Las pruebas estándar de coagulación preoperatorias han mostrado escasa capacidad para detectar alteraciones hemostáticas, pero se siguen solicitando de forma rutinaria. En nuestro entorno no hay recomendaciones claras al respecto. El objeto de este estudio fue elaborar un consenso sobre su indicación mediante la metodología Delphi.
Material y métodosSe realizó un estudio Delphi multicéntrico on-line de tres rondas. Diez anestesiólogos expertos reclutaron colaboradores hasta completar el grupo de trabajo (59 anestesiólogos); completaron el proceso 50. El panel valoró 46 afirmaciones con una escala Likert 1-9. Se alcanzó consenso cuando, en la tercera ronda, ≥70% de las puntuaciones de cada afirmación fueron ≥7. Las afirmaciones aceptadas se calificaron como acuerdo leve (70-79%), moderado (80-89%) o fuerte (90-100%).
ResultadosSe aceptaron 29 afirmaciones, resumidas en 21 y agrupadas en 6 categorías: indicación general, factores de riesgo del paciente, características del procedimiento, valoración global, pacientes pediátricos y casos especiales. El acuerdo fue fuerte en 14 afirmaciones, moderado en 5 y leve en 2. Recomendaciones principales: 1)no solicitar pruebas de forma universal; 2)decidir su necesidad según historia clínica, cuestionarios estandarizados y factores de riesgo (anticoagulación, hepatopatía, insuficiencia renal, trastornos hematopoyéticos); 3)indicarlas antes de procedimientos de alta complejidad o riesgo hemorrágico, y 4)usar pruebas específicas en pacientes con anticoagulantes directos.
ConclusionesLas pruebas de coagulación preoperatorias deben individualizarse en función del riesgo de alteraciones hemostáticas del paciente y del riesgo de sangrado del procedimiento.
Standard pre-operative coagulation tests have shown limited ability to detect haemostatic abnormalities, yet they continue to be ordered routinely. Clear guidance is lacking in our setting. We therefore sought to develop consensus recommendations on their indication using a Delphi methodology.
Material and methodsA three-round, online, multicentre Delphi study was conducted. Ten expert anaesthesiologists convened and recruited colleagues until the working group comprised 59 anaesthesiologists; 50 completed all rounds. The panel rated 46 statements on a 1-9 Likert scale. Consensus was defined in the third round as ≥70% of ratings ≥7. Accepted statements were classified as weak (70-79%), moderate (80-89%) or strong (90-100%) agreement.
ResultsTwenty-nine statements were accepted, synthesised into 21 and grouped into 6 categories: general indication, patient risk factors, procedure characteristics, global assessment, paediatric patients, and special cases. Agreement was strong for 14 statements, moderate for 5, and weak for 2. Key recommendations were: (1)avoid universal testing; (2)base testing on medical history, standardised bleeding-risk questionnaires and specific risk factors (anticoagulation, liver disease, renal insufficiency, haematopoietic disorders); (3)order tests before high-complexity or high-bleeding-risk procedures; and (4)use specific assays in patients receiving direct oral anticoagulants.
ConclusionsPre-operative coagulation testing should be individualised according to the patient's haemostatic risk profile and the haemorrhagic risk of the planned procedure.










