Objetivos: El exoesqueleto robótico ABLE, validado previamente en patologías como la esclerosis múltiple y la lesión medular, está diseñado para facilitar el entrenamiento de la marcha en pacientes con afectación neurológica. Este estudio piloto tiene como objetivo explorar su aplicabilidad como herramienta terapéutica para el entrenamiento de la marcha en pacientes con ataxia posictus.

Material y métodos: Se inicia un estudio preliminar observacional prospectivo longitudinal de 15 pacientes en un centro especializado en neurorrehabilitación. Para ello se aplica un protocolo estructurado en tres fases: ejercicio aeróbico (30 min), marcha asistida con el exoesqueleto ABLE (1 hora) y marcha en suelo (30 min), con el objetivo de mejorar la propiocepción y la estabilidad durante la marcha.

Resultados: Se presentan los avances preliminares de la primera paciente, mujer de 52 años con ictus hemorrágico protuberancial derecho. Tras 14 semanas de intervención, se observaron mejoras clínicas significativas en equilibrio (+28%), velocidad de marcha (+35% ritmo normal, +50% ritmo rápido), resistencia (+42%) y fuerza funcional (+50%). También se redujo el tiempo en la prueba TUG (-48%), la asistencia robótica (de 100% a 30%) y el uso de productos de apoyo.

Conclusión: A partir de los resultados de este estudio preliminar, se podría fomentar un trabajo futuro con una muestra mayor para continuar con la validación al respecto. Combinado con ejercicio aeróbico previo y marcha en suelo posterior, el uso del exoesqueleto ABLE podría favorecer en estos pacientes la retención, transferencia y aprendizaje de habilidades motoras, lo que abre nuevas posibilidades terapéuticas en el ámbito de la neurorrehabilitación.