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Vol. 52. Núm. 5.
Páginas 242-248 (Septiembre - Octubre 2017)
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Vol. 52. Núm. 5.
Páginas 242-248 (Septiembre - Octubre 2017)
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Ortogeriatría: primer registro multicéntrico autonómico de fracturas de cadera en Castilla y León (España)
Orthogeriatrics: The First multicentre regional register of hip fractures in Castilla y León (Spain)
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Angélica Muñoz-PascualaPilar Sáez-Lópezb,q,
Autor para correspondencia
pisalop@gmail.com

Autor para correspondencia.
Sonia Jiménez-MolacNatalia Sánchez-HernándezdNoelia Alonso-GarcíadAna Isabel Andrés-SainzeM. Cruz Macias-MonteroaCarmen Vázquez-PedrezuelafNieves Pereira de Castro JuezgPilar del Pozo-TagarrohCarmen Pablos-HernándeziCarmen Cervera-DíazjAna Cerón-FernándezkEsther Vuelta-CalzadalJavier Perez-Jara CarreramAlfonso González-RamíreziTeresa Collado-DíaznJavier Idoate-GilcM. Teresa Guerrero-DíazaDayro Gutierrez-BejaranooEncarnación Martín-Perezp
a Sección de Geriatría, Complejo Asistencial de Segovia, Segovia, España
b Unidad de Geriatría, Complejo Asistencial de Ávila, Ávila, España
c Unidad de Geriatría, Complejo Asistencial Universitario de León, León, España
d Servicio de Traumatología, Complejo Asistencial de Ávila, Ávila, España
e Unidad de Geriatría, Complejo Asistencial de Palencia, Palencia, España
f Unidad de Geriatría, Hospital de Medina del Campo, Medina del Campo, España
g Unidad de Geriatría, Complejo Asistencial de Burgos, Burgos, España
h Unidad de Geriatría, Hospital Santos Reyes, Aranda de Duero, España
i Unidad de Geriatría, Complejo Asistencial Universitario de Salamanca, Salamanca, España
j Unidad de Geriatría, Hospital Clínico Universitario de Valladolid, Valladolid, España
k Unidad de Geriatría, Hospital Universitario Río Hortega, Valladolid, España
l Unidad de Geriatría, Hospital Santiago Apóstol, Miranda de Ebro, España
m Unidad de Geriatría, Hospital El Bierzo, Ponferrada, España
n Unidad de Geriatría, Complejo Asistencial de Zamora, Zamora, España
o Área de Salud de Segovia, Segovia, España
p Servicio de Geriatría, Hospital San Juan de Dios, León, España
q Instituto de Investigación Hospital Universitario La Paz, Fundación Idi Paz, Ávila, España
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Tabla 1. Características demográficas, clínicas y funcionales basales
Tabla 2. Características clínico-asistenciales durante el ingreso y al alta
Tabla 3. Resultados del modelo 8 en el análisis de regresión lineal múltiple y la influencia de las distintas variables sobre la estancia hospitalaria
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Resumen
Objetivo

El objetivo de este trabajo es describir las características de los pacientes con fractura de cadera en los hospitales públicos de Castilla y León recogidos durante un periodo de tiempo de 3 meses (noviembre del 2014 y octubre y noviembre del 2015).

Material y método

El grupo de trabajo de Ortogeriatría de Castilla y León elabora un registro común para recoger datos de las fracturas de cadera. Se incluyen mayores de 74 años ingresados por fractura de cadera, en 13 hospitales públicos de la comunidad, los meses de noviembre del 2014 y octubre-noviembre del 2015. Es un estudio multicéntrico, prospectivo y observacional en el que se recogieron variables clínicas, funcionales, sociales y mortalidad intrahospitalaria.

Resultados

Se analizaron 776 pacientes, con una edad media de 86,6±6 años. La demora quirúrgica fue de 4±2,8 días y la estancia media hospitalaria de 10±4,7 días. El riesgo anestésico fue ASA 3±0,6. El 66,5% de los pacientes tuvieron complicaciones médicas intrahospitalarias y precisaron transfusión el 55,5%. Fallecieron durante la hospitalización un 4,6%. La estancia media prequirúrgica se relacionó con la estancia global, con p<0,001.

Conclusiones

Los registros de fractura de cadera son una herramienta esencial para evaluar el proceso y mejorar la calidad asistencial de estos pacientes. Este es el primer registro multicéntrico de fracturas de cadera en ancianos realizado en una región de España y puede ser un buen precedente de referencia ante el futuro registro nacional.

Palabras clave:
Fractura de cadera
Anciano
Mortalidad
Ortogeriatría
Registro
Abstract
Objective

The objective of this study is to describe the characteristics of the patients with hip fracture admitted to the Public Hospitals of Castilla y León during three monthly periods (November 2014, and October and November 2015).

Material and method

The Castilla y León orthogeriatrics work group created a common register to collect data on hip fractures. The study included patients 75 years-old and over hospitalised with hip fractures in the 13 public hospitals in the community during November 2014, and October and November 2015. A multicentre, prospective, and observational study was conducted, in which clinical, functional, and social variables, as well as in-hospital mortality, were collected.

Results

The analysis included data from a total of 776 patients with a mean age of 86 (±6) years. The surgical delay was 4±2.8 days, and the mean hospital stay was 10±4.7 days. The anaesthesia risk was ASA 3±0.6. Around two-thirds (66.5%) of the patients had medical complications while in hospital, and 55.5% required a transfusion. In-hospital mortality was 4.6%. The mean pre-surgical stay was related to the overall stay: P<.001.

Conclusions

Hip fracture registers are an essential tool for evaluating the process and for improving the treatment quality of these patients. This is the first multicentre register of hip fracture in the elderly created in a Spanish region, and could be a good precedent reference for a future national register.

Keywords:
Hip fracture
Elderly
Mortality
Orthogeriatric care
Registers
Texto completo
Introducción

La fractura de cadera es uno de los principales problemas de salud en la población anciana, con grave repercusión sobre la morbimortalidad, el desarrollo de dependencia funcional y el aumento de la institucionalización1-3. Se dispone de numerosas guías de práctica clínica (GPC) con recomendaciones para el tratamiento de ancianos con osteoporosis y fractura de cadera y la mayoría contemplan la necesidad de la colaboración entre Traumatología y Geriatría con el fin de mejorar la atención sanitaria en este proceso4-7. En el 93% de los hospitales públicos de Castilla y León, Geriatría y Traumatología colaboran en la atención de los ancianos con fractura de cadera8.

Países como Irlanda, Escocia o Noruega y Reino Unido cuentan con registros nacionales de fracturas de cadera del anciano9-13, pero en España no se dispone de esta herramienta. Los objetivos principales de las GPC y de los registros son analizar los resultados y mejorar la calidad asistencial. En 2014 se constituyó el Grupo de trabajo de Ortogeriatría de Castilla y León, formado por traumatólogos y geriatras e integrado en la Sociedad Castellano-Leonesa-Cántabro-Riojana de Traumatología (SCLECARTO). Este grupo decide elaborar una base de datos común para registrar las fracturas de cadera que ingresan en hospitales públicos de Castilla y León.

El objetivo de este trabajo es describir las características de los pacientes con fractura de cadera en los hospitales públicos de Castilla y León, recogiendo la información durante un periodo de tiempo de uno o 2 meses al año.

Se presentan los primeros resultados del registro recogidos en noviembre de 2014 y octubre-noviembre de 2015.

Material y métodosTipo de estudio

Se trata de un estudio multicéntrico, longitudinal y prospectivo, en el que participan los hospitales públicos de la región. Cuenta con una planificación del trabajo previa, un consenso en cuanto a las variables y un coordinador del registro que envía información periódica sobre el mismo. Se decide recoger datos durante 1-2 meses cada año, lo que permite comparar los resultados a lo largo del tiempo y las diferencias entre los distintos centros de la comunidad. Se informa de los resultados de la base de datos a cada uno de los participantes en el registro.

Criterios de inclusión y exclusión

En el registro fueron incluidos los pacientes mayores de 74 años con fractura de cadera que ingresaron del 1 al 30 de noviembre de 2014 y del 1 de octubre al 30 de noviembre del 2015 en 13 hospitales públicos de la comunidad.

Se excluyeron las fracturas patológicas, las periprotésicas y las causadas por traumatismo de alta energía.

Procedimiento y variables

Se elaboró una base de datos compartida entre los centros participantes en la que se recogieron variables epidemiológicas, clínicas, funcionales, cognitivas y sociales. La selección de las variables se ha consensuado por parte de los componentes del Grupo de Ortogeriatría de Castilla y León tras revisar bibliografía sobre registros de otros países y publicaciones relacionadas9-15. Se diseñó previamente una ficha específica que facilitó el registro (fig. 1), así como un documento con la descripción de cada una de las variables.

Figura 1.

Tabla de recogida de datos.

AAS: ácido acetilsalicílico; ACV: accidente cerebrovascular; ASA: American Society of Anesthesiologists; DM: diabetes mellitus; FA: fibrilación auricular; FX: fractura; HTA: hipertensión arterial; ITU: infección del tracto urinario; QX: quirúrgica; UPPS: úlceras por presión.

(0,56MB).

Se han seleccionado las comorbilidades que, siendo las más prevalentes, pueden condicionar mayor riesgo de descompensación durante el ingreso. Y en cuanto a las complicaciones médicas, se han elegido en base al artículo de Liem et al.4.

Se han registrado los fármacos que pueden afectar a la demora quirúrgica (antiagregantes y anticoagulantes), tratamiento analgésico y para la osteoporosis.

Se ha seleccionado la ubicación según el domicilio propio o si precisa más ayuda viviendo en el domicilio de un familiar o en una residencia.

La situación funcional se ha medido mediante el índice de Barthel y la capacidad de deambulación.

Los datos fueron recogidos por los geriatras de cada hospital y descargados en una hoja de Excel®. Posteriormente, se enviaron mediante una plataforma diseñada con carpeta compartida «on line» para completar la información de todos los hospitales.

Los datos recogidos fueron tratados bajo la normativa de protección de datos, siendo los pacientes y los directivos de los hospitales informados del trabajo que se estaba realizando.

Análisis estadístico

Para el análisis de las variables recogidas se utiliza el programa SPSS 19, expresando las variables cuantitativas como media±desviación típica para los datos de distribución normal y como mediana para los datos no paramétricos. La normalidad de la distribución se evalúa mediante la prueba de Kolmogorov-Smirnov. Las variables categóricas se expresan como porcentajes o proporciones. Las medias de las variables cuantitativas se han comparado mediante el estadístico t de Student para distribuciones normales y el test de Mann Whitney o el de Kruskal-Wallis cuando no se ajustaban a la normalidad. Para comparar proporciones se emplea la prueba de Chi-cuadrado o la prueba exacta de Fisher. Las correlaciones entre variables cuantitativas se han evaluado mediante el análisis de correlación de Pearson o por el coeficiente de correlación de Tau de Kendall, si no se ajustaban a la normalidad. La relación entre la estancia prequirúrgica y la estancia global hospitalaria se ha realizado con el análisis de regresión lineal múltiple. Se utiliza como límite de la significación estadística el valor de p<0,05.

Resultados

Participaron 13 de los 14 hospitales públicos de la comunidad.

Se incluyeron 776 pacientes, de los cuales 613 (79%) eran mujeres, con una edad media de 86,6±6 años para el total de la muestra. El número de pacientes incluidos en cada hospital se representa en la figura 2.

Figura 2.

Frecuencia de distribución de pacientes en función del hospital de procedencia.

Ca.: Complejo Asistencial; H.: Hospital; H.C.: Hospital Clínico; R.H.: Río Hortega.

(0,12MB).

En la tabla 1 se reflejan las características demográficas, clínicas y funcionales basales de los pacientes incluidos.

Tabla 1.

Características demográficas, clínicas y funcionales basales

Número de pacientes  776 
Mujeres/varones (%)  78,9/21,1 
Edad±DE  86,6±6 años 
Procedencia (%)
Domicilio  66,6 
Residencia  33,4 
Estado funcional previo (%)
Deambulación independiente o bastón  55,6 
Andador/muletas/persona  39,2 
Sin deambular  5,2 
Tipo de fractura (%)
Pertrocantérea  48,8 
Subcapital  43,6 
Subtrocantérea  7,6 
Comorbilidad (%)
Cardiopatía  73,4 
Demencia  37,8 
Diabetes mellitus  23,3 
Neumopatía  15,8 
Accidente cerebrovascular  17 
Insuficiencia renal crónica  15,7 
Número de fármacos previos±DE  5,5±
ASA±DE  3±0,6 
ASA ≤2 (%)  29,3 
ASA ≥3 (%)  70,7 

ASA: American Society of Anesthesiologists; DE: desviación estándar.

Se intervinieron quirúrgicamente el 93% de los pacientes, desestimándose la cirugía en mayor proporción entre los varones (p<0,01), por tener mayor riesgo anestésico, resultando ser los de mayor mortalidad intrahospitalaria. El tipo de fractura más frecuente fue la pertrocantérea (48,8%), seguida de la subcapital (43,6%) y por último la subtrocantérea (7,6%). La osteosíntesis fue la técnica quirúrgica más empleada, aunque se colocaron 294 prótesis.

Los pacientes tomaban una media de 5,5±3 fármacos antes del ingreso hospitalario. El 28,8% de la muestra tomaban antiagregantes, principalmente ácido acetilsalicílico, y el 16,1% anticoagulantes, la mayoría acenocumarol.

El 70,7% fueron clasificados de alto riesgo quirúrgico (American Society of Anesthesiologist [ASA ≥3]), con una puntuación de 3±0,6. La mayoría de los pacientes se intervinieron bajo anestesia raquídea (90,5%).

En la tabla 2 se presentan las características clínico-asistenciales durante el ingreso y al alta.

Tabla 2.

Características clínico-asistenciales durante el ingreso y al alta

Número de pacientes  776 
Tipo de cirugía (%)
Artroplastia  40 
Osteosíntesis  60 
Anestesia general (%)  9,5 
Complicaciones (%)
Delirium  35,5 
Cardíacas  21 
Gastrointestinales  18,6 
Infección urinaria  14 
Infección respiratoria  14,2 
Insuficiencia renal  14 
Enfermedad tromboembólica  0,9 
Reacciones alérgicas medicamentosas  0,4 
Infección herida quirúrgica  0,9 
Transfusión (%)  55,5 
Media de concentrados transfundidos±DE  1,3±1,5 
Estancia media global±DE  10,1±4,7 
Estancia prequirúrgica±DE  4±2,8 
Funcional al alta de Traumatología (%)
Deambulación independiente/1 bastón  1,2 
Andador/muletas/ayuda  59,5 
Sin deambular  39,3 
Pacientes en descarga al alta (%)  20 
Ubicación al alta (%)
Domicilio propio o familiar  36,6 
Residencia  63,3 
Nueva institucionalización  29,4 
Mortalidad hospitalaria (%)  4,6 
Tratamiento analgésico al alta (%)
Analgesia a demanda  32 
Primer y segundo escalón OMS  65 
Opioides mayores 
Tratamiento osteoporosis (%)
Sin tratamiento  31,8 
Calcio y vitamina D  53,8 
Osteoformadores/Antirresortivos  14,5 

DE: desviación estándar; OMS: Organización Mundial de la Salud.

Hasta el 66,5% de los pacientes tuvieron complicaciones médicas durante su estancia hospitalaria, resultando las más frecuentes el delirium, complicaciones cardíacas y gastrointestinales. Un 55,5% precisaron transfusión. La transfusión se asoció de forma estadísticamente significativa con el tipo de fractura —siendo más frecuente en las pertrocantéreas y subtrocantéreas (p<0,01)—, con la edad avanzada (p<0,001), con un elevado riesgo anestésico (ASA 3-4) (p<0,05) y con la presencia de complicaciones médicas (p<0,001). También se relacionó con la estancia hospitalaria más prolongada de 10±4,9 días respecto a los no transfundidos, en quienes fue de 9±4 días (p<0,001).

El retraso en la demora quirúrgica varió en función de los hospitales (fig. 3), siendo el retraso medio de 4±2,8 días y hasta un 35,4% de los casos superó los 4 días. El retraso en la demora quirúrgica se relacionó de forma estadísticamente significativa con la comorbilidad previa, especialmente con aquellos pacientes que tenían historia de ACV (p<0,01), con el mayor riesgo anestésico (p<0,05), con la presencia de tratamiento anticoagulante (p<0,01) y antiagregante (p<0,05) y con las complicaciones médicas intrahospitalarias, fundamentalmente con las gastrointestinales (p<0,001).

Figura 3.

Estancia media global y demora quirúrgica por hospitales.

EM global: estancia media global; E PREQX: estancia media prequirúrgica (días).

(0,09MB).

El retraso quirúrgico superior a 4 días se asoció con una estancia global de 12±4,4 días frente a los 9±4 días de los pacientes intervenidos antes del cuarto día de ingreso (p<0,001).

La estancia global hospitalaria fue de 10±4,7 días, aunque variable de un hospital a otro (fig. 3). El 41,7% de los pacientes tuvieron una estancia global superior a 10 días. La estancia prolongada se relacionó de forma estadísticamente significativa con la comorbilidad previa, especialmente con ACV y neumopatías previas, con las complicaciones médicas intrahospitalarias (p<0,001) y con las transfusiones durante el ingreso (p<0,001).

En el momento del alta, se indicó descarga de la extremidad afectada en el 20% de los casos operados, dato que fue variable en función de los hospitales y del tipo de fractura (25% pertrocantéreas y 69% subtrocantéreas). La mayoría de los pacientes (59,5%) caminaban con andador o muletas en el momento del alta. Un 63,3% fueron a residencia.

Los analgésicos más utilizados al alta pertenecían al primer y al segundo escalón, según la clasificación de la OMS. El tratamiento para la osteoporosis fue calcio y vitamina D en el 53,8% de los casos y osteoformadores o antirresortivos en el 14,5%. Se aumentó de forma estadísticamente significativa la prescripción del tratamiento analgésico al alta, al comparar los años 2014 y 2015 (51% vs. 71%; p<0,001).

La mortalidad hospitalaria fue del 4,6%. Las variables que se asociaron a mayor mortalidad fueron el sexo (8,75% varones y 3,5% mujeres; p<0,01), la ausencia de intervención (p<0,001), los antecedentes de enfermedad respiratoria e insuficiencia renal (p<0,05), un mayor riesgo anestésico (p<0,001) y la presencia de complicaciones médicas durante el ingreso hospitalario (p<0,001).

Entre los pacientes operados, los que fallecieron esperaron para ser intervenidos 1,8 días más que los que sobrevivieron (p>0,05).

En el modelo de regresión lineal múltiple la estancia global hospitalaria se asocia estadísticamente con la estancia prequirúrgica (0,523, p<0,001), con las complicaciones cardíacas y pulmonares durante el ingreso, las infecciones urinarias, las complicaciones quirúrgicas, la transfusión durante el ingreso, la demencia y el delirium. Más de un 50% del incremento de la estancia hospitalaria se explica por el tiempo prequirúrgico ajustado por la comorbilidad, las complicaciones médicas y las quirúrgicas (tabla 3) (fig. 4).

Tabla 3.

Resultados del modelo 8 en el análisis de regresión lineal múltiple y la influencia de las distintas variables sobre la estancia hospitalaria

Variables  Modelo 8
  Odds ratio (IC 95%) 
Estancia prequirúrgica  0,88 (0,80 a 0,96)  0,000 
Complicaciones cardíacas  1,76 (1,14 a 2,37)  0,000 
ITU  1,85 (1,19 a 2,52)  0,000 
Complicaciones quirúrgicas  4,36 (2,70 a 6,02)  0,000 
Complicaciones pulmonares  1,53 (0,81 a 2,57)  0,000 
Transfusión  −0,95 −1,42 a −0,47)  0,000 
Demencia  −0,88 (−1,39 a 0,37)  0,001 
Delirium  0,78 (0,25 a 1,31)  0,004 

ITU: infección del tracto urinario.

Figura 4.

Aumento de la estancia hospitalaria en función de la estancia prequirúrgica.

(0,11MB).
Discusión

En los últimos años se han ido instaurando en algunos países los registros nacionales sobre fracturas9-13 de cadera del anciano, lo que posibilita disponer de información sobre este proceso, detectar posibles déficits, corregirlos y mejorar así la calidad asistencial.

En España, a pesar de que se dispone de varios documentos con recomendaciones sobre la atención al anciano con fractura de cadera5,16-18, no se ha iniciado un registro de las fracturas a nivel nacional que sirva como una auditoría, con su consiguiente control de calidad.

El objetivo principal de este estudio es analizar las características de los ancianos con fractura de cadera ingresados en los hospitales públicos de la comunidad de Castilla y León, y valorar la utilidad de la información derivada de un registro temporal de fracturas de cadera de la comunidad. En Castilla y León se cuenta con una amplia experiencia en la colaboración entre Traumatología y Geriatría para la atención al anciano con fractura de cadera8, se realizan jornadas de formación y recientemente se ha organizado un grupo de trabajo de Ortogeriatría con iniciativas relacionadas con esta actividad.

En este artículo se describen los resultados de la primera recogida de datos en noviembre de 2014 y octubre y noviembre de 2015.

Estos pacientes presentan importantes complicaciones médicas, junto con un mayor deterioro funcional, lo que les condiciona con relativa frecuencia un cambio en su domicilio habitual, para afrontar la nueva situación. La estancia prequirúrgica es superior a la recomendada por las GPC.

La edad de los pacientes fue aún mayor que la mayoría de series registradas, aunque puede venir condicionado por el criterio de inclusión a mayores de 74 años19-21.

La mayoría de los pacientes procedían del domicilio, como en otros trabajos19,20,22, y hasta un tercio estaban ya institucionalizados, porcentaje que asciende hasta el 63% en el momento del alta, lo que supone un 29,4% de nuevas institucionalizaciones (pacientes que vivían en el domicilio y al alta van a residencia). La escasez de unidades de rehabilitación geriátrica en esta comunidad hace que se utilicen las residencias con el objetivo rehabilitador, pero no se dispone de datos sobre si la institucionalización es temporal o definitiva o de su eficacia en cuanto a la mejoría funcional.

En los centros donde disponen de unidades de recuperación funcional, entre el 20 y el 80% de los pacientes son derivados allí para rehabilitación, lo que disminuye el porcentaje de pacientes que van a residencia después del alta de Traumatología19,20,23.

A pesar de que los pacientes de esta serie parten de una capacidad funcional aceptable (55,6% deambulación independiente y 39,2% con ayuda técnica) y similar a otros19,24, su situación funcional al alta es mucho peor (39% se van sin deambular, frente al 10% en el trabajo de Mesa-Lampré et al.19), si bien estos resultados no son comparables en su totalidad porque en este caso se evalúa la situación funcional entre el quinto y el séptimo día después de la cirugía, sin tratamiento rehabilitador específico. Otros trabajos19,20 aportan datos sobre la funcionalidad al alta de una unidad de recuperación funcional tras una estancia de 10-20 días en la fase subaguda y recibiendo un tratamiento rehabilitador específico.

Existe una amplia evidencia sobre la eficacia de las unidades de recuperación funcional y de los programas multidisciplinares de rehabilitación para recuperar la función tras la fractura de cadera (previenen deterioro funcional y el ingreso en residencias, disminuyen la mortalidad y suponen menor coste que el hospital de agudos)25,26, hecho que debe motivar para el desarrollo de este nivel asistencial.

Por otro lado, en este registro, el alto porcentaje de pacientes que son dados de alta en descarga por parte de Traumatología (20%) contribuye a elevar en gran medida el número de pacientes que se van del hospital sin caminar.

La comorbilidad de los pacientes es similar a la de otros estudios, con predominio de cardiopatía, un 38% de demencia y un 23% de DM15,19,24,27.

El riesgo anestésico medido mediante ASA en su mayoría es de 3, como en otros trabajos9,11-13,24.

En cuanto a las complicaciones, aunque la comparación es difícil porque el concepto no es uniforme, coincide un porcentaje de delirium de entre el 20 y el 30% como en otros trabajos19,24,27, el 20% de complicaciones cardíacas24 y el 14% de infecciones respiratorias y urinarias15,19,24.

La anemia no se recoge de forma individual, aunque sí el porcentaje de transfusiones, que es del 55%. Porcentajes superiores de transfusión se han encontrado en nuestro medio (65,5%) y disminuyeron al 56% tras protocolizar el manejo de la anemia y utilizar hierro intravenoso24. El programa de ahorro de sangre con tratamiento eritroestimulante utilizado en un hospital de Zaragoza parece ser más eficaz en cuanto a ahorro de transfusiones, descendiendo hasta el 47%19.

La demora quirúrgica es un dato muy variable en la literatura, desde 48h en los hospitales irlandeses y del Reino Unido9,13, hasta una media de 2- 4 días en muchas series españolas3,8,19,22,24. El tiempo transcurrido desde el ingreso hasta la cirugía se asoció con mayor comorbilidad, alto riesgo anestésico medido con ASA, toma previa de anticoagulantes, complicaciones médicas y estancia global. Resultados similares se han encontrado en otro trabajo24, que tras implantar una vía clínica logra reducir el retraso quirúrgico en 2 días.

La falta de disponibilidad de quirófano, independientemente de las características de cada centro, es la razón más frecuente en todas las series en las que se evalúa el motivo del retraso28,29.

Otras publicaciones atribuyen entre un 33 y un 44% del retraso a causas médicas, pero se plantean el riesgo/beneficio de la demora quirúrgica para su control, teniendo en cuenta la urgencia de la intervención en estos pacientes28,30. Vidán et al.28 encuentran que la mayor inestabilidad clínica previa motivaba también el retraso quirúrgico, y la mortalidad hospitalaria aumentaba a partir de 120h de espera.

La estancia global está alrededor de 10 días, inferior a algunos resultados en nuestro país3,8,19,20,22-24, aunque con los condicionantes comentados previamente sobre las estancias con el fin rehabilitador. Los resultados de algunas bases de datos nacionales (Irlanda y Reino Unido)9,13 tienen mayor estancia contando el ingreso con el objetivo rehabilitador, excepto en Estados Unidos, donde consiguen una estancia en fase aguda de 4 días15.

La estancia hospitalaria superior a 10 días, como en otros trabajos, se relacionó con la comorbilidad24, las complicaciones hospitalarias como infecciones y úlceras por presión24,31, la demora quirúrgica y las transfusiones. Es precisamente en este perfil de pacientes geriátricos con elevada comorbilidad y alto riesgo de complicaciones, en los que la colaboración ortogeriátrica ha demostrado una reducción de la estancia hospitalaria en numerosos estudios20,22,24,32-34.

El tratamiento analgésico al alta pautado en la mitad de los pacientes es de primer escalón, como en el estudio de Sáez et al.8, utilizando el paracetamol en más del 90% de los pacientes ingresados. Solo se prescriben opioides al 3% en el momento del alta, que probablemente sea escaso. Se observó un incremento significativo en la pauta de la prescripción analgésica posiblemente debido a la concienciación de los médicos en relación con una mejor formación.

El porcentaje de tratados con osteoformadores o antirresortivos es inferior al de otros trabajos de nuestro medio8, aunque casi la mitad reciben calcio y vitamina D. El alto riesgo de nuevas fracturas justifica el tratamiento de la osteoporosis35, pero el perfil de estos pacientes con tanta pluripatología y polimedicación deja el tratamiento de este problema en un segundo lugar y probablemente el momento de planteárselo sea uno o 2 meses después del alta, tras conocer la situación clínica y funcional posterior a la fractura, parámetros analíticos del metabolismo mineral-óseo y evaluar el riesgo de caídas18.

La mortalidad intrahospitalaria es del 4,6%, similar a los datos publicados en nuestro país3,8,19,24. Se asocia con género masculino, no intervenidos, mayor ASA, comorbilidad (enfermedad respiratoria e insuficiencia renal) y complicaciones durante el ingreso, coherente con los resultados de varios estudios36.

Entre las limitaciones del estudio está el contar con 2 registros transversales, no continuos a lo largo de 2 años. Ante la falta de recursos humanos para este tipo de trabajos, se decidió que la recogida de datos fuera de uno o 2 meses al año, motivo por el que el número de pacientes es inferior, aunque con representación de todos los hospitales.

Como ventaja, se trata del primer registro de datos de fractura de cadera multicéntrico de una comunidad autónoma en nuestro país y podría servir como precedente de un registro nacional. La información es muy valiosa para los profesionales sanitarios, pero también para que los gestores adapten los recursos a la realidad, pudiendo comparar con hospitales similares del mismo entorno. Sería deseable que este tipo de registros contara con apoyo de las sociedades científicas implicadas y de las administraciones sanitarias regionales y central para conseguir un registro nacional único, similar al que tienen en otros países, así como la definición de estándares de calidad como objetivo a cumplir en sucesivas recogidas de datos.

Conclusiones

El registro de fracturas de cadera en varios hospitales de Castilla y León ha permitido conocer los detalles de su asistencia y comparar los datos entre los distintos centros, detectando áreas de mejora susceptibles de ser corregidas.

La demora quirúrgica y el porcentaje de pacientes a quienes no se autoriza la carga al alta son superiores a lo recomendado en las GPC.

La escasez de unidades de recuperación funcional es otro déficit que es posible mejorar.

Otros resultados como el número y abordaje de complicaciones, el deterioro funcional agudo y la mortalidad son similares a otros trabajos.

Este es el primer registro multicéntrico de fracturas de cadera en ancianos realizado en una región de España y posiblemente sea la antesala del registro nacional.

Conflicto de intereses

Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

Bibliografía
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Epidemiology of osteoporotic hip fractures in Spain.
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J.A. Serra, G. Garrido, M. Vidán, E. Marañón, F. Brañas, J. Ortiz.
Epidemiología de la fractura de cadera en España.
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