Objetivos: La incidencia de demencia está disminuyendo en los países desarrollados, aunque las causas de ello no son bien conocidas. La mejoría del estado de salud de la población podría ser una de ellas. Se examina en una cohorte de voluntarios mayores de 65 años si el estado de salud, medido tanto con parámetros objetivos como subjetivos, es factor de riesgo del desarrollo de deterioro cognitivo leve y demencia.

Material y métodos: Se estudian 1.051 individuos cognitivamente normales (69 a 85 años; 64% mujeres) seguidos durante > 10 años; 147 desarrollaron deterioro cognitivo leve (DCL) y 73 demencia. Se analizan la edad, sexo y nivel educativo, la presencia en la evaluación basal de varios factores de riesgo vascular, patologías en otras 11 áreas sistémicas, número de fármacos, índice de comorbilidad de Charlson-Romano, hábitos de vida, y salud percibida (nomograma 0-100 y comparación de la salud actual con la de un año antes) como factores de riesgo de la incidencia de DCL o demencia. El riesgo se analizó mediante modelos de Cox uni- y multivariados.

Resultados: En esta cohorte la edad, la diabetes y el estado de salud autopercibida se asocian significativamente con la incidencia de DCL (HR 1,1 [IC95%: 1,05-1,16], 1,7 [IC95%: 1,1-2,82], y 0,98 [IC95%: 0,97-0,993] respectivamente). El empeoramiento en el estado de salud autopercibida en el último año se asocia con la incidencia de demencia (HR 1,66 [IC95%: 1,4-4,5]).

Conclusión: El estado de salud autopercibida es un surrogado importante, predictor de deterioro cognitivo y demencia, con más peso que el estado de salud objetivo.