativa de Cataluña (31.9%) y otras regiones de España. En la Tabla 1 se presentan las estadísticas descriptivas completas de estas variables.
Muestra descriptiva (n=288)
| Variable | n | % |
|---|---|---|
| Posición | ||
| Director | 264 | 91.7 |
| Jefe de estudios | 17 | 5.9 |
| Secretario | 7 | 2.4 |
| Sexo | ||
| Mujer | 195 | 64.6 |
| Hombre | 107 | 35.4 |
| Tipología de centro | ||
| Infantil y primaria | 166 | 57.6 |
| Secundaria | 62 | 21.5 |
| Infantil, primaria y secundaria | 60 | 20.8 |
| Titularidad de centro | ||
| Pública | 249 | 82.6 |
| Concertada | 49 | 16.0 |
| Privada | 4 | 1.4 |
| Tamaño de centro (Líneas) | ||
| Menos de 1 | 26 | 9.0 |
| 1 | 74 | 25.7 |
| 2 | 91 | 31.6 |
| 3 | 26 | 9.0 |
| 4 | 23 | 0.8 |
| 5 | 11 | 3.8 |
| Más de 5 | 37 | 12.8 |
| Innovación | ||
| Proyectos de Innovación Pedagógica (Sí) | 118 | 41.0 |
| Colaboración con la universidad (Sí) | 189 | 65.6 |
| Proyectos Educativos Europeos (Sí) | 84 | 29.2 |
| Región | ||
| Cataluña | 92 | 31.9 |
| Islas Baleares | 37 | 12.8 |
| Castilla-la Mancha | 31 | 10.8 |
| Castilla León | 28 | 9.7 |
| País Vasco | 18 | 6.3 |
| Islas Canarias | 14 | 4.9 |
| Región de Murcia | 14 | 4.9 |
| Comunidad Valenciana | 11 | 3.8 |
| Comunidad de Madrid | 11 | 3.8 |
| Aragón | 9 | 3.1 |
| Navarra | 8 | 2.8 |
| Andalucía | 7 | 2.4 |
| Extremadura | 4 | 1.4 |
| Galicia | 4 | 1.4 |
El instrumento utilizado es el Test de Evaluación de la Gestión del Talento Docente (TEGTD) (Liechti y Sesé, 2024), que proporciona puntuaciones válidas y fiables sobre la GTD en centros educativos. La prueba consta de 61 ítems presentados como afirmaciones declarativas, cada una valorada en una escala Likert de 6 puntos que va de 1=Totalmente en desacuerdo a 6=Totalmente de acuerdo. Este formato de respuesta se elige para desalentar las respuestas centrales asociadas con la deseabilidad social o la indecisión, animando así a los encuestados a adoptar una posición más definitiva. Estos ítems forman una estructura latente de seis factores: atracción (6 ítems), selección-cultura (14 ítems), desarrollo-sucesión (10 ítems), retención-clima (15 ítems), evaluación (9 ítems) y gestión del conocimiento (7 ítems). Se realizan análisis de fiabilidad para cada dimensión y utiliza tanto el alfa de Cronbach (α) como el omega de McDonald (ω), junto con la Fiabilidad Compuesta (FC) y la Varianza Media Extraída (VME). Los resultados revelan coeficientes de fiabilidad sistemáticamente altos en todas las dimensiones: atracción (α=.93, ω=.93, FC=.92, VME=.70), selección-cultura (α=.95, ω=.95, FC=.95, VME=.60), desarrollo-sucesión (α=.96, ω=.96, FC=.95, VME=.70), retención-clima (α=.94, ω=.95, FC=.91, VME=.57), evaluación (α=.97, ω=.97, FC=.97, VME=.77) y gestión del conocimiento (α=.90, ω=.89, FC=.86, VME=.55). Estos elevados coeficientes indican una excelente coherencia interna en todas las dimensiones del instrumento.
Además del TEGTD, el protocolo de estudio considera otras variables para los análisis diferenciales, como la edad, el sexo autodeclarado (hombres y mujeres), el número de líneas como variable de recuento, el tipo de centro (infantil, primaria, secundaria) y la titularidad del centro (público, concertado o privado). El protocolo también valora si el centro cuenta con un Proyecto de Innovación Pedagógica (PIP) y si colabora con alguna universidad (COL) o desarrolla Programas Educativos Europeos (PEU). Estas variables se incluyen para proporcionar un conocimiento exhaustivo de los factores que potencialmente influyen en la GTD en los centros estudiados.
ProcedimientoEl instrumento TEGTD se administra utilizando Google Forms como herramienta de aplicación. Se genera un enlace directo a un protocolo que incluye los ítems del cuestionario TEGTD y las variables externas relacionadas. La primera pantalla del protocolo proporciona información sobre los objetivos del estudio e instrucciones para su correcta cumplimentación. Para maximizar la participación de los centros, dado que la unidad de muestreo era el centro (representado por un miembro del equipo directivo), se programa un mensaje recordatorio animando a la participación aproximadamente tres semanas después del envío inicial. El proceso de recogida se diseña de forma que cada centro seleccionara de forma independiente al encuestado, lo que consideramos que reflejaría mejor la perspectiva de la institución. La recogida de datos tiene lugar en el primer semestre de 2020, coincidiendo con la declaración COVID-19.
Aunque el estudio no se somete a la revisión de un comité ético, tanto su diseño como su ejecución en lo relativo a la recogida y el tratamiento de datos se ajustan sistemáticamente a las directrices de la Declaración de Helsinki y a la legislación aplicable en materia de protección de datos. Cuando el equipo directivo de cada institución acepta participar cumplimentando el cuestionario, se les presenta en la primera pantalla información exhaustiva sobre el tratamiento de los datos y el carácter anónimo del protocolo. El cuestionario se diseña específicamente para garantizar el anonimato total, haciendo imposible identificar las respuestas de cualquier institución individual. En las instrucciones se aclara que la cumplimentación del cuestionario se consideraría como la prestación del consentimiento informado para participar en el estudio. Además, se deja claro que los participantes son libres de dejar de rellenar el cuestionario en cualquier momento, sin obligación de continuar.
Análisis estadísticosLa matriz de datos es examinada inicialmente para garantizar la calidad y la integridad. Se excluyen catorce casos debido a la identificación de valores atípicos en las seis dimensiones del TEGTD, resultando en una muestra final de 288 centros educativos. No es necesaria la imputación de datos, ya que no se detectan datos faltantes. Se realizan análisis descriptivos para examinar la distribución univariante de las puntuaciones de cada dimensión del TEGTD. Se utiliza la prueba de Kolmogorov-Smirnov para evaluar el supuesto de normalidad de cada dimensión. Para comparar las puntuaciones medias de las seis dimensiones del TEGTD, se emplea un Análisis de Varianza (ANOVA) de medidas repetidas de una vía. Antes de realizar el ANOVA, se evalúa el supuesto de esfericidad mediante la prueba de Mauchly; en caso de incumplimiento, se aplica la corrección de Greenhouse-Geisser. El tamaño del efecto para el ANOVA se informa utilizando la eta cuadrado parcial. Para explorar más a fondo las diferencias por pares entre las dimensiones, se realizan comparaciones post hoc ajustadas por Bonferroni, y se utiliza la d de Cohen para cuantificar la magnitud de estos efectos (Cohen, 1988).
Dado que la asunción de normalidad no se cumple estrictamente en todas las dimensiones, se realizan análisis no paramétricos complementarios. Se aplica la prueba de Friedman como alternativa no paramétrica al ANOVA de medidas repetidas y las pruebas de Durbin-Conover para las comparaciones post hoc por pares. Las correlaciones entre las puntuaciones de las dimensiones se evalúan empleando tanto el coeficiente r de Pearson (para dimensiones distribuidas normalmente) como el coeficiente rho de Spearman (para dimensiones no normales).
Para identificar perfiles escolares diferenciados en función de las puntuaciones en la TEGTD, se realiza un análisis clúster K-means utilizando el algoritmo de Hartigan-Wong sobre las puntuaciones estandarizadas de las dimensiones. El número óptimo de clústeres se determina empleando el estadístico Gap, siguiendo el criterio de seleccionar el valor más pequeño de k que maximizara el Gap dentro de su desviación estándar (Seol, 2024). Una vez identificados los clústeres, se examinan las diferencias entre ellos tanto en las dimensiones de la TEGTD como en las variables contextuales. Para variables continuas, se emplean pruebas t para muestras independientes, tras verificar la homogeneidad de varianzas con la prueba de Levene. Para variables categóricas, se realizan análisis de tablas de contingencia usando la prueba de chi-cuadrado de Pearson o el test exacto de Fisher, según correspondiera. La fuerza de las asociaciones en estos análisis se cuantifica mediante el estadístico V de Cramer (Meyer et al., 2023). Todos los análisis estadísticos se llevan a cabo utilizando JAMOVI versión 2.6.13 (The Jamovi Project, 2024, version 2.6, [Computer Software]. Retrieved from https://www.jamovi.org).
ResultadosAnálisis descriptivo de las dimensiones del TEGTDLa Figura 2 muestra las puntuaciones promedio (de 1 a 6) de las seis dimensiones del TEGTD. Los centros españoles obtienen las puntuaciones más bajas en desarrollo-sucesión (M=2.54, DE=1.10), que, junto con retención-clima (p=.019), muestran ligeras desviaciones de la normalidad. Las dimensiones de atracción (M=3.30, DE=1.08, p=0.114), evaluación (M=3.46, DT=1.28, p=0.221) y selección-cultura (M=3.49, DT=1.07, p=0.076) se distribuyen normalmente y obtienen puntuaciones intermedias. En cambio, la gestión del conocimiento (M=4.15, DT=0.85, p=0.412) y retención-clima (M=4.71, DT=0.75) obtienen las puntuaciones más altas, superando ambas los 4 puntos.
El ANOVA de medidas repetidas muestra diferencias significativas entre las seis dimensiones (F=314.83, gl=3.92, 727.48, p <.001, η2 parcial=52.3%), con violación de la esfericidad (W de Mauchly=0.47, p <.001, ɛ de Greenhouse-Geisser=0.78). Estos resultados son respaldados por la prueba no paramétrica Q de Friedman (Q=763.20, gl=5, p <.001). Las comparaciones post hoc de Bonferroni muestran que 13 de los 15 pares son estadísticamente significativos, excepto para atracción frente a evaluación (p=.58) y selección-cultura frente a evaluación (p=1.00). La prueba de Durbin-Conover confirma estos resultados, y sólo la comparación selección-cultura frente a evaluación no es significativa (p=.70). La d de Cohen oscila entre 0.14 y 2.00, con un 71,4% de efectos significativos superiores a 0,80, lo que indica un gran tamaño de los efectos. Por último, todas las correlaciones de Pearson estimadas entre las seis dimensiones de la GTD (Figura 3) son estadísticamente significativas (p <.001), oscilando entre .39 (entre atracción y evaluación) y .75 (entre selección-cultura y desarrollo-sucesión). La correlación media fue de .55, que aumenta a .56 cuando se calcula mediante el coeficiente de Spearman.
Análisis de conglomerados mediante las dimensiones del TEGTDEl análisis clúster identifica dos grupos (n=151 y n=137), siendo el estadístico Gap el que indica k=2 como la solución más parsimoniosa e interpretable (Figura 4A). El clúster 1 explica 478.66 unidades de variación y el clúster 2, 465.09, con una suma de cuadrados entre clústeres de 778.25 sobre un total de 1722.00, lo que indica que una proporción sustancial de la varianza se debe a diferencias entre los clústeres.
La Figura 4B presenta los perfiles con las puntuaciones promedio estandarizadas de ambos clústeres en las seis dimensiones del TEGTD. El clúster 1 muestra puntuaciones consistentemente altas, entre 0.57 y 0.73 desviaciones estándar por encima de la media, mientras que el clúster 2 muestra puntuaciones más bajas, entre -0,63 y -0,81 desviaciones estándar por debajo de la media. Este patrón pone de manifiesto una clara distinción entre ambos: el clúster 1 representa a los centros con puntuaciones TEGTD generalmente más altas y el clúster 2 representa a aquellos con puntuaciones más bajas en todas las dimensiones.
Análisis diferencial entre grupos TEGTDLa Tabla 2 presenta la comparación de las seis dimensiones del TEGTD entre los clústeres de GTD alta y baja. Se encuentran diferencias estadísticamente significativas en todas las dimensiones (p <.001), y el grupo de GTD alto muestra sistemáticamente puntuaciones más altas. Los tamaños de los efectos son sustanciales, con una d de Cohen que oscila entre 1.50 (atracción) y 2.42 (selección-cultura), lo que indica diferencias muy grandes entre los grupos en cada dimensión.
Pruebas t para muestras independientes que comparan los grupos de GTD alta y baja en las dimensiones del TEGTD
| Medias (DE) | d de Cohen (95% IC) | |||||||
|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
| Dim. | Clúster baja GTD(n=137) | Clúster alta GTD(n=151) | t de Student | gl | Dif. de medias | d de Cohen | Inf. | Sup. |
| AT | 2.63 (0.83) | 3.92 (0.89) | -12.68** | 286 | -1.29 | -1.50 | -1.76 | -1.23 |
| SC | 2.63 (0.71) | 4.27 (0.65) | -20.48** | 286 | -1.64 | -2.42 | -2.72 | -2.11 |
| DS | 1.78 (0.70) | 3.24 (0.94) | -15.36a** | 271.29 | -1.46 | -1.78 | -2.06 | -1.51 |
| RC | 4.18 (0.66) | 5.19 (0.44) | -15.02a** | 233.27 | -1.01 | -1.81 | -2.08 | -1.53 |
| EV | 2.64 (1.00) | 4.21 (1.02) | -13.23** | 286 | -1.57 | -1.56 | -1.82 | -1.30 |
| GC | 3.53 (0.67) | 4.72 (0.56) | -16.20a** | 265.69 | -1.19 | -1.93 | -2.21 | -1.65 |
a=Prueba de Levene significativa, Corrección de Welch; gl=grados de libertad; **=p <.01.
AT=Atracción, SC=Selección-Cultura, DS=Desarrollo-Sucesión, RC=Retención- Clima, EV=Evaluación, GC=Gestión del Conocimiento.
Por último, también analizamos los perfiles diferenciales de los dos clústeres con respecto a las variables de interés del estudio: el sexo y la edad autodeclarados de los participantes de cada centro, el número de líneas escolares, el tipo de centro, la titularidad y la presencia de centros COL, PIP y PEU. La Tabla 3 muestra que el clúster de alta GTD tiene una proporción significativamente mayor de centros PIP (52% frente a 29%; χ2=14.07, p <.001, V de Cramer=.23) y centros COL (75% frente a 55%; χ2=12.81, p <.001, V de Cramer=.22) en comparación con el clúster de baja GTD. No se encuentran diferencias significativas entre los dos clústeres con relación al sexo de los participantes, la edad, el número de líneas escolares, la titularidad, y el porcentaje de centros PEU.
Comparación de las variables de estudio entre los grupos de GTD alta y baja
| Variable | Clúster baja GTD (n=137) | Clúster alta GTD (n=151) | Test estadístico | p | Tamaño de efecto |
|---|---|---|---|---|---|
| Sexo (Mujer) | 59% | 70% | χ2(1)=3.41 | .07 | - |
| Nivel educativo | χ2(2)=4.21 | .12 | - | ||
| Infantil y primaria | 56.2% | 58.9% | |||
| Secundaria | 26.3% | 17.2% | |||
| Ambos | 17.5% | 23.9% | |||
| Número de líneas | χ2(6)=6.54 | .37 | - | ||
| <1 | 9.5% | 8.6% | |||
| 1 | 29.9% | 21.9% | |||
| 2 | 24.8% | 37.7% | |||
| 3 | 8.8% | 9.3% | |||
| 4 | 8.0% | 7.9% | |||
| 5 | 4.4% | 3.3% | |||
| >5 | 14.6% | 11.3% | |||
| Titularidad | χ2(2)=4.61 | .10 | - | ||
| Público | 87.6% | 78.1% | |||
| Concertado | 11.7% | 19.9% | |||
| Privado | 0.7% | 2.0% | |||
| Centros PIP (Sí) | 29.2% | 51.7% | χ2(1)=14.98 | <.001 | .23 |
| Centros COL (Sí) | 54.7% | 75.5% | χ2(1)=13.71 | <.001 | .22 |
| Centros PEU (Yes) | 24.8% | 33.1% | χ2(1)=2.39 | .12 | - |
| Media de edad (años) / (DE) | 48.96 (7.15) | 49.36 (7.55) | t(286)=-0.46 | .64 | - |
Este estudio ofrece una visión del estado actual de la GTD en los centros educativos españoles, remarcando tanto los puntos fuertes como las áreas de mejora. Es importante destacar que se trata del primer estudio realizado en España centrado específicamente en la gestión del talento, lo que proporciona una base para comprender los retos y las oportunidades en el contexto educativo español. Establecido un marco inicial para las prácticas de gestión del talento, esta investigación puede contribuir a futuros debates y esfuerzos dirigidos a mejorar las estrategias de gestión del talento en los centros educativos de todo el país.
Comportamiento de las puntuaciones globales en GTDNuestro análisis de las seis dimensiones del TEGTD proporciona una visión detallada de las prácticas de GTD en los centros educativos españoles. Las puntuaciones más altas se observan en la dimensión de retención-clima, lo que indica que los centros educativos españoles son relativamente efectivos en la promoción de entornos laborales positivos. Según Anlesinya y Amponsah-Tawiah (2020), los centros parecen estar implicados en prácticas que contribuyen al bienestar organizacional. Algo similar ocurre con la gestión del conocimiento. Los centros dan muestras de compromiso al promover el intercambio de conocimientos entre los empleados (Keramati y Azimi, 2023), asegurando así que este sea un recurso esencial para la transformación organizativa (Ramaditya et al., 2022).
Las puntuaciones más bajas en las dimensiones desarrollo-sucesión, atracción, evaluación y selección-cultura ponen de manifiesto un importante margen de mejora. Esto puede interpretarse desde dos perspectivas; por un lado, estas dimensiones parecen hacerse eco de las necesidades actuales del sistema educativo español, que actualmente están en debate. Esto significa que el actual modelo de selección necesita una profunda revisión, considerando tanto las competencias personales (socioemocionales) como las interpersonales (trabajo en equipo) (Gratacós et al., 2024). En cuanto a la evaluación, parece reflejar la actual situación española de inexistencia de evaluación del desempeño vinculada al marco de competencias profesionales (Ministerio de Educación y Formación Profesional, 2022). En el caso de la dimensión desarrollo-sucesión, los centros pueden hacerse eco de la falta de desarrollo profesional y su articulación a través de un plan de carrera (Rupérez, 2021). En términos de atracción, es posible que los centros entiendan su compromiso mediante la difusión de las buenas prácticas de su centro sin vincularlo al proceso de selección porque no están involucrados en él.
Por otro lado, debemos considerar que quizás estas dimensiones parecen implementarse fuera del paradigma de la GTD, lo que significa que el talento debería contemplarse como uno de los valores fundamentales de la organización. Esto incluye la identificación del potencial, el fomento de planes de desarrollo individual, el uso de herramientas adecuadas para clasificar los perfiles, el empleo de evaluaciones del rendimiento como estrategias para fidelizar el talento y la mejora de la reputación de la institución. La puntuación particularmente baja obtenida en la dimensión desarrollo-sucesión puede revelar diferentes interpretaciones. Más allá de la falta de un plan de carrera, es posible que los centros no se identifiquen con la filosofía de itinerarios de desarrollo de alto rendimiento, tal como Picazo (2004) considera que deberían abordarse los planes de desarrollo individual. Por otro lado, la sucesión puede verse afectada por la falta de conocimiento, necesidad o contratación temporal, que en determinados centros o especialidades provoca una alta rotación, dificultando la implantación de planes de sucesión.
Análisis de clústeres: centros con una GTD alta frente a centros con una GTD bajaNuestros datos revelan la existencia de dos grupos distintos: alta GTD y baja GTD. Estos resultados proporcionan una imagen clara de las prácticas de gestión del talento en los centros españoles y ponen de manifiesto su disparidad. Las puntuaciones sistemáticamente más altas en todas las dimensiones en el grupo de alta GTD sugieren que algunos centros han implantado con éxito estrategias integrales de gestión del talento. Las notables diferencias entre los dos grupos en todas las dimensiones, con tamaños de efecto grande, ponen de relieve la brecha sustancial en las prácticas de gestión del talento. Estos resultados son consistentes con la literatura previa, que subraya la relevancia del contexto organizativo en la implementación de las prácticas de gestión del talento (Abid y Polo, 2024). En el caso del sistema educativo español, esta contextualización resulta especialmente relevante debido a la marcada disparidad existente entre centros. Mientras algunos, debido a su titularidad, disfrutan de mayor autonomía para desarrollar e impulsar prácticas de GTD, otros se encuentran sujetos a una normativa más restrictiva que limita su capacidad de actuación en este ámbito. Esta heterogeneidad subraya la necesidad de intervenciones y políticas específicas orientadas a mejorar el rendimiento de los centros con bajos niveles de GTD, así como a reducir las desigualdades en la gestión del talento dentro del sistema educativo. En este sentido, aquellos centros que han logrado implementar prácticas de GTD con éxito podrían servir como referentes y modelos de buenas prácticas dentro del sistema educativo español.
Factores clave para el impulso de la GTDAtendiendo a la literatura (Tabancali et al., 2017), los aspectos demográficos no parecen desempeñar un papel clave en los análisis diferenciales orientados a comprender los factores que influyen en la gestión del talento docente (GTD). De forma consistente con estos hallazgos, el análisis realizado en nuestro estudio indica que factores demográficos como el género del profesorado, la edad, las características del centro, así como el número de líneas o la titularidad, no se asociaron significativamente con el comportamiento de la GTD. Lo anterior sugiere que las prácticas eficaces de gestión del talento pueden implementarse al margen de estos factores contextuales. No obstante, es relevante señalar que el clúster de alta GTD presentó una mayor proporción de centros con Planes de Mejora y colaboraciones universitarias.
No se han descrito previamente en la literatura resultados como los obtenidos en este estudio. Desde nuestra perspectiva, este hallazgo refuerza la relevancia de las prioridades políticas orientadas al desarrollo del talento (Behera y Behera, 2024). Nuestros datos respaldan la idea de que un mayor compromiso con la investigación y la innovación promueve las prácticas de gestión del talento en los centros educativos españoles. Esta asociación sugiere que una colaboración efectiva con las universidades, mediante proyectos de innovación pedagógica u otras iniciativas, puede potenciar la capacidad de un centro educativo para implementar prácticas eficaces de GTD o para mejorar las existentes. Aunque no se observaron diferencias estadísticamente significativas en el porcentaje de centros con PEU entre los clústeres de GTD, este hallazgo sigue siendo relevante. Podría indicar que la conexión europea, en el marco de estos proyectos, facilita la adopción de políticas estratégicas de gestión del talento en centros pertenecientes a diferentes sistemas públicos de acceso al empleo. Las instituciones españolas parecen estar influenciadas por esta tendencia.
Limitaciones y orientaciones futurasEste estudio tiene varias limitaciones. En primer lugar, la imposibilidad de aplicar un muestreo aleatorio estratificado en la población de interés obligó a recurrir a un muestreo de conveniencia, lo que ha ocasionado tamaños muestrales reducidos en algunas comunidades autónomas y podría haber introducido sesgos de representatividad. Una segunda limitación es que sólo un participante por centro completa el protocolo, quedando la selección a elección de cada centro. Esto puede haber limitado la diversidad de perspectivas, especialmente en lo relativo a variables como la edad y el género dentro de los equipos directivos. Las investigaciones futuras deberían considerar la inclusión de varios miembros del personal por centro para obtener una visión más completa y representativa. En tercer lugar, no exploramos el efecto de las variables externas en la GTD, que se ha examinado en estudios anteriores (Cabrera, 2015; Santa Cruz, 2014). La razón principal de esta decisión es evitar aumentar la complejidad del protocolo y reducir el tiempo de administración. Asimismo, una posible limitación es que la recopilación de datos tiene lugar durante un periodo que puede haber estado influido por la pandemia de COVID-19. Sin embargo, no esperamos que esto afecte significativamente los resultados, ya que la GTD se evalúa desde una perspectiva de cultura organizacional, que generalmente es estable en el tiempo (Chatman y O’Reilly, 2016; Schein, 2010). Si bien suponemos que los representantes del centro reflejan la cultura habitual de la GTD en lugar de las circunstancias específicas de la pandemia, no puede descartarse por completo cierta influencia contextual, que debe tenerse en cuenta al interpretar los resultados.
Futuros estudios podrían explorar variables de criterio como el burnout o la satisfacción laboral. Por último, la investigación futura también debería investigar las relaciones causales entre las prácticas de la GTD, el liderazgo y los resultados del rendimiento escolar. Además, sería valioso explorar las estrategias específicas empleadas por los centros con una alta GTD que contribuyen a su éxito. Los estudios longitudinales también podrían aportar información sobre los efectos a largo plazo de la mejora de las prácticas de GTD en la atracción y retención del profesorado, los resultados de los alumnos y el rendimiento escolar en general.
Conclusiones e implicacionesEste estudio representa el primer esfuerzo de medición empírica de la GTD en España. Nuestros resultados revelan que los centros educativos españoles presentan puntos fuertes en ciertos aspectos de la GTD especialmente en la retención-clima y la gestión del conocimiento. Sin embargo, existen áreas de mejora significativas, especialmente en el desarrollo-sucesión del profesorado. Estos hallazgos tienen varias implicaciones en términos de escenarios reales tanto en las políticas educativas como en las acciones específicas de los centros educativos.
Implicaciones en las políticas educativasUna implicación importante está ligada a las propuestas de mejora de la profesión docente en España (Ministerio de Educación y Formación Profesional, 2022) vinculadas al modelo de selección, el impulso de la evaluación del desempeño o la creación de la carrera profesional. Actualmente, estas dimensiones están enfocadas para todo el profesorado, sin distinción para los potenciales. Por ello, sería importante contextualizar estas iniciativas en el paradigma de la GTD para impulsar otras dimensiones como la atracción, la sucesión y la cultura del talento. Esto podría abordarse mediante la creación, dentro de la administración educativa, de un área especializada en la competencia docente de alto rendimiento en el marco en la GTD. Podría tratarse de un equipo que, en el marco del contexto propio de cada centro educativo (Abid y Polo, 2024), aplicara el paradigma vinculado a la GTD. Entre sus objetivos, se hallarían: (a) Fomentar el liderazgo del talento, (b) orientar a los directores sobre la cultura del talento, (c) implantar un programa de GTD, (d) coordinar a los centros educativos en el proceso de implantación y seguimiento de la GTD, (e) implementar intervenciones dirigidas a los centros educativos con GTD baja para mejorar las prácticas actuales de gestión del talento, y (f) elaborar métricas de rendimiento de la GTD.
Implicaciones educativasLa principal implicación para los centros educativos se basa en dejar de ocultar el talento potencial (Ramaditya et al., 2022) y construir una cultura del talento (Davies y Davies, 2011). Los centros educativos podrán conocer sus áreas de mejora tras la aplicación del TEGTD (Liechti y Sesé, 2024) guiados por el equipo de la administración especializado en GTD. Sería relevante analizar si, en los centros con mejores puntuaciones en retención-clima y gestión del conocimiento, estas acciones se enmarcan dentro de una filosofía de gestión del talento: es decir, si alinean los intereses del talento con los del centro (Davies y Davies, 2011), promueven el bienestar del talento y refuerzan su compromiso con la organización (Anlesinya y Amponsah-Tawiah, 2020). También es necesario revisar las puntuaciones en las dimensiones como selección-cultura, evaluación y atracción. En el caso de la evaluación, porque la evaluación del desempeño no existe actualmente en el contexto español y es aplicable en el paradigma de la GTD. Por lo tanto, los centros pueden iniciar esta práctica. La selección-cultura necesita ser revisada para identificar si los centros españoles practican la identificación y clasificación de potenciales dentro de la cultura escolar en la que el profesorado es una de las piedras clave. Por último, sería necesario conducir a los centros hacia el desarrollo-sucesión para considerar la creación de un área especializada en el desarrollo del talento y la implantación de programas de desarrollo individualizados (Picazo, 2004), así como la creación de planes de sucesión para evitar la pérdida de talento.
Al abordar estas cuestiones e implementar estrategias focalizadas, España puede dar pasos significativos hacia la mejora de las prácticas de la GTD, lo cual permitiría incrementar la eficacia docente, la retención y la calidad global del sistema educativo. Estos esfuerzos pueden transformar los centros educativos en entornos dinámicos y orientados a la innovación, donde los docentes se sientan respaldados, valorados y capacitados para desarrollar su mejor desempeño. Al promover una cultura que priorice el desarrollo y la retención de docentes talentosos, España podría, no solo elevar sus estándares de enseñanza, sino también inspirar a futuras generaciones de profesionales de la educación a incorporarse a la profesión y contribuir a su progreso. Esta visión requiere esfuerzo sostenido y una colaboración estrecha entre la administración y los centros escolares. Las recompensas, como una plantilla más eficaz, implicada y empoderada, sin duda justificarán la inversión realizada.
Conflictos de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.













