Los tumores cardiacos primarios son enfermedades habitualmente benignas, muy infrecuentes y que ocasionalmente comienzan con clínica neurológica.
MétodosAnalizamos, retrospectivamente, una serie de 107 pacientes intervenidos con este diagnóstico entre 1994 y 2024.
ResultadosEl ictus fue la forma de inicio del tumor en 14 pacientes. El 50% de los pacientes presentaban lesiones isquémicas múltiples en pruebas de neuroimagen, pero en los estudios iniciales no se observaron aneurismas ni metástasis cerebrales del tumor. La clínica neurológica fue más frecuente en pacientes con tumores vellosos (33,3 vs. 7,2%) (p=0,001), independientemente del diámetro tumoral. En el análisis multivariante, los pacientes con inicio neurológico presentaron clase funcional NYHA grado i; (RR: 11,9; IC 95% [2,3-60,5]; p=0,003) y morfología vellosa tumoral (RR: 6,78; IC 95% [1,8-25,3]; p=0,004). Ningún paciente fue sometido a tratamiento de reperfusión y se procedió a la exéresis quirúrgica del tumor (mediana ictus-cirugía: 19 días), sin complicaciones neurológicas posquirúrgicas ni tardías durante el seguimiento.
ConclusionesLa clínica neurológica puede ser el síntoma de inicio de un tumor cardiaco primario en pacientes con buena clase funcional y antecedentes de embolias en otras localizaciones. La morfología vellosa favorece la aparición de manifestaciones neurológicas de origen embólico, independientemente del tamaño del tumor. Las complicaciones neurológicas tardías, debidas a aneurismas cerebrales o metástasis tumorales, son extremadamente raras y no se han presentado en nuestra serie.
Primary cardiac tumors are very infrequent, usually benign, and occasionally present with neurological symptoms.
MethodsWe retrospectively analyzed a series of 107 patients diagnosed of primary cardiac tumors who underwent cardiac surgery between 1994 and 2024.
ResultsStroke was the debut form of tumor in 14 patients. Multiple ischemic lesions on neuroimaging were identified in 50% of patients, but no aneurysms or brain tumor metastases were observed at the time of diagnosis. Neurological symptoms were more frequent in patients with villous tumors (33.3 vs. 7.2%) (p=0.001), regardless of tumor diameter. In the multivariate analysis, patients with neurological debut presented NYHA I functional class (RR: 11.9; 95% CI [2.3-60.5]; p=0.003) and villous tumor morphology (RR: 6.78; 95% CI [1.8-25.3]; p=0.004). No patient underwent reperfusion treatment and surgical excision of the tumor was performed (median stroke-surgery: 19 days) without early postoperative or late neurological complications during follow-up.
ConclusionsNeurological symptoms can be the first manifestation of primary cardiac tumors in patients with good functional class and a history of multiple peripheral embolisms. Villous morphology favors neurological manifestations of embolic origin, despite tumor size. Late neurological complications, due to brain aneurysms or tumor metastases, are extremely rare and have not seen in our series.