22119 - ALZHÉIMER: NO ES UNA ENFERMEDAD NATURAL, PROBABLEMENTE UN SÍNDROME, QUIZÁ UN MITO. REFLEXIONES DESDE LA HISTORIA
1CIBERNED. Instituto de Salud Carlos III. Instituto de Investigación Hospital 12 de Octubre. Hospital Universitario 12 de Octubre; 2Departamento de Psicología Básica. Facultad de Psicología; 3Servicio de Neurología. Fundación CIEN. Centro Alzheimer Fundación Reina Sofía.
Objetivos: Nuestro objetivo fue analizar las tres nosologías históricas de la enfermedad de Alzheimer (EA), comparándolas con los criterios médicos de enfermedad, síndrome y mito.
Material y métodos: Revisión narrativa de los conceptos de la enfermedad: natural (criterio de Boorse); normativa (criterio socio-médico, Nordenfelt) y mixta; síndrome (agrupación de síntomas, signos, pruebas complementarias) y mito (creencia no soportada por fundamentos ciertos); e histórica, en bases biomédicas y textos.
Resultados: La EA se definió, primero, como rara enfermedad presenil (Kraepelin, 1910) con criterio normativo. Después, al final de los años setenta, al unirse la demencia presenil y senil en una sola demencia (Katzman), se estableció como una entidad clínico-patológica (McKhann, 1984). Los avances genéticos y biológicos moleculares separaron la EA genética de la esporádica (EAe), y propiciaron su redefinición. Desde hace dos décadas se ha propuesto la EAe como un constructo biológico, basado en valores anormales de biomarcadores de neurodegeneración cerebral (tau, beta-amiloide), sin criterios patológicos directos. Tras sucesivos cambios tiene actualmente dos formulaciones análogas: entidad puramente biológica (Jack-NIA-Alzheimer-Association), o esta con criterios clínicos añadidos (Dubois-IWG). Su redefinición es normativa, basada en opinión de expertos (sin validación patológica/clínica). En la práctica, EA y patología tipo EA tienden a confundirse. Actualmente, muchos autores la consideran un síndrome (heterogeneidad genética, clínica y patológica) sin causa conocida, los más radicales un mito. Su mantenimiento como enfermedad se debe a la dificultad de cambio en los paradigmas científicos (Kuhn).
Conclusión: Las tres nosologías históricas de la EA son normativas, y al carecer de etiología, muchos autores la consideran un síndrome; algunos, más radicales, un mito histórico.



