Objetivos: Evaluar la prevalencia de síntomas emocionales y cognitivos en la fase subaguda precoz del ictus (1 mes del alta de ingreso) y su relación con la reincorporación laboral precoz.

Material y métodos: Estudio observacional prospectivo de cohortes en un hospital terciario. Reclutamiento durante 12 meses de pacientes menores de 75 años, con primer ictus isquémico o hemorrágico no grave (NIHSS ≤ 8), autónomos al alta. Fueron evaluados al mes, recopilándose variables sociodemográficas, clínicas, cognitivas, emocionales y funcionales mediante recogida de datos y exploración neuropsicológica.

Resultados: Se incluyeron 48 pacientes, 23 mujeres, 36 (75%) en actividad laboral (edad media = 57,66 años), 10 (20,8%) formación universitaria; NIHSS ingreso = 2,5 (1,5), mRS = 0,31 (0). El 46% presentaba sintomatología ansiosa y/o depresiva, de ellos 59% mujeres, del total 86% en actividad laboral previa. Puntuaciones de ansiedad y depresión se asociaron significativamente con la edad, apatía, fatiga, calidad de vida, salud percibida, sueño y síntomas disociativos cognitivos por evento traumático (p < 0,05), pero no con dolor (p = 0,371) y dependencia (p = 0,52). Tras las pruebas de screening cognitivas (MoCA y Oxford Cognitive Screen) 42% presenta alteración cognitiva, 50% mujeres, del total 75% activos laboralmente, 40% psicopatología. Al mes 85% pacientes no se habían reincorporado al trabajo. Presentar síntomas ansiosos y/o depresivos se asoció a no reincorporarse (p < 0,05), pero no con la afectación cognitiva (p = 0,6).

Conclusión: Los SNM estaban presentes en más del 40% de los participantes en fase subaguda precoz al ictus. La presencia de síntomas de ansiedad y/o depresión tras el alta se relaciona con la no reincorporación laboral precoz.