Presentamos el caso de una mujer de 42 años, primípara, que tras parto instrumentado desarrolló una hemorragia posparto grave por atonía uterina, con necesidad de transfusión masiva y colocación de balón de Bakri. A pesar de la estabilización hemodinámica, la paciente evolucionó con anuria persistente y fracaso renal agudo. Las pruebas de imagen evidenciaron necrosis cortical renal bilateral. Ante anemia, trombocitopenia, consumo de complemento y actividad de ADAMTS13>10%, se sospechó un síndrome hemolítico urémico atípico (SHUa). Se inició tratamiento con eculizumab y terapia renal sustitutiva, con buena evolución hematológica.
Este caso pone de manifiesto una complicación infrecuente del posparto, cuya sospecha precoz permite iniciar tratamiento dirigido. El anestesiólogo desempeña un papel fundamental en el manejo hemodinámico inicial y en la detección de signos de alarma que orienten hacia microangiopatías trombóticas.
We report the case of a 42-year-old primiparous woman who developed severe postpartum hemorrhage due to uterine atony after an instrumental delivery, requiring massive transfusion and Bakri balloon placement. Despite initial hemodynamic stabilization, she progressed to persistent anuria and acute kidney injury. Imaging revealed bilateral renal cortical necrosis. In the presence of anemia, thrombocytopenia, complement consumption, and ADAMTS13 activity >10%, atypical hemolytic uremic syndrome (aHUS) was suspected. Treatment with eculizumab and renal replacement therapy was initiated, achieving good hematologic response.
This case highlights a rare postpartum complication in which early suspicion enables prompt targeted therapy. Anesthesiologists play a key role in initial hemodynamic management and in identifying warning signs suggestive of thrombotic microangiopathies.






