Objetivo docente: Nuestra satisfacción personal, y profesional como radiólogos, está íntimamente ligada a la gestión de las emociones cuando interactuamos con nuestros pacientes. Profundizaremos en: los factores que intervienen en la relación radiólogo-paciente. Herramientas para gestionar positivamente las emociones. Reflexión sobre los diferentes escenarios emocionales. Repercusión de los cambios organizativos.

Revisión del tema: La unidad de radiología es un lugar donde los pacientes se someten a pruebas más o menos agresivas, y en donde los pacientes y familiares cada vez con mayor frecuencia demandan información. La espera de dicha información produce incertidumbre y malestar. El radiólogo no ha recibido por lo general una formación suficiente y específica para abordar este tipo de situaciones (notificación de malas noticias, estrés, etc.). Los pacientes conocen la importancia de las pruebas radiológicas y solicitan mayor accesibilidad al radiólogo como fuente directa de información. Existen unos sentimientos comunes que se deben profundizar para poder establecer una buena relación. De la adecuada gestión emocional dependerá la capacidad para afrontar estas situaciones con éxito. Los nuevos modelos organizativos "por órganos y sistemas", y "Unidades de Gestión Clínica" suponen una mayor implicación del radiólogo, con consecuencias en sus posibilidades de relación.

Conclusiones: Un mejor conocimiento de la relación médico-paciente tiene consecuencias positivas en nuestra actividad profesional y en la gestión de emociones propias y ajenas. Existen unos patrones típicos de expresión de sentimientos en la práctica radiológica que debemos reconocer para poder interactuar positivamente. Los cambios en el modelo organizativo y de gestión influyen en la aparición de nuevos modelos de relación.