Objetivos: Los síntomas negativos ictales son una manifestación poco frecuente de las crisis epilépticas (CE) pero su diagnóstico precoz es fundamental para iniciar un tratamiento adecuado. Nuestro objetivo fue describir una cohorte de pacientes con stroke mimics (SM), con especial énfasis en aquellos con diagnóstico final de crisis epiléptica (CE).

Material y métodos: Estudio observacional, retrospectivo y analítico de pacientes con diagnóstico final de SM tras activación del código ictus en un hospital terciario (2020-2025). Se analizaron características demográficas, clínicas, diagnósticas y terapéuticas. En el subgrupo de CE se exploraron comorbilidades, semiología ictal, EEG, tratamiento y evolución clínica. Se comparó la perfusión cerebral (PCT) entre CE y otros SI.

Resultados: Se incluyeron 179 pacientes, con edad media de 66,6 años (DE ± 18,5); 57% mujeres. Mediana de NIHSS: 2 (RIC: 0-6); Rankin basal: 0 (RIC: 0-2); ASPECTS: 10 (RIC: 0-10); y tiempo síntoma-triaje: 6,3 horas (DE ± 10,0). Se realizó PCT en 31,3% y fibrinólisis en 1,1%. El 11,2% fueron CE (n = 20), con mayor edad (73,2 años; p = 0,004), mayor NIHSS (7,7; DE ± 8,0) y 35% tenían antecedentes de epilepsia. Tres presentaron estatus convulsivo y uno estatus no convulsivo. La PCT mostró hiperperfusión en el 70% de las CE (vs. 11,1%; p < 0,001). El 85% recibió fármacos anticrisis y todos evolucionaron favorablemente.

Conclusión: En nuestra cohorte, las CE representaron un porcentaje relevante de los SM, con un patrón característico en la PCT. Estos hallazgos destacan la necesidad de estudios prospectivos multicéntricos que evalúen su utilidad diagnóstica.