XII Simposio de la Asociación Española de Vacunología
Más datosIdentificar las vacunas que recibieron los pacientes con esclerosis múltiple (EM) que acudieron a la consulta de medicina preventiva.
DescripciónEstudio descriptivo retrospectivo realizado entre 2019 y 2025 en una consulta hospitalaria de Medicina Preventiva. Se incluyeron pacientes con EM, en seguimiento neurológico y evaluación vacunal previa o durante tratamiento inmunosupresor. Se analizó el estado vacunal frente a las vacunas recomendadas: hepatitis A y B, neumococo, herpes zóster y Haemophilus influenzae. La vacunación frente a gripe y COVID-19 fueron administradas en los centros de salud.
ConclusionesDe los 208 pacientes incluidos, con edad media de 51,3 años y predominio femenino (60%), un 35,6% había iniciado esquema de hepatitis B, y solo el 9,6% tenía al menos una segunda dosis documentada, a pesar de requerirse una pauta de 4 dosis en inmunodeprimidos. La cobertura de herpes zóster (Shingrix®), fue del 39,9%. En relación con neumococo, el 37,98% de los pacientes había recibido esquema completo combinado con vacunas 13 y 23 valentes, mientras que el 36% contaba con vacunación documentada con la nueva conjugada PCV20. Esta coexistencia refleja la transición en las estrategias vacunales implementadas en los últimos años. Otras vacunas, como hepatitis A (31,7%) y haemophilus (28,4%), mostraron coberturas subóptimas.
La inmunosupresión inducida por los tratamientos en EM conlleva un riesgo aumentado de infecciones prevenibles. La vacunación es una intervención esencial, aunque su aplicación clínica presenta desafíos, especialmente con esquemas cambiantes o vacunas de reciente incorporación. La consulta especializada permite identificar estas brechas y ofrecer abordajes individualizados.
Reproducibilidad/ recomendacionesLa implementación de estrategias vacunales adaptadas al contexto clínico y la correcta interpretación de los protocolos actuales permiten optimizar la protección frente a infecciones en pacientes con EM. Se destaca la necesidad de mejorar el registro estructurado de la vacunación y fortalecer la coordinación entre neurología y medicina preventiva para garantizar un abordaje integral y actualizado.


