Objetivos: Evaluar los efectos a largo plazo de cladribina comprimidos sobre los niveles de NfL como marcador de inflamación y evaluar su potencial valor predictivo de actividad clínica o radiológica.

Material y métodos: Se estudiaron los niveles de neurofilamentos mediante la técnica Simoa^® (Quanterix). De una población inicial de 471 pacientes con EM que habían recibido únicamente 2 ciclos de cladribina comprimidos, se seleccionaron 156 mediante un propensity score que identificó pacientes con características similares en el basal momento basal y con muestras de suero disponibles al menos en uno de los momentos de observación (0, 6, 12, 18, 24, 30-36 y 42-48 meses).

Resultados: Los pacientes incluidos presentaron una edad media de 38,4 ± 8,8 años, un promedio de 0,9 ± 0,8 brotes en el último año pretratamiento; 1,3 ± 0,9 lesiones con gadolinio (Gd+) en la resonancia basal; una EDSS basal de 1,7 ± 1,1; y un promedio de 0,7 ± 0,8 tratamientos previos. Se analizaron 313 muestras de suero, con un promedio de 44 muestras por intervalo de tiempo. Los niveles de NfL basales fueron 12,7 ± 10,9. Estos valores fueron más bajos a los 6 (7,6 ± 5,1; p = 0,048); 12 (7,4 ± 4,4; p = 0,049); y 18 meses (6,965 ± 3,39; p = 0,031). Por el contrario, dichos niveles fueron significativamente más altos a los 42-48 meses en comparación con los 30-36 meses (12,3 ± 9,97 vs. 8,8 ± 5,8; p = 0,045).

Conclusión: Los niveles de NfL de pacientes tratados con cladribina muestran valores más bajos comparados con la media de los valores de tratamiento. Sin embargo, dichos valores experimentan un aumento durante el cuarto año después del primer ciclo, indicando potencialmente la necesidad de un nuevo tratamiento.