Needle stick injuries are associated with a 0.3–30% risk of transmission of Human Immunodeficiency virus, Hepatitis C virus, and Hepatitis B virus. Despite causing psychological trauma they also involve a huge financial burden. A robust process improvement (RPI) toolkit was introduced in order to effectively manage and reduce needle stick injuries, as well as an attempt to report prevalence, post-exposure management, and associated economic burden.
Materials and methodsProspective Observational Study (2015–2018) has been design in a Corporate Tertiary Care Hospital. The participants included were needle stick injuries exposed staff. RPI toolkit was implemented (2015–2018) focusing on root cause analysis, availability of safety engineered devices, immunization and post-exposure management of needle stick injuries exposed staff. The main outcome measure was needle stick injuries incidence.
ResultsA total of 211 needle stick injuries were reported (mean – 52.72/year, needle stick injury incidence – 13.18/year/100 beds). Yearly trends showed a decrease of 21.3% in injuries from 2015 (61) to 2018 (48). Half (106, 50%) of the total injuries were reported among nurses. Use of hypodermic needles was involved in 116 (55%) injuries, with 114 (54%) occurring due to nonadherence to hospital policies. Overall, 204 staff had protective immunity, and 135 (64%) of these had completed their Hepatitis B immunizations. The source was known in 165 (78%) cases, and 113 of these cases had an injury from a source with negative viral markers. A 6-month follow-up was completed in 90 cases. No seroconversion was reported. Overall costs incurred in post-exposure prophylaxis was approximately €30,000 (mean cost €143.50/needle stick injury).
ConclusionNurses are most at risk of needle stick injury in healthcare settings. Implementation of RPI toolkit led to a 21.3% reduction in sharps injury incidences. These injuries incur huge financial burden on the hospital. Appropriate immunization strategies saved about €1360 expenditure on post-exposure prophylaxis.
Las lesiones por pinchazos de agujas están asociadas a un riesgo entre el 0,3-30% de transmisión del virus de inmunodeficiencia humana, virus de hepatitis C y virus de hepatitis B. A pesar de causar un trauma psicológico, también implican una elevada carga financiera. Se introdujo un instrumento de mejora robusta del proceso (MRP) para gestionar y reducir eficazmente las lesiones por pinchazos de agujas, así como intentar reportar la prevalencia, gestión postexposición y carga económica asociada.
Materiales y métodosEstudio observacional prospectivo (2015-2018) diseñado en un hospital corporativo de atención terciaria. Los participantes incluidos pertenecían al personal con lesiones por pinchazos de agujas. Se implementó el instrumento MRP (2015-2018) centrado en el análisis de la causa raíz, la disponibilidad de dispositivos con diseño seguro, la inmunización y la gestión postexposición del personal expuesto a las lesiones por pinchazos de agujas. La principal medida del resultado fue la incidencia de dichas lesiones.
ResultadosSe reportó un total de 211 lesiones por pinchazos de agujas (media: 52,72/año, incidencia de lesiones por pinchazos de agujas: 13,18/año/100 camas). Las tendencias anuales reflejaron un descenso del 21,3% en las lesiones de 2015 (61) a 2018 (48). La mitad de las lesiones totales (106, 50%) fueron reportadas entre las enfermeras. El uso de agujas hipodérmicas se vio involucrado en 116 (55%) lesiones, de las que 114 (54%) se produjeron a causa de la no adherencia a las políticas hospitalarias. En general, 204 personas tenían inmunidad protectora, y 135 (64%) de ellas habían completado la estrategia de inmunización frente a la hepatitis B. Se desconoció la fuente en 165 (78%) casos, de los cuales 113 tenían una lesión debida a una fuente con marcadores virales negativos. Se completó un seguimiento a 6 meses en 90 casos. No se reportó seroconversión. Los costes generales relacionados con la profilaxis postexposición fueron de aproximadamente de 30.000€ (coste medio 143,50€/lesión por pinchazo de aguja).
ConclusiónLas enfermeras se encuentran en situación de mayor riesgo de pinchazos por agujas en el ambiente sanitario. La implementación de un instrumento MRP conllevó una reducción del 21,3% en cuanto a la incidencia de lesiones por cortes. Dichas lesiones suponen una elevada carga financiera al hospital. Las estrategias de inmunización adecuadas supusieron un ahorro de cerca de 1.360€ del gasto relacionado con la profilaxis postexposición.