El shock séptico, particularmente cuando presenta resistencia a catecolaminas, sigue siendo un desafío significativo en la medicina crítica, asociado con altas tasas de mortalidad y complejidades en el manejo clínico. Este artículo explora en profundidad los mecanismos fisiopatológicos y las estrategias terapéuticas innovadoras para enfrentar esta condición. La resistencia a las catecolaminas se caracteriza por una respuesta vascular disminuida, influenciada por factores como la disfunción endotelial, alteraciones en la señalización receptorial adrenérgica y cambios inflamatorios sistémicos. Además, se discuten los biomarcadores emergentes que permiten un diagnóstico más preciso y una mejor estratificación del riesgo. Se evalúan terapias alternativas, incluyendo el uso de vasopresores no adrenérgicos como la vasopresina y la angiotensinaII, junto con el potencial de los corticosteroides y nuevas modalidades como la hemoadsorción, la terapia de intercambio plasmático y la transfusión de plasma. Este análisis proporciona una perspectiva crítica sobre las opciones terapéuticas que pueden mejorar el manejo del shock séptico resistente a catecolaminas, resaltando la necesidad de un enfoque más personalizado y basado en la evidencia en la atención crítica.
Septic shock, particularly when it exhibits catecholamine resistance, continues to pose a significant challenge in critical care medicine, associated with high mortality rates and complexities in clinical management. This chapter delves deeply into the pathophysiological mechanisms and innovative therapeutic strategies to address this condition. Catecholamine resistance is characterized by a diminished vascular response, influenced by factors such as endothelial dysfunction, alterations in adrenergic receptor signaling, and systemic inflammatory changes. Furthermore, emerging biomarkers that allow for more precise diagnosis and better risk stratification are discussed. Alternative therapies are evaluated, including the use of non-catecholamine vasopressors such as vasopressin and angiotensinII, along with the potential of corticosteroids and new modalities such as hemoadsorption, plasma exchange therapy and plasma transfusion. This analysis provides a critical perspective on therapeutic options that can enhance the management of septic shock resistant to catecholamines, highlighting the need for a more personalized and evidence-based approach in critical care.
Artículo
Socios de la Asociación de Medicina Crítica y Cuidado Intensivo
Para acceder a la revista
Es necesario que lo haga desde la zona privada de la web de la AMCI, clique aquí






