A 10-year-old boy with a history of febrile urinary tract infections presented with a hypertensive crisis and thrombotic microangiopathy (TMA). Functional and genetic complement testing was normal, and TMA resolved with blood pressure control, suggesting a primary hypertensive aetiology. Renal biopsy confirmed chronic tubulointerstitial nephritis (CTIN), likely secondary to recurrent pyelonephritis and renal scarring after ruling out other potential causes. High-grade vesicoureteral reflux was confirmed by voiding cystourethrography. After 4 years, he has progressed to stage III chronic kidney disease, and his blood pressure is well controlled on enalapril. This case highlights the importance of early diagnosis and blood pressure monitoring in patients with renal scarring to prevent severe complications like hypertensive crises and irreversible renal damage.
Un niño de 10 años con historia de infecciones urinarias febriles de repetición comenzó con una microangiopatía trombótica (MAT) y emergencia hipertensiva. El estudio genético y funcional del complemento fue normal, y la MAT fue mejorando con un adecuado control tensional, sugiriendo que fuese secundaria a esta. La biopsia renal mostró datos sugerentes de nefritis tubulointersticial crónica (NTIC), probablemente secundaria a pielonefritis recurrente y cicatrices renales tras descartar otras causas potenciales. Se realizó cistouretrografía, que demostró la presencia de reflujo vesicoureteral de alto grado. Tras 4 años de seguimiento, presenta enfermedad renal crónica (ERC) estadio III, con buen control tensional con enalapril. Este caso remarca la importancia del diagnóstico precoz de la nefropatía cicatricial y la monitorización de la presión arterial para prevenir complicaciones graves como crisis hipertensivas y daño renal irreversible.



