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Vol. 14. Núm. 7.
Páginas 5-63 (Julio 2000)
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Botiquines y urgencias Todo controlado
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OLGA DE CONTE VILAa, CRISTINA BATLLE EDOb
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Las autoras ofrecen diversas pautas orientativas de cara a la confección del botiquín doméstico o de viaje. También exponen las medidas básicas que se deben adoptar para resolver las consecuencias de pequeños accidentes y urgencias frecuentes.

Antes de exponer el contenido recomendable para un botiquín doméstico o de viaje de carácter ordinario, conviene detallar algunas precauciones que es necesario tener en cuenta a la hora de confeccionarlo, guardarlo y utilizarlo.

 

CONSEJOS DE CARA A LA PLANIFICACIÓN DE UN BOTIQUÍN

Un botiquín debe servir para tratar una enfermedad habitual o para realizar unos primeros cuidados de urgencia, en caso de sufrir una dolencia aguda imprevista o un accidente. A la hora de establecer su contenido, conviene tener en cuenta los siguientes consejos:

­ Fijarse en la edad y el sexo de los posibles usuarios.

­ Prever el contexto en el que podría utilizarse el botiquín: destinos exóticos, playa, alta montaña, práctica deportiva, actividades de riesgo o aventura, etc.

­ El botiquín debe ser ligero, contener lo esencial y evitar elementos superfluos.

­ Los medicamentos que incluya deberán incorporar el correspondiente prospectos con indicaciones, posología, modo de administración, efectos secundarios, fecha de caducidad, etc.

­ Los fármacos incluidos deben ser útiles, no peligrosos y bien conocidos por el usuario. No hay que guardar medicamentos tóxicos dentro del botiquín general. Si es imprescindible guardarlos, es preciso conservarlos separados, etiquetados debidamente y a disposición sólo de la persona que los utiliza. Conviene tener presente que los medicamentos para adultos pueden ser tóxicos para los niños.

­ Los frascos deben guardarse bien cerrados, en caso contrario el contenido podría quedar alterado por la humedad o por evaporación de líquido disolvente y aumentar peligrosamente su dosis por unidad de toma.

­ No guardar en ningún caso fórmulas magistrales: su estabilidad es a corto plazo y no está estudiada ni preparada para larga duración.

­ Rechazar todos los preparados recetados para dolencias esporádicas de algún miembro de la familia. En general no se volverán a producir las mismas circunstancias y en el caso de que se produzcan, los síntomas pueden ser mal interpretados y la causa y el tratamiento pueden ser totalmente distintos.

­ El botiquín doméstico no debe ser confundido con un almacén para guardar los medicamentos que en alguna ocasión nos fueron útiles. Su papel se limita a facilitar lo necesario para solucionar molestias inoportunas, mientras se espera que abra la farmacia o se pueda consultar a un médico.

­ Si en el núcleo familiar existen niños o lactantes debe tenerse especial cuidado en disponer en todo momento de medicación específica para su edad y dolencias.

­ Si en la familia hay bebés, conviene disponer de varios chupetes de los utilizados por el bebé y si se tiene que salir de viaje, es útil llevar comprimidos o líquido para la esterilización química de los biberones.

­ Para el coche o el viaje, el botiquín debe ser indeformable, manejable, y fácilmente localizable. Debemos procurar que no incida el sol directamente sobre él y que permanece alejado de las fuentes de calor o luz.

­ Si en la casa conviven niños o ancianos con alguna discapacidad mental, el botiquín debe estar cerrado con llave y ésta guardada en un lugar conocido por los adultos del hogar.

­ El botiquín debe guardarse en un lugar con temperatura fresca y ambiente seco y debe ser revisado con frecuencia.

 

CONTENIDO DE UN BOTIQUÍN DOMÉSTICO

El botiquín doméstico básico debe contener los siguientes elementos:

­ Utensilios: tijeras de puntas redondeadas, pinzas, termómetro digital, torniquete de Esmarch, agujas y jeringuillas estériles de un solo uso, férulas de inmovilización, guantes estériles.

­ Material para la protección de heridas o llagas: gasas, apósitos estériles, vendas, compresas, bandas adhesivas de sujeción, suturas adhesivas, algodón hidrófilo.

­ Desinfectantes: alcohol de 70º, con mayor poder desinfectante que el de 96º.

­ Antisépticos: agua oxigenada, povidona yodada, merbromina, tintura de yodo, gluconato de clorhexidina, etc.

­ Pomada cicatrizante, antiséptica y dermoprotectora para quemaduras, eritema solar, rozaduras, llagas y heridas superficiales, eritema del pañal, etc. Especialidades formuladas a base de bálsamo de Perú, vaselina, óxido de cinc, ictiol, derivados de la vitamina A, sulfadiazina argéntica, etc.

­ Fotoprotectores adecuados para cada fototipo y circunstancias de exposición al sol. Productos aftersun para la rehidratación de la piel tras la fotoexposición.

­ Productos para el mareo cinético: especialidades que contengan dimenhidrato o meclozina.

­ Repelentes de insectos: stick, crema, loción o aerosol que contenga permetrina, producto activo sintético (DEET), sumithrin, esencia de citronela, etc.

­ Productos para el alivio de dermatitis alérgicas, picaduras de insectos etc. Se recomienda incluir preparados que contengan alguno de estos principios activos: lidocaína, hidrocortisona, fluocinolona, tripelenamina, difenhidramina, dimetindeno maleato, prometazina, benzocaína, amoníaco, mentol o pramoxina. Las bolsas de frío también resultan útiles.

­ Analgésicos y antitérmicos: ácido acetilsalicílico, ibuprofeno, naproxeno, paracetamol; bolsas de frío.

­ Productos para el alivio de los síntomas catarrales. Para el dolor de garganta pueden incluirse caramelos o pastillas con benzocaína, lidocaína, bencidamina o clorhexidina. Contra la tos improductiva se recomiendan los jarabes con dextrometorfano.

­ Antiinflamatorios tópicos: especialidades formuladas con aceclofenaco, bencidamina, diclofenaco, indometacina, ketoprofeno, naproxeno o piroxicam; bolsas de frío.

­ Productos para el alivio de contusiones y hematomas: bolsas de frío, heparina, heparinoides.

­ Antiácidos. Para el alivio de pirosis o digestiones pesadas ocasionales son recomendables productos formulados con ácido algínico, sales de calcio, aluminio o magnesio, almagato, almasilato o magaldrato.

­ Laxantes. Los principios activos más recomendables para aliviar el estreñimiento ocasional son: salvado de trigo, plantago, parafina, lactulosa, lactitol, supositorios de glicerina, metilcelulosa y senósidos A+B.

­ Antidiarreicos. En todos los casos de diarrea, es útil contar con soluciones de rehidratación oral. También se recomienda el consumo de modificadores de la flora intestinal: Lactobacillus acidophilus, Bacillus subtilis, etc. En los casos leves, además, pueden ser útiles especialidades farmacéuticas formuladas a base de loperamida, carbón activado, carbonato cálcico, sales de bismuto, caolín o pectina. En casos más graves se aconseja la consulta al médico. En circunstancias de emergencia (viajes a países tropicales etc.), y sospecha de diarrea de origen infeccioso, se impone la administración de ciprofloxacino, cotrimoxazol, doxicilina, fluorquinolona, metronidazol, tetraciclinas o trimetoprim.

­ Productos contra las molestias oculares. Para el alivio de conjuntivitis alérgicas o de origen inespecífico pueden incorporarse colirios formulados con fenilefrina, nafazolina o tetrizolina. Para el tratamiento de conjuntivitis de etiología infecciosa se emplean especialidades formuladas con gentamicina, clortetraciclina o cloramfenicol.

 


Nunca se deben guardar en el botiquín las fórmulas magistrales


 

­ Productos para el alivio de las rinitis alérgicas. Para esta indicación resulta muy útil disponer de suero fisiológico o agua de mar isotónica. También existen en el mercado farmacéutico gotas o nebulizadores con oximetazolina, xilometazolina, tramazolina, efedrina y fenilefrina.

 

PACIENTES CRÓNICOS

En el caso de enfermos crónicos o personas con afecciones habituales leves, es imprescindible, por supuesto, incluir la medicación pertinente en el botiquín. En el extranjero en ocasiones resulta especialmente difícil encontrar el producto al que estamos acostumbrados, en la dosis habitual etc. y a veces, de acuerdo con las normativas sanitarias del país visitado, es muy difícil conseguirlo sin una receta médica extendida por un facultativo del país. Es interesante en estos casos llevar consigo una receta médica personalizada que indique que la medicación de la que somos portadores es para nuestro uso y ha sido prescrita por nuestro médico.

 

RIESGOS ESPECIALES

Durante las vacaciones se propician las relaciones humanas y entre ellas las sexuales. Por ello es conveniente proveerse en el botiquín de preservativos con fecha de caducidad correcta. Por otro lado, en los viajes a destinos exóticos pueden producirse ataques de animales venenosos o peligrosos. El botiquín de la expedición debe estar provisto de sueros antiofidios específicos para la zona visitada.

Conviene informarse en los centros de enfermedades tropicales o en los centros de vacunación internacional de las vacunas y enfermedades transmisibles específicas de los lugares que pensemos visitar, pues es posible que deba efectuarse la vacunación con antelaciones de hasta 30 días previa salida de España. En las tablas I-V se presenta un resumen de las vacunas que pueden considerarse en función de los destinos escogidos para el viaje.

 

 

En los conocidos como «viajes de aventura», además de lo indicado seria interesante añadir: anestésicos locales, antiamebianos, antiparasitarios externos, antihelmínticos, hemostáticos y suero antiponzoñoso.

Asimismo, es recomendable que en el botiquín, tanto el doméstico como el de viaje, se disponga de un pequeño manual de curas de urgencia y del teléfono del médico de cabecera, del servicio de urgencia más próximo o del Servicio Nacional de Toxicología.

 

URGENCIAS Y PRIMEROS AUXILIOS

A continuación se ofrecen unas cuantas normas de aplicación en casos de urgencia:

Comprobaciones iniciales

Ante un accidentado, debemos preguntarle su nombre, procedencia, etc. Si no responde ni por gestos ni con la mirada, hay que reanimarlo con unos golpecitos en la cara. Si no reacciona lo colocaremos tumbado sobre el suelo, comprobaremos si respira o no y si no respira, efectuaremos la maniobra de frente-mentón procurando que la lengua no obstruya el paso del aire. Si es preciso, habrá que efectuar maniobras de recuperación cardiopulmonar, respiración artificial, boca-boca o, en caso de lesión en la boca o la nariz, manipulaciones específicas. Si respira pero está inconsciente, debemos colocarlo de lado, procurando que la ropa no le oprima, y que la boca no tenga residuos. Hay que protegerlo del frío y comprobar la regularidad del pulso y la respiración.

Manipulación y traslados

Establecidas las funciones vitales, comprobar si hay hemorragias y detenerlas. Si la situación del accidentado es grave, no hay que abandonarlo para pedir auxilio, sino atenderlo hasta que alguien acuda para poder solicitar auxilio. No se debe mover al accidentado. Si es imprescindible, lo mejor es deslizar un objeto (traje, manta, etc.) debajo y arrastrarlo, sin levantarlo. Si es un motorista, no hay que sacarle el caso. En caso de tener que valorar a varios accidentados, los de máxima urgencia (traslado prioritario) son los afectados por hemorragias importantes no controladas, asfixia por cuerpo extraño, ataques cardíacos, estado de shock y grandes quemados. Los siguientes en urgencia son aquellos que presenten extremidades aplastadas, hemorragias importantes controladas momentáneamente o quemaduras extensas. Deberán ser trasladados antes de una hora.

Podrán esperar hasta tres horas los que padezcan fracturas de tronco y extremidades abiertas. No revisten urgencia las fracturas cerradas y las heridas poco importantes. Las personas que asistan a accidentados deben protegerse las manos con guantes.

Ataques cardíacos

Los ataques cardíacos se caracterizan por dolor en el pecho irradiado al lado izquierdo, pulso débil e irregular, respiración superficial y posible pérdida de conocimiento. Debe solicitarse inmediata ayuda y si la persona está consciente, semisentarla, desabrocharle la ropa y hacerle respirar profundamente. Si está inconsciente, se coloca en posición lateral de recuperación y se inician maniobras de reanimación.

Heridas

Ante una herida simple, conviene despejarla y lavarse las manos y la herida con agua y jabón. La limpieza debe hacerse con guantes y gasa estéril, desde el centro hacia el exterior. Pueden aplicarse antisépticos y dejar la herida al aire o cubierta con una gasa estéril.

Si la herida es profunda, hay que detener la hemorragia, practicar reanimación cardiorrespiratoria si es necesaria y no limpiar la herida, sino cubrirla con material limpio y trasladar al accidentado a un centro hospitalario. Si la herida se ha producido por un objeto, no hay que retirarlo y sí trasladar al accidentado a un centro hospitalario. Las heridas profundas de tórax son siempre graves: hay que dejar al herido recostado sobre el lado herido y trasladarlo al hospital más cercano. Sea cual sea la gravedad de la herida debe efectuarse profilaxis antitetánica antes de las 48 horas.

Hemorragias

Para detener una hemorragia lo más simple es efectuar compresión sobre la herida, con un apósito estéril durante unos 15 minutos. Luego debe vendarse firmemente sin impedir la irrigación del resto del miembro afectado. Si el herido vuelve a sangrar, no hay que retirar el apósito sino añadir otro encima. Si así no se logra impedir que sangre, debe comprimirse la arteria durante un tiempo inferior a 10 minutos (buscando un punto palpitante desde la herida al corazón) y trasladar al accidentado al hospital.

Si se sospecha la existencia de heridas internas o sale sangre por los orificios naturales, es preciso tranquilizar al accidentado, recostarlo con la cabeza más baja que el resto del cuerpo y trasladarlo al hospital.

 

Mordeduras de serpiente

Ante un accidente por mordedura de serpiente, se impone la inmovilización del enfermo, la desinfección de la herida, la aplicación de compresas frías y de un torniquete por encima de la mordedura. Luego se procederá al traslado del sujeto al centro hospitalario que disponga del suero específico. En España las víboras son el animal más peligroso. Es conveniente cazar al animal y no chafar la cabeza para poder determinar el tipo de serpiente de que se trata. Las autoridades sanitarias han distribuido sueros antiofidio en los centros asistenciales cercanos a zonas de hábitat normal de las víboras. En algunas comunidades autónomas cada año se publica la lista de los centros que disponen de ellos. Sería interesante conocer las características de la cabeza y mordedura de las serpientes venenosas de la zona con el fin de poder tranquilizar al paciente si la mordedura corresponde a una serpiente no venenosa.

Fiebre

La fiebre, temperatura axilar superior a 38,5 ºC y medio grado menos si es rectal, puede reducirse temporalmente aplicando compresas de agua y baños de agua templada. Si no baja la temperatura, hay que administrar antitérmicos cada seis horas, comprobando antes posibles alergias y administrando líquidos con frecuencia. Los niños menores de dos años pueden sufrir convulsiones con la fiebre alta.

Mareo

El mareo cinético se produce por alteraciones en el equilibrio provocadas por el movimiento. Se asocia a ansiedad, palidez, sudor frío, boca seca, náuseas y vómitos. En avión se previenen ocupando asientos entre alas, en barco la parte central y en coche los asientos delanteros. Los niños deben ir, por seguridad, en los asientos traseros y es conveniente que vayan entretenidos con juegos, etc. Media hora antes del desplazamiento podrán administrarse antieméticos o antinauseosos.

Intoxicaciones

La vía de penetración del tóxico generalmente es la digestiva, pero puede ser la inhalatoria y la parenteral. Lo que debe hacerse primero es interrumpir la penetración del tóxico y eliminar en lo posible el ingerido (mediante el vómito, la exposición al aire libre etc.). El vómito no debe provocarse en los casos de inconsciencia del sujeto, ingestión de cáustico, estimulantes, intoxicación por petróleo o derivados. En los dos primeros casos esto es debido al peligro de aspiración del tóxico por vía aérea; en el caso de los cáusticos el vomito podría agravar las heridas producidas, y el petróleo es muy perjudicial para el tejido pulmonar. En cualquier caso, es aconsejable el traslado rápido al centro hospitalario más próximo.

La intoxicación se puede producir por productos de limpieza doméstica:

­ Lejía. Hay que comprobar la concentración de la lejía ingerida. Si es baja, diluir con agua o leche albuminosa, o bien agua con una o dos claras de huevo.

­ Los lavavajillas por contacto pueden producir lesiones cáusticas. Por ingesta, si es poca cantidad produce irritación en orofaringe, esófago y estómago. En mayor cantidad, provoca irritación de mucosas, lesiones cáusticas y puede llegar a producir alteraciones del equilibrio ácido-base. Los dos primeros problemas se solucionan normalmente con el lavado del área de piel en contacto, en las de poca cantidad con leche albuminosa o carbón activo y en las de mayor cantidad, previa hospitalización.

­ Limpiacristales. Lo importante es el contenido en alcohol etílico o de isopropanol y, en función de la cantidad consumida, será necesaria una dilución con líquidos azucarados o carbón activo, un lavado de estómago u hospitalización.

­ Con los suavizantes y detergentes para la ropa compuestos por tensioactivos, el tratamiento es similar al anterior, dependiendo de la cantidad consumida.

­ La ingestión de una pila botón generalmente no tiene complicaciones, pero es interesante comprobar el tránsito digestivo para ver su localización y durante cuatro días verificar su expulsión. En caso negativo, habrá que localizarla mediante radiografía y metoclopromazida para efectuar un vaciado rápido. Se puede aconsejar la ingestión de espárragos para lograr el arrastre de cualquier cuerpo extraño en el tubo digestivo.

­ Los bolígrafos y las tintas difícilmente alcanzan cantidades importantes para que su ingestión se considere tóxicas.

Quemaduras eléctricas

Es posible que su aspecto externo no revista gravedad, pero internamente pueden ser graves. De todos modos, su tratamiento externo es idéntico al de una quemadura por llama. En caso de electrocución, antes de tocar a la víctima es preciso desconectar el suministro eléctrico. Si esto no es posible, hay que aislar a la victima del cable con algún material aislante. Si es necesario, deberá efectuarse la reanimación cardiorrespiratoria, tratar las quemaduras y trasladar el herido a un centro sanitario.

Fracturas

Puede existir una fractura si el accidentado presenta dolor intenso al efectuar movimientos, se observa inflamación en el área lesionada y en ocasiones deformación. Si se sospecha fractura, inmovilizar la zona afectada y avisar al servicio médico de urgencias. Si hay herida abierta, no hay que intentar su desinfección sino simplemente cubrirla con apósitos estériles. En fracturas de cráneo o columna, no se debe mover al enfermo.

Calambres

Los calambres desaparecen normalmente con un ligero masaje. Si repiten con frecuencia posiblemente se trate de alteraciones de electrólitos. Se tratan con estiramiento muscular o contracción de los antagonistas y un ligero masaje.

Dislocaciones

Son el desplazamiento de las estructuras óseas que forman una articulación. En las lesiones articulares no hay que intentar colocar la articulación a su posición fisiológica; se debe inmovilizar y trasladar el enfermo a un centro sanitario.

Esguinces

Un esguince es una distensión, desgarro o desinsertación de los ligamentos articulares debidos a un movimiento brusco o a un traumatismo. En caso de producirse un esguince, se recomienda colocar hielo e inmovilizar la articulación; no es urgente el traslado del enfermo.

Congelación

La congelación afecta principalmente a dedos de las manos y de los pies, orejas y nariz. Hay que manipular con mucho cuidado la zona afectada: no dar masajes ni golpes, destapar la parte afectada y proporcionar calor lentamente evitando fuentes de calor intenso, colocar la parte afectada en agua tibia y aumentar lentamente la temperatura sin sobrepasar los 42 ºC. Mantener el baño de 30 a 60 minutos, vendar suavemente y trasladar al enfermo a un centro médico.


La ingestión de una pila botón generalmente no tiene complicaciones


 

Insolación

Se produce por una exposición excesiva al sol, también por viaje en vehículo sobrecalentado. Se observan varias molestias: dolor de cabeza, vértigos, problemas visuales, fiebre y somnolencia. El afectado se colocará a la sombra y se le aplicarán paños de agua fría; se le administrará agua en pequeñas dosis.

Quemaduras térmicas

Las quemaduras térmicas son las provocadas por el contacto con focos de calor superior a los 50 ºC. Revisten más urgencia o importancia las que afectan a cara, manos, pies y orificios naturales. Debe eliminarse el foco calorífico. Si se ha prendido fuego en la vestimenta, cubrir el cuerpo con una manta hasta apagar el fuego. Si se han afectado los lugares indicados anteriormente o la quemadura es de una extensión superior al 15%, efectuar el traslado al hospital inmediatamente. Retirar las ropas sin arrancar los trozos adheridos a la piel. Colocar las zonas afectadas bajo un chorro de agua fría durante 15 minutos. Si se forman ampollas, no hay que reventarlas. Cubrir la zona con gasas estériles. Comprobar la correcta inmunización antitetánica. *

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