Objetivo docente: Reconocer la necrosis avascular como potencial complicación postquirúrgica en fracturas diafiso-metafisarias distales de tibia. Revisar la información proporcionada por las técnicas de imagen para el diagnóstico precoz y optimizar su utilización. Considerar la dificultad sobreañadida de la presencia de artefactos del material metálico. Estudiar los posibles diagnósticos diferenciales: infección, no-unión, fracturas ocultas...

Revisión del tema: La necrosis avascular de la tibia distal después de una fractura de tobillo en el adulto es una complicación infrecuente. Probablemente tiene un origen multifactorial: escasa vascularización del platillo tibial posterolateral; mecanismo lesional; métodos terapéuticos utilizados... En las radiografías iniciales puede ser difícil distinguir los signos de necrosis de los signos de esclerosis parcheada asociados a la curación de la fractura. El CT es más sensible para detectar las fracturas de las placas y tornillos y el posible ensanchamiento de la sindesmosis. En RM puede detectarse engrosamiento y edema residual de los ligamentos sindesmóticos inferiores y posibles regiones de NAV delimitadas por el signo de la “doble línea”. Tanto el CT como la RM pueden aportar información complementaria sobre la integridad de la superficie articular, o la extensión de hueso infartado. La utilización de contrastes intravenosos puede ser útil para establecer el diagnóstico diferencial de la lesión.

Conclusiones: La sospecha diagnóstica y la adecuada utilización de las técnicas de imagen son indispensables para detectar una NAV en el seguimiento de fracturas distales de tibia. Debemos conocer los signos radiológicos iniciales y utilizar adecuadamente las diferentes técnicas de imagen.