Introducción y objetivos: Los pacientes con diabetes tipo 1 (DM1) tienen mayor riesgo de enfermedad celíaca (EC), y la dieta sin gluten (DSG) afecta su vida, sumándose a las exigencias de la DM1. Un manejo dietético-nutricional adecuado mejora el control glucémico y previene complicaciones. Este estudio evaluó características clínicas, control metabólico, adherencia al tratamiento y hábitos alimenticios en pacientes con DM1 y EC.

Material y métodos: Estudio observacional, descriptivo y transversal en 26 pacientes con DM1 y EC atendidos en un Hospital de Referencia entre febrero y noviembre de 2024. Se analizaron características clínicas (IMC, tiempo de evolución, anticuerpos antitransglutaminasa tisular), control glucémico (HbA_1c), adherencia al tratamiento (cuestionario SCI-R.es para diabetes y CDAT para EC), síntomas antes y después de la DSG, déficits nutricionales y hábitos alimenticios.

Resultados: Se evaluaron 26 pacientes (50% hombres; edad media: 27 años). El IMC promedio fue de 24,2 ± 4,4, con un 27% en sobrepeso y un 4% en obesidad. El 58% usaba bomba de insulina y el 42% múltiples dosis de insulina (MDI). El 62% presentó adecuado control glucémico (HbA_1c < 7%) y buena autogestión de la diabetes según el SCI-R.es (81,8% ± 10,6). La DM1 y la EC tenían una evolución promedio de 15,9 ± 11,1 y 12,5 ± 10,6 años, respectivamente. Seis pacientes fueron diagnosticados primero con EC. El 19,2% presentó anticuerpos positivos, y el 65% mostró buena adherencia a la DSG (CDAT). Antes del diagnóstico de EC, el 54% tuvo síntomas gastrointestinales (dolor e hinchazón abdominal, principalmente) y el 62% extraintestinales (fatiga, irritabilidad, dolor de cabeza). Al momento de la evaluación y tras DSG, el 47,3% presentó síntomas gastrointestinales únicamente al consumir gluten, el 27% de forma persistente y el 69% síntomas extraintestinales. Se identificaron déficits de hierro (23%), vitamina D (31%) y vitamina A (35%) y 3 (11,5%) pacientes presentaron osteoporosis. El 77% de los pacientes realizaba cinco comidas al día, pero el cumplimiento de recomendaciones dietéticas fue bajo: solo 23,1% cumplía con verduras, 42,3% con frutas, 46,2% con legumbres y 7,7% con cereales y tubérculos. El 46,2% no consumía cereales integrales. Hubo consumo excesivo de lácteos (30,8%), carnes blancas (46,2%), carnes rojas (42,3%) y embutidos (76,9%). Además, se observó un exceso en cereales de desayuno (23,1%), dulces (30,8%), bollería (26,9%), bebidas sin azúcar (26,9%) y aperitivos salados (34,6%).

Conclusiones: Aunque la mayoría de los pacientes mostró un adecuado control glucémico y buena adherencia al tratamiento, persistieron síntomas gastrointestinales y déficits nutricionales, destacando la necesidad de investigar factores adicionales en su evolución. En este sentido, el estudio de la microbiota intestinal, uno de los objetivos principales de nuestro proyecto MINUT1EC, podría proporcionar nuevas perspectivas para entender mejor la interacción entre estas enfermedades y desarrollar estrategias terapéuticas más efectivas que optimicen la calidad de vida de los pacientes.