356 - la INFLAMACIÓN MEDIADA POR NEUTRÓFILOS EN LA ATEROSCLEROSIS SUBCLÍNICA ES ATENUADA POR LA ADHERENCIA A LA DIETA MEDITERRÁNEA Y NUTRIENTES ESPECÍFICOS: UN ANÁLISIS DEL ESTUDIO CORDIOPREV
IMIBIC, Córdoba.
Los neutrófilos desempeñan un papel clave en la aterosclerosis. La dieta mediterránea podría reducir los neutrófilos, lo que potencialmente ralentizaría su progresión. Sin embargo, esto puede ser insuficiente para lograr todo el efecto terapéutico. Este estudio investigó la relación entre la adherencia a la dieta mediterránea y los neutrófilos, con el objetivo de determinar el efecto de la adherencia a la dieta mediterránea. Se realizó un análisis integral dentro del estudio CORDIOPREV, un ensayo clínico a largo plazo de intervención dietética que comparó la dieta mediterránea con una dieta baja en grasas. El estudio evaluó la relación entre la adherencia a la dieta mediterránea (MEDAS) y neutrófilos a lo largo de un seguimiento. Se examinó el grosor íntima-media de las arterias carótidas comunes (IMT-CC) como marcador de aterosclerosis. Una alta adherencia al MEDAS se asoció de manera observacional con menor neutrófilos en el año 5 (p = 0,002 vs. moderada; p = 0,006 vs. baja) y en el año 7 (p = 0,031 vs. moderada; p = 0,039 vs. baja). Los modelos longitudinales de efectos mixtos mostraron una asociación negativa entre los neutrófilos y la puntuación MEDAS (β = -0,023, p = 0,037). Dentro de los componentes de la dieta mediterránea, la ingesta de aceite de oliva virgen extra (AOVE), junto con otros nutrientes reductores de neutrófilos, fue el factor que más contribuyó a la disminución de neutrófilos (β = -0,006, p = 0,003). En el contexto de la aterosclerosis, una alta adherencia a la dieta mediterránea (p = 0,001 vs. baja; p < 0,001 vs. moderada) y una alta ingesta de nutrientes reductores de neutrófilos (p < 0,001 vs. baja) se asociaron con la detención de la progresión del IMT-CC de forma dependiente de neutrófilos. Una alta adherencia a la dieta mediterránea, especialmente con un elevado consumo de AOVE, reduce los neutrófilos y ralentiza la progresión del IMT-CC, lo que sugiere una estrategia no farmacológica de aplicación clínica inmediata para el manejo del riesgo cardiovascular.



