Introducción: La retirada precoz del catéter urinario es una de las estrategias posoperatorias incluidas en los protocolos ERAS (enhanced recovery after surgery). Las guías actuales en cirugía colorrectal recomiendan retirar el catéter urinario durante las 24 horas siguientes a la finalización del procedimiento quirúrgico. Sin embargo, el momento óptimo para su retirada tras la cirugía aún no está claro. Además, la cateterización prolongada se asocia con un mayor riesgo de infección del tracto urinario, mientras que la retirada temprana no se ha relacionado con una mayor incidencia de retención aguda de orina.

Objetivos: Este estudio tiene como objetivo evaluar la seguridad de la retirada del catéter urinario inmediatamente después de finalizar el procedimiento quirúrgico.

Métodos: Para este propósito, se diseñó un estudio de cohortes retrospectivo incluyendo pacientes que se sometieron a una hemicolectomía derecha bajo el protocolo ERAS desde enero de 2016 hasta diciembre de 2024. Los pacientes se dividieron en dos cohortes según la retirada convencional (24 horas después de la cirugía) y la retirada temprana (inmediatamente después de la cirugía). Se revisaron los datos demográficos, clínicos y quirúrgicos, y se analizaron los resultados posoperatorios, incluidas las complicaciones medidas según la clasificación de Clavien-Dindo. Se consideró complicación menor (Clavien- Dindo I y II). Se realizó un emparejamiento por propensity score matching analysis en una proporción de 2:1.

Resultados: La retirada temprana del catéter urinario se logró en el 19% de los pacientes incluidos en el estudio. Este grupo no presentó un aumento en las complicaciones posoperatorias menores. Además, la retirada inmediata del catéter tras la intervención quirúrgica se asoció, con significación estadística, a una movilización más precoz y a una reducción de la estancia hospitalaria en un día en nuestro centro.

Conclusiones: La retirada inmediata del catéter urinario es segura. Asimismo, promueve la movilización dentro de las primeras 24 horas posoperatorias y reduce la estancia hospitalaria. Dado que favorece una recuperación más rápida sin incrementar el riesgo de complicaciones, consideramos que es una estrategia que debería incluirse dentro de nuestro protocolo ERAS.