38 - ÍNDICES DE INFLAMACIÓN Y DE COMPOSICIÓN CORPORAL COMO PREDICTORES PRONÓSTICOS EN PACIENTES ONCOLÓGICOS HOSPITALIZADOS: UTILIDAD DEL CXI Y del CTI EN UN ESTUDIO RETROSPECTIVO EN UN HOSPITAL TERCIARIO
Endocrinología y Nutrición, Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa, Zaragoza.
Introducción: La caquexia en pacientes con cáncer se asocia a mal pronóstico y está vinculada a inflamación sistémica, sarcopenia y mioesteatosis. Se han propuesto índices con valor pronóstico, como el índice de caquexia (CXI) y el índice PCR-triglicéridos-glucosa (CTI), relacionados respectivamente con masa muscular, estado nutricional e inflamación y resistencia insulínica.
Métodos: Estudio retrospectivo, observacional, analítico que incluye pacientes oncológicos hospitalizados valorados por la Sección de Nutrición del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa durante 2023. Se recogieron datos de la valoración nutricional, tipo de intervención nutricional, valores analíticos y análisis de la composición corporal mediante corte a la altura de L3 en TC empleando el software FocusedOn.
Resultados: Se analizaron 139 pacientes, (47,9% mujeres, edad media 65 años), de los cuales un 79,8% (n = 99) fue diagnosticado de desnutrición relacionada con la enfermedad. Un 79,3% (n = 111) sarcopenia y el 67,9% (n = 95) mioesteatosis en L3. Se observó que un menor CXI se asocia con una mayor mortalidad intrahospitalaria (p = 0,013), mientras que un CTI elevado se relaciona con una mayor tasa de ingreso en UCI (p < 0,001) durante la hospitalización. No se observaron asociaciones estadísticamente significativas a nivel de mortalidad global ni de la tasa de reingresos. Se analizaron curvas COR que mostraron un punto de corte de 6,27 para CTI respecto al ingreso en UCI (AUC 0,66; OR 5,4, IC95% 2,45-12) y de 9,03 para CXI y mortalidad intrahospitalaria (AUC 0,69; OR 4,79, IC95% 1,56-14,74).
Conclusiones: Los índices CXI y CTI muestran utilidad pronóstica en pacientes oncológicos hospitalizados: el primero asociándose a mortalidad intrahospitalaria y el segundo al riesgo de ingreso en UCI. Su incorporación a la valoración nutricional de estos pacientes puede facilitar una estratificación del riesgo clínicamente relevante y contribuir a un abordaje más personalizado.



