Objetivos: Analizar la afectación vascular periférica en extremidades inferiores en personas con ictus. Como objetivos específicos, nos fijamos: 1) determinar el grado de afectación vascular, y 2) valorar su implicación en la capacidad de marcha y la calidad de vida.

Material y métodos: Se incluyeron 8 personas con diagnóstico de ictus (5 hemorrágicos, 3 isquémicos). Se evaluó el índice tobillo-brazo (ITB) en reposo y tras la prueba de marcha de seis minutos (6MWT), mediante Doppler vascular portátil y tensiómetro digital. Se emplearon además: el cuestionario SS-QoL para calidad de vida, el Edinburgh Claudication Questionnaire (ECQ) para claudicación intermitente, y la escala numérica del dolor.

Resultados: El 62,5% presentó posible afectación vascular. La media del ITB en reposo fue 0,85 ± 0,51 en la extremidad afecta y 0,76 ± 0,46 en la no afecta; tras el 6MWT, 0,80 ± 0,49 y 0,77 ± 0,48, respectivamente. En algunos casos, el ITB empeoró tras el esfuerzo. La relación entre el SS-QoL y el 6MWT mostró una correlación moderada, sin diferencias estadísticamente significativas. El ECQ y la escala del dolor mostraron coincidencia entre la presencia de claudicación y el aumento del dolor tras el ejercicio.

Conclusión: Existe una posible alta prevalencia de enfermedad arterial periférica en personas con ictus. Esta puede estar asociada a menor capacidad funcional y calidad de vida. La detección temprana puede favorecer una recuperación más efectiva. Se destaca la necesidad de un enfoque multidisciplinar que contemple el control de factores de riesgo vasculares.