La historia de la humanidad se divide en edades, y en la edad posmoderna se incorporan las tecnologías disruptivas como la inteligencia artificial. La inteligencia artificial es un campo de la informática que busca diseñar una tecnología capaz de imitar procesos cognitivos propios de la inteligencia humana, a través de algoritmos o modelos especializados. La inteligencia artificial abarca muchos subcampos computacionales: el aprendizaje automático, el aprendizaje profundo y el procesamiento del lenguaje natural. Dentro del aprendizaje profundo se encuentran las redes neuronales convolucionales que se utilizan generalmente para la clasificación de imágenes. Estas han revolucionado el campo de la visión por ordenador y son el método más empleado en dermatología, utilizándose principalmente en el diagnóstico automatizado de lesiones cutáneas, seguimiento y monitorización de tratamientos. Aunque su uso ha abierto grandes posibilidades, también plantea desafíos éticos importantes en la medicina, afectando los principios bioéticos de autonomía, beneficencia, no maleficencia y justicia. La inteligencia artificial debe desarrollarse de manera eficiente sin causar daños, para garantizar que los beneficios de la tecnología sean igualmente distribuidos y no se conviertan en una fuente de desigualdad.
The history of humanity is divided into ages, where in the postmodern age disruptive technologies such as artificial intelligence are incorporated. Artificial intelligence is a field of computer science that seeks to design technology capable of imitating cognitive processes of human intelligence, through algorithms or specialized models. Artificial intelligence encompasses many computational subfields: machine learning, deep learning, and natural language processing. Within deep learning are convolutional neural networks that are generally used for image classification. These have revolutionized the field of computer vision and are the most widely used method in dermatology, used mainly in the automated diagnosis of skin lesions, follow-up and monitoring of treatments. Although its use has opened up great possibilities, it also poses important ethical challenges in medicine, affecting the bioethical principles of autonomy, beneficence, non-maleficence, and justice. Artificial intelligence must be developed efficiently without causing harm, to ensure that the benefits of technology are equally distributed and do not become a source of inequality.


