Objetivo docente: Redefinir el profesionalismo enfatizando sus implicaciones en el ejercicio de la Radiología. Autoevaluar su conocimiento con ejemplos de situaciones cotidianas en diferentes ámbitos profesionales de la especialidad. Ofrecer estrategias y recursos con los que mejorar, si cabe, el compromiso de la comunidad radiológica médica (generalistas/subespecialistas, estudiantes/residentes/docentes, investigadores y gestores) con el comportamiento profesional en la práctica radiológica contemporánea.

Revisión del tema: Desde Hipócrates hasta nuestros días, valores inmutables han caracterizado a todos los médicos/as, incluidos los radiólogos/as. Para sobrevivir y acomodarnos a la altura de los tiempos tal vez debamos transformar nuestro ideario, rompiendo con prejuicios y estereotipos tradicionales hacia los radiólogos/as, perfeccionando el paradigma formativo vigente y expandiendo los principios éticos, deontológicos y los definitorios de nuestra calidad asistencial. La Radiología clínica, extremadamente técnica por idiosincrasia, conservará intacto su humanismo al centrarse verdaderamente en el paciente, permaneciendo singular y diferente al resto de profesiones tecnológicas. El profesionalismo del radiólogo/a vendrá definido por su compromiso activo con la sociedad, con los enfermos y consigo mismo.

Conclusiones: El profesionalismo, competencia transversal nuclear, puede y debe enseñarse y evaluarse impregnando todo el proceso de desarrollo profesional. Omnipresente, es esencial consolidarlo en actividades de formación continuada (como parte inexcusable en los currículos formativos de grado y postgrado), asistenciales, y de I+D+I, para el mejor interés de los pacientes y de la sociedad. Representa una senda para sobreponerse a insatisfacciones individuales y de equipo, y una respuesta colectiva para superar los desafíos planteados en nuestra joven y próspera especialidad, más allá de la defensa del statu quo.