La esteatosis hepática metabólica (EHmet) es una enfermedad clínicamente heterogénea, multisistémica, dinámica y compleja, cuyo progreso es una de las causas principales de cirrosis y hepatocarcinoma. La presente guía de práctica clínica pretende dar respuesta a los principales desafíos que presenta, tanto en su carga de enfermedad como en su complejidad. Para ello se han propuesto una serie de recomendaciones consensuadas mediante el método Delphi. El consenso resultó óptimo en las recomendaciones relativas a la diabetes tipo 2 como factor de riesgo (1.5.1, 4.5.1), en cuyos casos se debe llevar a cabo una detección precoz de EHmet (4.5.2). Destaca la importancia del uso de pruebas no invasivas (FIB-4, NFS, HFS) para la exclusión de fibrosis significativa en pacientes con sospecha de EHmet (2.3.1, 2.3.3). El diagnóstico debe ser llevado a cabo a través de la combinación secuencial de índices no invasivos y elastografía transitoria mediante FibroScan® para una correcta estratificación del riesgo (2.3.3). Se ha alcanzado un consenso casi unánime en el papel de la prevención precoz en el impacto en la calidad de vida y supervivencia de los pacientes (5.1.2), así como en la efectividad de la dieta mediterránea y el ejercicio físico en relación con la mejoría de la esteatosis, la esteatohepatitis y la fibrosis en pacientes con EHmet (5.2.2) y en los resultados positivos ofrecidos por resmiterom y semaglutida para promover la regresión de la fibrosis (5.4.1). Finalmente, se ha alcanzado un gran consenso en la importancia del manejo multidisciplinar de EHmet, para el cual es esencial consensuar protocolos multidisciplinares de derivación entre niveles en cada área sanitaria (6.2.1), así como que las derivaciones a los servicios de hepatología/digestivo y endocrinología o medicina interna resulten efectivas y beneficiosas para prevenir el riesgo de progresión de la enfermedad (6.2.3, 6.3.1).
Metabolic hepatic steatosis (MetHS) is a clinically heterogeneous, multisystemic, dynamic, and complex disease, whose progression is one of the main causes of cirrhosis and hepatocarcinoma. This clinical practice guideline aims to respond to its main challenges, both in terms of disease burden and complexity. To this end, recommendations have been proposed to experts through the Delphi method. The consensus was optimal in recommendations regarding type 2 diabetes as a risk factor (1.5.1, 4.5.1), in which cases early detection of MetHS should be carried out (4.5.2). Its results also emphasize the importance of the use of non-invasive tests (FIB-4, NFS, HFS) for the exclusion of significant fibrosis in patients with suspected MetHS (2.3.1, 2.3.3). Diagnosis should be carried out through the sequential combination of non-invasive indices and transient elastography by FibroScan® for its risk stratification (2.3.3). A nearly unanimous consensus was reached regarding the role of early prevention in the impact on the quality of life and survival of patients (5.1.2), as well as on the effectiveness of the Mediterranean diet and physical exercise in relation to the improvement of steatosis, steatohepatitis and fibrosis in MetHS patients (5.2.2) and on the positive results offered by resmiterom and semaglutide in promoting fibrosis regression (5.4.1). Finally, a great consensus has been reached regarding the importance of multidisciplinary management in MetHS, for which it is essential to agree on multidisciplinary protocols for referral between levels in each health area (6.2.1), as well as ensuring that referrals to Hepatology/Digestive and Endocrinology or Internal Medicine services are effective and beneficial to prevent the risk of disease progression (6.2.3, 6.3.1).







