El manejo clínico y terapéutico del carcinoma hepatocelular (CHC) es complejo, especialmente del estadio avanzado, y su valoración debe realizarse de forma conjunta en comités multidisciplinares (CMD). La función del radiólogo es crucial, no solo en la detección de la enfermedad, sino que tiene un papel fundamental que acompaña al paciente antes, durante y después del diagnóstico. En este artículo se revisan varios puntos clave en los que la radiología participa en la toma de decisiones. Existen herramientas que permiten valorar el punto de partida del paciente para estimar tanto la reserva funcional como la reserva hepática. También es importante reconocer los signos radiológicos de mal pronóstico y los hallazgos que determinan un estadio avanzado, para una adecuada individualización del tratamiento. Por último, es imprescindible integrar las diferentes respuestas a la inmunoterapia para una adecuada valoración de la enfermedad y la identificación de la progresión.
The clinical and therapeutic management of hepatocellular carcinomas (HCC) is complex, especially in advanced stages, and assessment should be performed jointly in patient care teams (PCTs). The radiologist is crucial, not only in disease detection, but also in their role of accompanying the patient before, during and after diagnosis. This article reviews several key points in which radiology is involved in decision-making. There are tools that allow assessment of the patient's baseline status, both to estimate functional reserve and hepatic reserve. It is also important to recognise imaging signs of poor prognosis and findings that determine advanced stage, to enable appropriate individualisation of treatment. Finally, it is essential to integrate different responses to immunotherapy for proper disease assessment and identification of progression.























