Objetivos: Describir algunas características de la población anciana no oncológica que tienen pautados opioides mayores a largo plazo en nuestra comunidad autónoma.

Métodos: A través del sistema de información de prescripción farmacéutica, se han extraído todos los pacientes que han utilizado opioides mayores en el último cuatrimestre de 2017 y llevan al menos 2 años ininterrumpidos tomándolos. Se excluyen los que no han tenido prescripciones de opioides mayores en el primer cuatrimestre del 2018 y los pacientes oncológicos. Del total de la muestra, se obtiene la subpoblación con edad ≥ 65 años, que se divide a su vez en dos grupos: P1 o población anciana (65-80 años) y P2 o población anciana frágil (> 80 años). Además de la edad, se evalúa el sexo, los opioides utilizados y las dosis pautadas.

Resultados: De los 7.558 pacientes de la muestra inicial, el 74,46% es población anciana: 2.589 pertenecen al grupo P1 (501 hombres, 2.088 mujeres) y 3.039 al grupo P2 (434 hombres, 2.605 mujeres). Un 27,30% de la población anciana tiene pautadas dosis elevadas de opioides mayores, siendo los más utilizados el fentanilo transdérmico (36,62%), la oxicodona (28,32%) y el tapentadol (22,67%).

Conclusiones: Los opioides mayores para el tratamiento del dolor crónico no oncológico a largo plazo se utilizan mayoritariamente en ancianos, población con elevados índices de pluripatología y polifarmacia. Esto implica un mayor riesgo de aparición de problemas relacionados con estos fármacos. Es fundamental mantener un adecuado balance riesgos/beneficios, especialmente en este grupo de población.