Buscar en
Revista Internacional de Acupuntura
Toda la web
Inicio Revista Internacional de Acupuntura La medicina tradicional china, ¿un producto artificial sobrevalorado?
Información de la revista
Vol. 2. Núm. 1.
Páginas 5 (Enero 2008)
Compartir
Compartir
Descargar PDF
Más opciones de artículo
Vol. 2. Núm. 1.
Páginas 5 (Enero 2008)
Acceso a texto completo
La medicina tradicional china, ¿un producto artificial sobrevalorado?
Visitas
8021
Thomas Otsa
a Redactor jefe
Este artículo ha recibido
Información del artículo
Texto completo

En diciembre de 2007 el profesor Paul U. Unschuld, director emérito del Departamento de Historia de la Medicina de la Universidad de Múnich, publicó un artículo muy crítico en el periódico Süddeutsche Zeitung que ha causado sensación (http://www.sueddeutsche.de/ wis-sen/artikel/706/148355/). Unschuld está considerado el máximo experto mundial en historia de la medicina tradicional china (MTC) y ha publicado numerosos trabajos importantes sobre el tema. Éstas son algunas de sus tesis principales:

  • Incluso hasta la fundación de la República Popular China los reformadores e intelectuales marxistas condenaban la antigua medicina como símbolo del atraso de China. Así, en 1944, el pensador marxista Tan Zhuang la calificó como un “montón de estiércol de miles de años de antigüedad”.
  • El gobierno comunista hubiera preferido abolir la antigua medicina, pero no fue factible por diferentes motivos de índole económica y política. Así, Mao Zedong la definió como una cámara del tesoro cuyos tesoros, sin embargo, “sólo se desenterrarían con los métodos de la ciencia moderna, esto es, de la ciencia occidental”.
  • Hasta mediados de los años sesenta una comisión formada fundamentalmente por médicos que practicaban la medicina occidental intentó “eliminar todas las partes supersticiosas, absurdas y manifiestamente erróneas” de la antigua medicina. El resultado fue un “producto artificial”. Por lo tanto, la MTC actual no es la auténtica medicina tradicional china milenaria.
  • Pero esta modernización de la antigua MTC se topa en Occidente con la resistencia de muchos adeptos de la MTC. “Con el lema ‘los chinos adulteran su propia tradición, cosa que hay que impedir’ los grupos de presión occidentales intentan proteger el núcleo histórico de la medicina china de su occidentalización”.
  • MTC se ha sobrevalorado en la discusión política” porque muchos de sus partidarios no son conscientes de que esta medicina no cuenta con cirugía, psiquiatría, epidemiología, sanidad pública, bacteriología, etc., las cuales se consideran necesarias en general para poder reaccionar ante toda la serie de enfermedades existentes.

No obstante, esta impresión de tener respuesta a “todas las enfermedades, de la primera a la última” fue difundida en “las revistas de las sociedades de acupuntura de Alemania, Austria y Suiza” (por lo tanto, no ha podido aludir a la DZA). Pues bien, no podemos por más que estar de acuerdo con este artículo en lo tocante a los hechos históricos, que por otra parte son ampliamente conocidos y están al alcance del público. Pero ¿por qué llegamos nosotros a otras conclusiones? ¿Por qué nos deja este artículo un sabor de boca tan amargo? Se trata del estilo y los objetivos. La MTC, ¿un “producto artificial” moderno? ¡Pues claro que sí! Afortunadamente, lo que hoy en día se entiende por MTC en China —y más aún en Occidente— es un producto artificial, esto es, una visión actualizada de la medicina antigua. En efecto, existen grupos que desean aferrarse a la MTC de la época del Huangdi Neijing, pero en su mayoría no pertenecen a la rama médica de la acupuntura, o se han quedado anclados en el nicho de la medicina alternativa. Las sociedades que respaldan la DZA defienden un punto de vista moderno e integrador. Y somos conscientes de que no podemos tratar todas las enfermedades, de la primera a la última, con la MTC que practicamos de forma integradora. Pero la medicina occidental fracasa sobre todo con muchos trastornos psicosomáticos y funcionales, y es aquí donde hallamos abordajes de la MTC que pueden integrarse a la perfección. Nosotros no nos vemos como abogados de otra cultura médica ni tampoco de otra filosofía. Nuestro objetivo es que algún día ya no se pregunte más de dónde procede este o aquel método. Si es útil para los pacientes, debe aceptarse. Por ejemplo la excelente identificación de los síndromes de la MTC, con la cual se pueden formular conclusiones acerca de los problemas emocionales de las personas sobre la base de sus síntomas somáticos. La fenomenología del organismo es independiente de las teorías. Tomemos, por ejemplo, el extraordinario efecto del punto ID 3 (Houxi) para las lesiones agudas del aparato locomotor, desde el hombro al hueso sacro. ¿Pero no es más bien la política de exclusión practicada por los poderosos en nuestra medicina la que da preferencia a los métodos establecidos desde hace tiempo, y difama y margina los métodos foráneos como ajenos? El artículo del profesor Unschuld no ha contrarrestado precisamente esta exclusión xenófoba. El mundo de la MTC en Occidente está muy diferenciado. El análisis científico contempla la creación de categorías, pero si metemos todas ellas en el mismo saco, la crítica también afectará a todas, en detrimento de los pacientes.

Opciones de artículo
Herramientas