Objetivos: Mujer de 40 años diagnosticada de esclerosis múltiple (EM) remitente-recurrente tratada con acetato de glatiramer, por deseo genésico, y enfermedad mixta de tejido conectivo que no precisó inicio de medicación. Rediagnosticada con lupus eritematoso sistémico (LES) en 2022.

Material y métodos: Análisis sanguíneo: anticuerpos ANA, anti-DNA y antirribosoma P positivos; linfopenia leve, sin signos de TB activa. RM cerebral (durante embarazo): lesiones de EM supra e infratentoriales (carga moderada), y en médula cervical, no captantes; lesión con realce lineal yuxtacortical en el giro medio del hemisferio cerebral izquierdo.

Resultados: Debido a la coexistencia de enfermedades y la progresión de la EM, se inició rituximab (anti-CD20), pero tuvo que detenerse por efectos adversos graves. Por ello, se inició ofatumumab, consiguiendo buen control de ambas entidades, con depleción de linfocitos B y sin mostrar ninguna reacción adversa.

Conclusión: Las terapias anti-CD20 han mostrado buen resultado en ensayos clínicos y en práctica clínica real, tanto para EM como para LES. No obstante, actualmente no existe suficiente evidencia del uso de ofatumumab como alternativa a rituximab por efectos adversos del mismo. Ofatumumab podría representar una opción válida en pacientes con ambas patologías dado su mejor perfil riesgo beneficio y la menor ratio de inmunogenicidad.