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Vol. 3. Núm. 2.
Páginas 99-100 (Abril 2009)
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Entrevista a la Dra. Radha Thambirajah en Barcelona
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Vanesa Poloa
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La Dra. Radha Thambirajah es una de las pioneras en el campo de la acupuntura fuera de China. En los años sesenta finalizó su formación en la República Popular China. En 1980 fundó la Academia de Acupuntura China en Sri Lanka. Desde 1984 vive en Gran Bretaña, donde practica la acupuntura, y ejerce como docente en Inglaterra, Alemania, Suiza, España e Italia.

El año 2008 se publican en castellano 2 libros suyos, Acupuntura energética y Acupuntura cosmética. ¿Qué suponen en su carrera profesional?

Estos libros han sido como un largo embarazo. Durante mucho tiempo he estado impartiendo cursos, pero no estaba escribiendo sobre mi forma de comprender la acupuntura, porque daba muchos de estos cursos a lo largo del año, y no tenía tiempo.

Ahora sólo doy clases en cursos avanzados para profesionales que ya son acupuntores y estoy practicando mucho más. Tengo casi 60 años y quiero que todo mi conocimiento quede transcrito. Ahora no puedo parar de escribir, estoy escribiendo mi tercer libro y tengo mucho que ofrecer. Estoy muy contenta de poder hacer esto, y ver que los profesionales están acogiendo muy bien este trabajo, y que están usando mis libros, incluso como libros de texto. Esto es una señal de que mi experiencia se acepta y admira, y eso me anima a seguir.

¿Entonces usted está más centrada ahora en seguir escribiendo?

Ahora estoy escribiendo el tercer libro sobre enfermedades psiquiátricas y psicosomáticas. Es una obra paralela entre la medicina psiquiátrica y la medicina tradicional china y la acupuntura, y tengo un cuarto libro en mente acerca de cómo preguntar al paciente y realizar el examen que permite llegar a un diagnóstico.

Por ejemplo, si viene una paciente que tiene un síndrome premenstrual, cómo hacer las preguntas que te lleven a concluir si es un estancamiento de humedad, o un estancamiento de sangre de hígado, o un déficit de sangre de corazón. Creo que a veces se hacen tantas preguntas que te encuentras con un montón de información con la que no sabes qué hacer. Es importante seguir una línea de lo que quieres preguntar, que te lleve a algún lugar. Así obtienes finalmente una respuesta de lo que ocurre y, ante eso, decides los puntos que tratan ese desequilibrio. Quiero hacer eso, y plantear un tratamiento al final que sé que funciona para esa situación determinada.

Creo que esto es algo que realmente la caracteriza a uted, cómo expone sus ideas y su forma de evaluar a los pacientes a lo largo de todo el curso de la enfermedad, y cómo acompañarlo...

Sí, y todo lleva una evolución que se puede definir.

También es importante decir que muchos practicantes de medicina tradicional china usan plantas y acupuntura, pero no utilizan la acupuntura en su capacidad máxima, en la intertransformación de energía, del Yin en Yang, etc. Esto es lo que muestro en mis libros, cómo usar la acupuntura en su capacidad máxima.

Medicina convencional y medicina tradicional china conviven en China en aparente armonía. En Europa la acupuntura cada vez se practica más y en más sitios. ¿Cree que ambas medicinas podrán llegar a convivir y respetarse mutuamente?

Más que preguntarme si llegarán a convivir y respetarse mutuamente, hay que decir que eso es lo que debieran hacer, trabajar conjuntamente sin pretender aniquilarse entre ellas. Es lo que debieran hacer los médicos convencionales y los profesionales que practican acupuntura y medicina tradicional china.

Los pacientes occidentales, a diferencia de los chinos, parecen responder mejor a tratamientos de acupuntura menos agresivos, con menos agujas y menos frecuencia. ¿A qué cree que obedece esto?

En Inglaterra los pacientes tienen una piel muy fina y clara, vulnerable al sol, al clima, y vulnerable a cualquier otro tratamiento externo, no sólo a las agujas, sino también más vulnerable al tratamiento de acupresión, de láser. Los chinos tienen una piel más gruesa, y la piel de los demás asiáticos es aún más gruesa. Creo que cuanto más gruesa es la piel menor es la respuesta y es necesaria una estimulación mayor, técnicas manipulativas más agresivas y una punción más profunda para conseguir los mismos resultados.

¿Cree que ocurre lo mismo con la gente de raza negra?

Creo que sí, tengo algunos pacientes de raza negra y como asiática he tratado a muchos asiáticos e indios, y creo que si tratara a los pacientes ingleses como me trato a mí misma podrían desmayarse. Tienes que darles menos estimulación, menos agujas, e incluso más finas.

¿Cree que esto se relaciona también con la alimentación?

Probablemente. En Asia se come mucho arroz, y el arroz está relacionado con el pulmón, cuyo tejido es la piel. Cuando más arroz se come, más gruesa es la piel. En los países en que se consumen muchos hidratos de carbono las personas tienen una piel más gruesa.

En su práctica clínica habitual, ¿qué enfermedades trata con mayor frecuencia?

Esto va por épocas o estaciones. El pan de cada día es el dolor, dolor de espalda, de cuello, de cabeza, de hombro, osteoartritis, etc. Luego tengo pacientes con otras enfermedades como acúfenos, sinusitis, laringitis crónicas, problemas crónicos de piel, etc. Tengo algunos niños, y también muchas mujeres con infertilidad; a veces las trato sólo a ellas, otras veces a la pareja, y otra veces sólo al hombre. Si trato por ejemplo durante un ciclo a la mujer y compruebo que ella está bien, entonces le trato sólo a él. Pero si no trato a los dos no puedo confirmar esto. Ahora en abril, por ejemplo, tengo pacientes de acupuntura cosmética, pacientes que quieren adelgazar y ponerse más en forma. El 85% de los pacientes son mujeres. Si me preguntas cuál es mi especialidad te diría que son las mujeres.

¿Por qué cree que es así? ¿Acaso sufren más las mujeres, tienen más dolor?

Creo que es porque las mujeres son más abiertas a las cosas nuevas. Por supuesto, si viene una mujer después trae a su marido y los hijos, pero de entrada yo creo que ellas están más abiertas para las cosas nuevas y naturales. Son autocuidadoras, se preocupan, buscan información, miran en internet, no aceptan simplemente lo que yo les digo y ya está. No, toman parte en su tratamiento. Los hombres, en su mayoría no hacen eso, dicen “vale, me tratas, manda la factura a mi seguro o me mandas la factura a mí”.

Creo que también tengo más mujeres porque soy empática. Vienen porque les gusta mi forma de atenderlas, quizá mi forma de ser asiática. No les gusta ir a un doctor o doctora que escribe la prescripción antes de que ellas hayan terminado de hablar.

¿En qué enfermedades la acupuntura debiera ser el tratamiento prioritario, según su criterio?

En la osteoartritis, por ejemplo. Aunque creo que, en estos casos, si se está haciendo una investigación por parte de la medicina convencional debería ir conjunta con el tratamiento de acupuntura. Tengo pacientes que suspenden el tratamiento con acupuntura porque se van a hacer unas pruebas con resonancia magnética. Si tienen que hacer cualquier investigación médica dejan de venir, y eso no tiene nada que ver, pueden hacerse las pruebas y seguir tratándose al mismo tiempo. Es necesario que se hagan las pruebas, porque pueden tener algún problema que nosotros no podemos detectar, pero pueden tratarse al mismo tiempo. Creo que, en el dolor, debiera ser una prioridad el tratamiento con acupuntura.

¿Qué explicación les daría a aquellos que teniendo un conocimiento médico occidental muy arraigado miran a la acupuntura con escepticismo?

Es muy sencillo: si no crees que la acupuntura funciona, yo puedo demostrar que funciona una vez, tú puedes decir que es coincidencia, la segunda vez puedes decir que también es una coincidencia, pero a la tercera ya no puedes decir que sea una coincidencia. Esa es la mejor manera de demostrar que la acupuntura funciona. Con estas personas no tiene sentido hablar, hablar es una pérdida de tiempo; con estas personas especialmente, lo que importa es probarlo.

Una vez me ocurrió que tenía una paciente, una niña, que venía a tratarse por miopía, y estaba mejorando, había dejado de llevar gafas con el tratamiento de acupuntura. Su madre la llevó a su médico oftalmólogo, y éste les llevó a su biblioteca, y le dijo a la madre “¿crees realmente que unas agujas pueden curar la miopía? ¿Para qué crees que he estudiado yo todos estos libros?” La madre dejó de traer a su hija al tratamiento y le puso gafas. Al cabo de un tiempo este médico tuvo un problema en el ojo, y vino a tratarse. Le fue bien, y entonces él me propuso si podía colaborar con él en una investigación de ensayo control para presentarla en un congreso de acupuntura médica en algún país del lejano Oriente que no recuerdo. Esto es todo lo que puedo decir. No tiene ningún sentido discutir nada con ellos, si tienes una oportunidad de demostrarles que funciona, eso es lo que vale, y, si no, vendrán a tu consulta en unos años de todos modos.

¿Cómo definiría usted la acupuntura y cómo explicaría su funcionamiento ante un público que desconoce esta disciplina y que no tiene una noción teórica de lo que es la energética?

Puedo usar un ejemplo. Viene una mujer con menopausia y sofocos, le pregunto cómo están sus pies y me dice que fríos. Me pregunta cómo es posible, y le explico entonces que todo su cuerpo no puede estar caliente, que todo el calor y la energía está en la parte superior del cuerpo y la parte inferior está fría. Si puedo conseguir que sus pies estén calientes, eso significará que el calor y la energía han descendido de la parte donde hay más, la parte superior, a donde hay menos, la parte inferior. Es muy sencillo, cuando hablas de balance energético, puedes explicar que mejorando la energía de la zona donde hay menos energía van a mejorar ambas partes, esa parte, y la zona donde había mucha energía, pues la energía va a fluir de un sitio a otro.

Otras veces también puedes tener que sacar energía de una zona, como por ejemplo en un paciente que tenga dolores de cabeza y se pone un paquete de hielo en la cabeza para sentir alivio, o le explicas a un paciente con exceso de calor, qué haría si tiene mucho calor, “beber agua”, te dirá, “entonces ¿qué ocurre en tu cuerpo? Tu cuerpo tiene que tener suficiente agua para poder controlar el calor”. El paciente va a concluir sólo que tiene que beber más agua. Son ejemplos simples de la vida diaria.

Muchas gracias por atender a nuestras preguntas. Ha sido muy clarificador hablar con usted de estos temas. Como siempre, usted aporta a la acupuntura una visión muy didáctica y enriquecedora. Su insistencia en el balance energético tal y como muestra su libro es un gran apoyo para los profesionales de la acupuntura.

Vanesa Polo

Profesora del Máster de Medicina Tradicional China y Acupuntura

Escola Universitària d’Infermeria de Sant Joan de Déu

Barcelona, España

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