Consejos prácticos para enfermeras docentes noveles

ESCOGÍ DEJAR DE ESTAR A PIE de cama como enfermera de cuidados intensivos y dedicarme a la docencia por múltiples razones: para comprometerme en el proceso de aprendizaje continuo, para compartir conocimiento enfermero nuevo y avanzado con los alumnos y mis colegas, para establecer contactos de valor en la comunidad enfermera, para inspirar y motivar a las futuras enfermeras hacia la opción docente y para aprender de los estudiantes. La carrera docente tiene muchas ventajas para las enfermeras. Por ejemplo, proporciona una sensación de satisfacción personal, un horario relativamente flexible, una toma de decisiones autónoma, oportunidades para investigar y múltiples contactos con académicos y colegas afines¹. Animo a las enfermeras con interés y pasión por la docencia a que consideren la posibilidad de convertirse en enfermeras docentes.

En este artículo, analizo de forma crítica mis perspectivas docentes, mis experiencias y aproximaciones a través de las lentes de distintas teorías docentes y de aprendizaje, comparándolo con las competencias descritas en el documento de competencias principales de las enfermeras docentes de la Organización Mundial de la Salud². Este análisis da como resultado tres consejos prácticos para aquellas enfermeras que desean implicarse en una trayectoria docente.

Primer consejo: Identificar su filosofía docente personal

Para convertirse en un formador efectivo, las enfermeras requieren distintas habilidades, pero creo que la más importante es la reflexión. La reflexión es un proceso de pensamiento que explora y examina los pensamientos y acciones personales y sus filosofías subyacentes³. Los docentes, especialmente los docentes noveles, deberían reflexionar acerca de sus filosofías educativas, sus ideas preconcebidas y las preferencias que pueden influir en las habilidades docentes y en las habilidades de aprendizaje de los alumnos⁴. Los profesores también deberían compartir su filosofía docente con los estudiantes para construir una buena relación y fomentar el feedback positivo con el alumno.

Mi propia filosofía docente emerge de la frase de Einstein “La formación no es aprender sobre hechos, sino entrenar la mente para pensar”⁵. Creo que mi mayor responsabilidad como docente es establecer una relación amigable y de confianza con los alumnos, facilitar su aprendizaje y darles oportunidades para expandir su capacidad de razonamiento y mejorar sus habilidades enfermeras. También forma parte de mi responsabilidad darles feedback a tiempo y permitirles la crítica constructiva de mis enfoques y habilidades docentes. Con esta filosofía, puedo enseñar a los alumnos a pensar de forma crítica y a aplicar el conocimiento en la práctica real.

Mi filosofía docente también tiene raíces en mi propia experiencia como enfermera de cuidados críticos. Las enfermeras empleamos el proceso de cuidados de enfermería para ayudar a los pacientes de forma atenta y cuidadosa. Del mismo modo, como docente, creo que debo valorar las necesidades de aprendizaje, capacidades y preferencias de los alumnos. La identificación de la propia filosofía docente no se consigue de repente, es un proceso continuo.

Segundo consejo: Identificar los factores influyentes

En segundo lugar, debe reflexionarse sobre los factores que influyen en su filosofía docente, tales como el propio estilo docente, el conocimiento de la materia, el estilo de aprendizaje del alumno, el entorno formativo y las normativas institucionales. Por ejemplo, identifica algunos factores personales y situacionales que afectan a mi aproximación docente en positivo y en negativo. Puesto que la enfermería es una ciencia teórica y práctica a la vez, enfoco la formación a los estudiantes de modo que puedan adquirir el conocimiento teórico para aplicarlo a la práctica⁶. También soy consciente de que, al enseñar materias con alto contenido teórico abstracto, como los modelos y teorías enfermeras, no es efectivo si se hace en el formato tradicional de clase magistral. Tengo que incorporar elementos de docencia creativa y enfoques de aprendizaje que capten el interés de los alumnos.

Algunas de las estrategias de docencia creativa son: el thinkpair-share (pensamiento compartido), crucigramas, juegos de rol, estudio de casos y ayudas audiovisuales.

Mi edad influye en mi filosofía docente. Cuando empecé como profesora, era la más joven de la facultad, y muchos de los alumnos tenían casi mi edad. Ello me permitió comprender a los estudiantes y sus problemas y desarrollar una relación amistosa y de confianza con ellos.

Como profesora joven, también era consciente de mi falta de experiencia. Mi inexperiencia me angustiaba y no lo hice muy bien durante mi primer mes como docente. Por ejemplo, terminé mi primera clase una hora antes del tiempo previsto. Cuando escuché la grabación de la clase, me di cuenta de que había hablado demasiado deprisa, y que probablemente los alumnos no me habían entendido. En la siguiente clase pedí a los alumnos feedback, el cual confirmó mis observaciones. A partir de entonces, mejoré bajando el ritmo del discurso.

Tercer consejo: Analice su propio estilo formativo

Con el fin de analizar sus enfoques de formación y aprendizaje, los profesores deberían conocer a fondo las distintas teorías docentes y de aprendizaje y saber cómo aplicarlas de forma apropiada⁷. Mi enfoque incorpora elementos de la teoría del continuum cognitivo, de la teoría del aprendizaje social, de la teoría del aprendizaje del adulto y del modelo de aprendiz a experta de Benner^8,9.

Integro la teoría del continuum cognitivo en mi docencia para fomentar la implicación activa del alumno durante las clases. Por ejemplo, enseñé la teoría de los 21 problemas enfermeros de Abdellah mediante casos prácticos, orientando las necesidades físicas, psicológicas, sociales y emocionales de los pacientes¹⁰. Convertí estos casos en escenarios breves e instruí a parejas de alumnos para que evaluaran estos escenarios, identificaran el diagnóstico enfermero principal y establecieran las relaciones con la teoría. De este modo, les proporcioné un entorno de aprendizaje activo y les comprometí con el aprendizaje autodirigido.

La teoría del aprendizaje social enfatiza el uso de estrategias tales como el juego de rol, la simulación o las experiencias clínicas que inspiran al alumno a aprender mediante la observación y a desarrollar su autoeficacia¹¹. Por ejemplo, les enseñé algunas teorías enfermeras mediante juego de rol y ayudas audiovisuales. Los dos días anteriores al de esta clase, orienté y ayudé a los alumnos en la preparación del juego de rol acerca de los conceptos de la teoría que estábamos estudiando. Presentaron el juego de rol antes y después del debate sobre esa teoría. Durante la sesión, los alumnos y yo misma nos implicamos en un debate abierto sobre los juegos de rol y su relevancia en el aprendizaje de las teorías enfermeras. Abordamos de forma explícita cada concepto de la teoría y reanalizamos el mismo juego de rol de nuevo. Esta estrategia les permitió aprender mediante la observación y desarrollar su autoeficacia.

Reflexiones finales

Los profesores noveles, o las enfermeras que quieren convertirse en docentes, necesitan reflexionar de forma continua sobre su filosofía docente, evaluar sus enfoques docentes y de aprendizaje e identificar su propio estilo formativo.

Mediante el autoanálisis crítico, pueden identificar sus fortalezas y limitaciones y reflexionar acerca de ellas periódicamente.

Además, los docentes noveles deberíamos utilizar estrategias de docencia creativa, basadas en la práctica y orientaciones de enseñanza y aprendizaje dirigidas por el propio alumno.

En los inicios de mi carrera docente, no me hubiera planteado hacer una reflexión crítica sobre mi estrategia formativa. Actualmente, reflexionando sobre mis experiencias, tengo una mejor comprensión de mis fortalezas y debilidades como docente. ■