Objetivos: La discapacidad derivada del ictus es un problema de salud pública con elevados costes económicos, sociales y en calidad de vida de pacientes y cuidadores. Resulta imprescindible una rehabilitación precoz y adaptada, que habitualmente implica estancias hospitalarias prolongadas. La rehabilitación domiciliaria emerge como alternativa eficaz y eficiente en pacientes seleccionados.

Material y métodos: Estudio observacional retrospectivo diseñado para evaluar el beneficio funcional de rehabilitación domiciliaria posictus y el grado de satisfacción de pacientes del área V, beneficiarios de este recurso en el año 2023.

Resultados: Se solicitó rehabilitación domiciliaria en 91 pacientes, de los cuales completaron el tratamiento 76. Fueron predominantemente mujeres, con mediana de edad de 78,7 años. Respecto a la topografía del ictus, predominó la localización derecha (43%) y etiología TOAST aterotrombótica (34%). Se aplicaron tres disciplinas diferentes: fisioterapia en el 93,4% de los pacientes; terapia ocupacional en el 54%; y logopedia en el 6,6%. El tiempo medio desde la solicitud hasta el inicio del tratamiento fue de 17,8 días y, la duración media del mismo, 58,8 días. Se evaluó la situación funcional antes y después del tratamiento, con un incremento de 20 puntos en escala Barthel (51,2 vs. 70,9 puntos) y de 1,01 puntos en la escala de Rankin modificada. En general, los pacientes valoran positivamente esta intervención.

Conclusión: Se ratifica en nuestro ámbito sanitario la rehabilitación domiciliaria posictus como un recurso que aproxima el tratamiento al entorno del paciente, con un impacto positivo en su recuperación funcional y un alto nivel de valoración por parte de los usuarios.