P-22 - VIGILANCIA ENDOSCÓPICA PARA EL MANEJO DE TUMORES NEUROENDOCRINOS GÁSTRICOS TIPO I SUBCENTIMÉTRICOS. EXPERIENCIA EN EL ÁREA DE SALUD DE CÁCERES
Servicio de Aparato Digestivo, Hospital Universitario de Cáceres.
Introducción: Los tumores neuroendocrinos (TNE) son un grupo heterogéneo de neoplasias originadas en el sistema endocrino difuso ya sea con o sin producción hormonal. En concreto las neoplasias neuroendocrinas gástricas suponen el 7% de los TNE del tracto digestivo y el 1% de las neoplasias gástricas, además en los últimos años se ha incrementado progresivamente su incidencia debido en parte a factores relacionados con su diagnóstico como con el aumento del número de endoscópicas y biopsias gástricas, la mejora en la calidad de imagen de los endoscopios o a las técnicas de cromoendoscopia virtual. Subdivididos en tres tipos en función de sus características histológicas, endoscópicas y localización, el manejo de estas lesiones según las últimas guías clínicas se resume a realizar vigilancia endoscópica si tienen < 10 mm o resección endoscópica si tienen >= 10 mm. El objetivo de este estudio fue evaluar la eficacia y seguridad del seguimiento endoscópico de tumores neuroendocrinos tipo I en pacientes con gastritis crónica en el área de salud de Cáceres.
Métodos: Estudio observacional retrospectivo. Pacientes con confirmación histológica de tumor neuroendocrino gástrico entre el año 2019-2024 en el área de salud de Cáceres. 18 pacientes, excluidos 8 (2 adenocarcinoma concomitante, 1 tamaño, 2 TNE tipo 3 y 3 pérdida de seguimiento) e incluidos 10 pacientes.
Resultados: Se ha evaluado el seguimiento de 10 pacientes (edad media 61,8 años, 90% sexo femenino) con tumores neuroendocrinos tipo I bien diferenciados. El 60% presentaba lesiones visibles subcentimétricas, siendo multifocales en el 90% de los pacientes, 100% de ellos localizados en cuerpo-fundus. En todos los pacientes confirmación histológica de gastritis crónica, con ausencia de lesiones extraintestinales. En el 90% de los pacientes se ha identificado la ausencia de progresión tumoral tras una media de seguimiento de 37,6 meses. Solo aumento del grado de agresividad en 1 paciente, bien diferenciado G2, por el momento sin suponer cambios en la actitud terapéutica.
Conclusiones: La vigilancia endoscópica parece una opción eficaz y segura para el manejo de pacientes con tumores neuroendocrinos gástricos tipo I dada la baja tasa de progresión tumoral y el excelente pronóstico que presentan.






