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Vol. 108. Núm. 1.
Páginas 15-29 (Enero - Marzo 2011)
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Vol. 108. Núm. 1.
Páginas 15-29 (Enero - Marzo 2011)
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Estudio de la actividad antibacteriana en un hospital terciario. Evolución durante el período 2000-2005
Antibacterial activity in a tertiary hospital from 2000 to 2005
Jarduera antibakterianoa, hirugarren mailako erietxe batean. 2000-2005 bitarteko bilakaera
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A. Alberte Castiñeirasa, Ángel San Miguel Hernándeza,
Autor para correspondencia
asanmi@saludcastillayleon.es

Autor para correspondencia.
, M.J. Rodríguez Barberoa, C. Alberte Péreza,b, P. Pérez Pascuala
a Sección de Microbiología, Servicio de Análisis Clínicos, Hospital Universitario Río Hortega, Valladolid, España
b Gerencia de Atención Primaria, León, España
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Tabla 1. Antibióticos tipo
Tabla 2. Abreviaturas
Tabla 3. Estudio de la actividad antibiótica frente a Staphylococcus aureus
Tabla 4. Actividad antibiótica frente a Staphylococcus epidermidis
Tabla 5. Actividad antibiótica frente a Enterococcus faecalis
Tabla 6. Actividad antibiótica frente a Enterococcus faecium
Tabla 7. Actividad antibiótica frente a Staphylococcus agalactiae
Tabla 8. Actividad antibiótica frente a Escherichia coli
Tabla 9. Actividad antibiótica frente a Klebsiella pneumoniae y oxitoca
Tabla 10. Actividad antibiótica frente a Enterobacter cloacae
Tabla 11. Actividad antibiótica frente a Serratia marcescens
Tabla 12. Actividad antibiótica frente a Proteus mirabilis
Tabla 13. Actividad antibiótica frente a Morganella morganii
Tabla 14. Actividad antibiótica frente a Pseudomonas aeruginosa
Tabla 15. Actividad antibiótica frente a Acinetobacter baumannii
Tabla 16. Actividad antibiótica frente a Stenotrophomonas maltophilia
Tabla 17. Actividad antibiótica frente a Branhamella catarrhalis
Tabla 18. Actividad antibiótica frente a Haemophilus influenzae
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Resumen

El conocimiento de la resistencia antibiótica en una determinada área sanitaria es fundamental para aplicar adecuadamente la Política de Antibióticos. Se entiende como «Política de Antibióticos» el uso de unas normas de aplicación y consumo de los agentes antimicrobianos, así como de enseñanza y control continuos, para conseguir el tratamiento antibiótico más eficaz, más racional y menos costoso posible.

Hemos realizado un estudio sobre la susceptibilidad antimicrobiana durante el período comprendido entre los años 2000 y 2005 en el Área Sanitaria Oeste de Valladolid, correspondiente al Hospital Universitario Río Hortega, que comprende una población de aproximadamente 235.0000 habitantes.

Los microorganismos testados proceden de aislamientos de diferentes muestras de pacientes con procesos infecciosos, que se consideran los agentes causales. Se presentan aquellos aislados de forma más frecuente.

Los antibióticos testados fueron los adecuados que muestran, tanto in vitro como in vivo, una actividad aceptable frente a cada especie aislada. Se han tenido en cuenta los criterios de: eficacia clínica, prevalencia de la resistencia, menor posibilidad de hacer resistencia, indicaciones de uso clínico y ser de primera elección o de alternativa en un tratamiento. Los resultados se expresaron en porcentajes de susceptibilidad o sensibilidad a los antibióticos considerados.

En cuanto a los criterios de sensibilidad, se siguieron los difundidos por el National Committee on Clinical Laboratory Standards de Estados Unidos. La categoría sensible a un antibiótico dado implica que la infección originada por la bacteria aislada puede tratarse de forma adecuada con la posología habitual de dicho antibiótico. La categoría resistente implica que las bacterias aisladas no son inhibidas con la posología habitual de dicho antibiótico.

Los antibióticos tipo estudiados siguieron las líneas generales. Los antibióticos siguientes representaban a los de su grupo: ampicilina (derivados y a amoxicilina), amoxicilina-ácido clavulánico (ampi/sulbactam), cefalotina (cefazolina, cefaclor, cefradina, cefalexina, etc.), cefoxitina (cefmetazol), cefotaxime (cefatriaxona). Imipenem, meropenem, gentamicina (netilmicina, tobramicina), ciprofloxacino (ofloxacino), ofloxacino (levofloxacino). En Enterococcus: Genta-sinergia (gentamicina, tobramicina, netilmicina y amicacina). Estrepto-sinergia (estreptomicina).

Los resultados obtenidos en el estudio se han agruparon en actividades antibióticas diferentes:

  • 1.

    Actividad antibiótica frente a grampositivos: a) actividad antibiótica frente a Staphylococcus aureus; b) actividad antibiótica frente a Staphylococcus epidermidis; c) actividad antibiótica frente a Enteroccoccus faecalis; d) actividad antibiótica frente a Enterococcus faecium, y e) actividad antibiótica frente a Streptococcus agalactiae.

  • 2.

    Actividad antibiótica frente a gramnegativos: a) actividad antibiótica frente a Enterobacteriaceae; b) actividad antibiótica frente a Escherichia coli; c) actividad antibiótica frente a Klebsiella pneumoniae y Klebsiella oxitoca; d) actividad antibiótica frente a Enterobacter cloacae; e) actividad antibiótica frente a Serratia marcescens; f) actividad antibiótica frente a Proteus mirabilis, y g) actividad antibiótica frente a Morganella morganii.

  • 3.

    Actividad antibiótica frente a bacilos gramnegativos no fermentadores: a) actividad antibiótica frente a Pseudomonas aeruginosa; b) actividad antibiótica frente a Acinetobacter baumannii, y c) actividad antibiótica frente a Stenotrophomonas maltophilia.

  • 4.

    Actividad antibiótica frente a misceláneos: a) actividad antibiótica frente a Branhamella catarrhalis, y b) actividad antibiótica frente a Haemophilia influenzae.

Por tanto, aunque hay muchas bacterias resistentes a los antibióticos, hay ciertas cepas que causan frecuentemente infecciones y no pueden tratarse con antibióticos normales, por lo que es necesario cambiar los regímenes terapéuticos habituales. Estas bacterias suelen ser particularmente virulentas y causan infecciones serias.

Palabras clave:
Antibióticos
Susceptibilidad antimicrobiana
Abstract

Knowledge of the antibiotic resistance in a specific healthcare area is essential for suitable application of the antibiotic policy, which can be understood as the use of recommendations for the application and consumption of antimicrobial agents, as well as for education and continual surveillance to achieve the most effective, rational and least expensive antibiotic therapy possible.

We performed a study of antimicrobial susceptibility between 2000 and 2005 in the Health Area of the West of Valladolid (Spain) corresponding to the Rio Hortega University Hospital, with a catchment area of approximately 235,0000 inhabitants.

The microorganisms tested were obtained from isolates of distinct samples from patients with infectious processes. The agents were considered causal. The most frequently isolated agents were described.

The antibiotics tested were those that showed acceptable in vitro and in vivo activity against each isolated species. The criteria considered were clinical effectiveness, the prevalence of resistance, a low possibility of developing resistance, indications for clinical use and being the first treatment choice or alternative. The results were expressed in percentages of susceptibility or sensitivity to the antibiotics analyzed.

The sensitivity criteria of the National Committee on Clinical Laboratory Standards (USA) were followed. The category of SENSITIVE to a given antibiotic implies that the infection caused by the isolated bacterium can suitably be treated with the routine dosage of this antibiotic. The RESISTANT category implies that isolated bacteria are not inhibited with the routine dosage of this antibiotic.

The antibiotic types studied followed general lines and the following agents were taken as representative of their class: Ampicillin (ampicillin and amoxicillin derivatives), Amoxicillin/clavulanic acid(ampicillin/sulbactam), Cefalotin (cefazolin, cefaclor, cephradine, cefalexin, etc), Cefoxitin (cefmetazole), Cefotaxime (ceftriaxone, imipenem, meropenem), Gentamicin (netilmicin, tobramycin), Ciprofloxacin (ofloxacin), Ofloxacin (levofloxacin). In Enterococci: Gentamicin synergy (gentamicin, tobramycin, netilmicin and amikacin). Streptomycin synergy (streptomycin).

The results obtained in the study were grouped in different antibiotic activities:

  • 1.

    Antibiotic activity against Gram-positive bacteria: a. Antibiotic activity against to Staphylococcus aureus. b. Antibiotic activity against S epidermidis. c. Antibiotic activity against Enterococcus faecalis d. Antibiotic activity against E. faecium. e. Antibiotic activity against Streptococcus agalactiae.

  • 2.

    Antibiotic activity against Gram-negative bacteria. a. Antibiotic activity against Enterobacteriaceae. Antibiotic activity against Escherichia coli. Antibiotic activity against Klebsiella pneumoniae and K. oxytoca. Antibiotic activity against Enterobacter cloacae. Antibiotic activity against Serratia marcescens. Antibiotic activity against Proteus mirabilis. Antibiotic activity against Morganella morganii.

  • 3.

    Antibiotic activity against Non-fermenting Gram-negative bacilli (NFGNB). Antibiotic activity against Pseudomonas aeruginosa. Antibiotic activity against Acinetobacter baumannii. Antibiotic activity against Stenotrophomonas maltophilia.

  • 4.

    Antibiotic activity against miscellaneous microorganisms. a. Antibiotic activity against Branhamella catarrhalis. b. Antibiotic activity against Haemophilus influenzae.

Therefore, although many antibiotic-resistant bacteria exist, there are some strains that frequently cause infections and cannot be treated with common antibiotics. Consequently routinely-used therapeutic regimens should be changed. These bacteria are usually particularly virulent and cause serious infections.

Keywords:
Antibiotics
Antibiotic susceptibility
Laburpena

Osasun-eremu jakin bateko erresistentzia antibiotikoa zenbaterainokoa den jakitea funtsekoa da antibiotiko-politika egokia bideratu ahal izateko. Antibiotiko-politika esapideak mikrobioen kontrako eragileak aplikatu eta kontsumitzeko arau jakin batzuk eta irakaskuntza eta kontrol iraunkorra erabiltzea esan nahi du, terapeutika antibiotiko eraginkorragoa, arrazionalagoa eta ahalik eta merkeena lortzeari begira.

Rio Hortega Unibertsitate Erietxeari dagokion Valladolid Ekialdeko Osasun Eremuan suszeptibilitate antimikrobianoari buruzko ikerketa bat egin dugu, 2000 eta 2005 bitarteko aldia kontuan hartuta; guztira, 235.000 biztanle biltzen ditu eremu horrek.

Testen bidez aztertutako mikroorganismoak prozesu infekziotsuak zituzten gaixoen laginetatik atera dira, agente kausalak kontuan hartuta. Sarrien isolatutakoak aurkeztu dira.

Testen bidez aztertutako antibiotikoak egokiak izan ziren, isolatutako espezie bakoitzari aurre egiteko jarduera onargarria izan zuten in vitro nahiz in vivo. Honako irizpide hauek hartu dira kontuan: eraginkortasun klinikoa, erresistentziaren prebalentzia, erresistentzia gauzatzeko aukera gutxiago, erabilera klinikorako jarraibideak, eta tratamenduan lehenetsitakoa edo aukerakoa izatea. Emaitzak adierazteko, aztertutako antibiotikoekiko suszeptibilitatearen edo sentiberatasunaren ehunekoak eman dira.

Sentiberatasun-irizpideei dagokienez, NCCLSk (AEB) zabaldutakoei jarraitu zaie. Antibiotiko jakin batekiko SENTIBERA kategoriak esan nahi du isolatutako bakterioak sorturiko infekzioa modu egokian tratatu daitekeela antibiotiko horren ohiko posologiarekin. ERRESISTENTEA kategoriak, berriz, esan nahi du isolatutako bakterioak inhibitzerik ez dagoela antibiotiko horren ohiko posologiarekin.

Aztertutako antibiotikoetan, ikuspegi orokorra hartu da kontuan, eta antibiotiko hauek erabili dira beren taldekoen erakusgarri: Anpizilina (eratorriak eta a amoxizilina), Amoxi/klabua (anpi/sulbaktama), Zefalotina (Zefazolina, zefaklorra, zefradina, zefalexina, etab.), Zefoxitina (zefmetazola), Zefotaximea (zefatriaxona).

Imipenema, meropenema), Gentamizina (netilmizina, tobramizina), Ziprofloxazinoa (ofloxazinoa), Ofloxazinoa (lebofloxazinoa). Enterokokoetan: Genta-sinergia (gentamizina, tobramizina, netilmizina eta amikazina). Estrepto-sinergia (estreptomizina).

Ikerketan lortutako emaitzak honako jarduera antibiotiko hauen arabera sailkatu dira:

  • 1.

    Grampositiboen kontrako jarduera antibiotikoa: a. S aureusen kontrako jarduera antibiotikoa. b. S epidermidisen kontrako jarduera antibiotikoa. c. Enteroccoccus faecalisen kontrako jarduera antibiotikoa. d. Enterococcus faeciumen kontrako jarduera antibiotikoa. e. S agalactiaeren kontrako jarduera antibiotikoa.

  • 2.

    Gramnegatiboen kontrako jarduera antibiotikoa. a. Enterobacteriaceaeren kontrako jarduera antibiotikoa. Escherichia coliren kontrako jarduera antibiotikoa. Klebsiella pneumoniae eta oxitoca espezieen kontrako jarduera antibiotikoa. Enterobacter cloacaeren kontrako jarduera antibiotikoa. Serratia marcescensiren kontrako jarduera antibiotikoa. Proteus mirabilisen kontrako jarduera antibiotikoa. Morganella morganiiren kontrako jarduera antibiotikoa.

  • 3.

    BGNNFren kontrako jarduera antibiotikoa (Bazilo Gramnegatibo Ez-hartzitzaileak). Pseudomonas aeruginosaren kontrako jarduera antibiotikoa. Acinetobacter baumanniiren kontrako jarduera antibiotikoa. Stenotrophomonas maltophiliaren kontrako jarduera antibiotikoa.

  • 4.

    Nahas-mahaseko bakterioen kontrako jarduera antibiotikoa. Branhamella catarrhalisen kontrako jarduera antibiotikoa. H influenzaeren kontrako jarduera antibiotikoa.

Hortaz, antibiotikoei erresistentzia dieten bakterio asko dauden arren, badira andui batzuk infekzioak sortu ohi dituztenak eta ezin trata daitezkeenak antibiotiko arruntekin, eta, beraz, ohiko erregimen terapeutikoak aldatzea eskatzen dutenak. Bakterio horiek bereziki indartsuak izaten dira, eta infekzio handiak eragiten dituzte.

Gako-hitzak:
Antibiotikoak, suszeptibilitate antimikrobianoa
Texto completo
Introducción

La aparición de cepas bacterianas resistentes a antibióticos es un grave problema de salud pública, dado que los antibióticos son indispensables para el tratamiento de las infecciones. Así, la aparición de los antibióticos se considera uno de los mayores éxitos. Pero con el tiempo, las bacterias han desarrollado mecanismos para evitar su efecto, con lo que se dificulta el tratamiento de las infecciones y aumenta el riesgo de adquirirlas1–6.

Aunque la resistencia a antibióticos es un proceso natural de la bacteria, que trata de sobrevivir al efecto del antibiótico modificando su material genético, su velocidad de aparición se ha incrementado de forma sustancial en los últimos años, en paralelo al aumento del consumo de antibióticos. Por lo tanto, una correlación positiva entre el consumo de antibióticos y la aparición de resistencias7–11.

Las resistencias afectan a toda la población, ya que la bacteria se hace insensible al tratamiento de uno o varios antibióticos, independientemente de si el paciente infectado haya tomado en algún momento estos antibióticos. Por tanto, un uso irresponsable de los antibióticos hará que no se puedan beneficiar de ellos los pacientes que los requieran12,13. En España, en niños menores de 14 años se han detectado importantes resistencias a fluoroquinolonas, aunque este grupo de antibióticos no suele utilizarse para tratar las infecciones en este colectivo14–18.

Las infecciones causadas por bacterias resistentes no responden al tratamiento, prolongan el proceso infeccioso y, por tanto, la probabilidad de contagio y de aparición de complicaciones19–21. La velocidad de aparición de resistencias es mayor que la aparición de nuevos antibióticos, por lo que no es descabellado imaginar que pueda alcanzarse la situación en la que no se disponga de ningún antibiótico para el tratamiento de algunas infecciones bacterianas22–27.

España se encuentra entre los países europeos con un consumo mayor de antibióticos y, como consecuencia, con un porcentaje mayor de cepas bacterianas resistentes20,28–30. Por ejemplo, un tercio de las cepas de Streptococcus pneumoniae, causante de la aparición de neumonías, son resistentes a penicilina, el 30% de las cepas de estafilococos son resistentes a oxiciclina y el 60% de las cepas invasivas de Escherichia coli, causante de muchas de las infecciones urinarias, son resistentes a la ampilicina31–38.

Más de un 85% del consumo de antibióticos es extrahospitalario, y de éste una gran parte lo ocupa el tratamiento de las infecciones respiratorias tanto en niños como en adultos, que en la mayoría de los casos no requieren tratamiento antibiótico al tratarse de procesos víricos39–43.

Objetivos

El conocimiento de la resistencia antibiótica en una determinada área sanitaria es fundamental para aplicar adecuadamente la Política de Antibióticos. Se entiende como «Política de Antibióticos» el uso de unas normas de aplicación y consumo de los agentes antimicrobianos, así como de enseñanza y control continuos, para conseguir el tratamiento antibiótico más eficaz, más racional y menos costoso posible.

Hemos realizado un estudio sobre la susceptibilidad antimicrobiana durante el período comprendido entre los años 2000 y 2005.

Material y métodos

El estudio se ha realizado en el Área Sanitaria Oeste de Valladolid, correspondiente al Hospital Universitario Río Hortega, que comprende un área de población protegida de unos 235.000 habitantes. Hemos estudiado todas las muestras que se han recibido en la Sección de Microbiología de este hospital entre los años 2000 y 2005, ambos incluidos.

Bacterias estudiadas

Los microorganismos testados proceden de aislamientos de diferentes muestras de pacientes con procesos infecciosos, que se consideran los agentes causales. Se presentan aquellos aislados de forma más frecuente.

Antibióticos testados

Son los antibióticos adecuados que muestran, tanto in vitro como in vivo, una actividad aceptable frente a cada especie aislada. Se han tenido en cuenta los criterios siguientes: eficacia clínica, prevalencia de la resistencia, menor posibilidad de hacer resistencia, indicaciones de uso clínico y ser de primera elección o de alternativa en un tratamiento.

Resultados

Se expresan en porcentajes de susceptibilidad o sensibilidad a los antibióticos considerados.

Criterios de sensibilidad

Se siguen los difundidos por el National Committee on Clinical Laboratory Standards de Estados Unidos en su documento M100-S16, volumen 26, número 3 de enero de 2006. La categoría sensible o susceptible a un antibiótico dado implica que la infección originada por la bacteria aislada puede tratarse de forma adecuada con la posología habitual de dicho antibiótico. La categoría resistente implica que las bacterias aisladas no son inhibidas con la posología habitual de dicho antibiótico.

Antibióticos tipo

En líneas generales, en la tabla 1 se indican los antibióticos que representan a los de su grupo.

Tabla 1.

Antibióticos tipo

Antibiótico  Representa a: 
Ampicilina  Derivados y a amoxicilina 
Amoxicilina-ácido clavulánico  Ampi/sulbactam 
Cefalotina  Cefazolina, cefaclor, cefradina, cefalexina, etc. 
Cefoxitina  Cefmetazol 
Cefotaxima  Cefatriaxona 
Imipenem  Meropenem 
Gentamicina  Netilmicina (tobramicina) 
Ciprofloxacino  Ofloxacino 
Ofloxacino  Levofloxacino 
En Enterococcus:   
Genta-sin  Gentamicina, tobramicina, netilmicina y amicacina 
Estrepto-sin  Estreptomicina 

Estrepto-sin: estreptomicina sinergia; Genta-sin: gentamicina sinergia.

Abreviaturas

Véase la tabla 2.

Tabla 2.

Abreviaturas

Abreviatura  Significado 
NCCLS (EE.UU.)  Comisión Nacional para el Control de la Normalización de los Laboratorios. Actualmente CLSI (Instituto para la normalización clínica y los laboratorios) 
SAMR, SARM, MRSA  Staphylococcus aureus resistentes a meticilina. También se extrapola a cloxacilina 
SEMR, SERM, MRSE  Staphylococcus epidermidis resistentes a meticilina. También se extrapola a cloxacilina 
CMI  Concentración mínima inhibitoria. Es la mínima concentración de un determinado antibiótico que inhibe el desarrollo de un microorganismo 
Strep-sin  «positiva». Significa que la resistencia de Enterococcus a estreptomicina es de nivel bajo, y se observa un efecto sinérgico entre estreptomicina y los betalactámicos o vancomicina 
Strep-sin  «negativa». Significa que la resistencia de Enterococcus a estreptomicina es de nivel alto (RAN-estr), sin que se observe un efecto sinérgico entre estreptomicina y los betalactámicos o vancomicina 
Genta-sin  «positiva». Significa que la resistencia de Enterococcus a gentamicina es de nivel bajo, y se observa un efecto sinérgico entre gentamicina, netilmicina, tobramicina o amicacina y los antibióticos betalactámicos o vancomicina 
Genta-sin  «negativa». Significa que la resistencia de Enterococcus a gentamicina es de nivel alto (RAN-genta), sin que se observe un efecto sinérgico entre gentamicina, netilmicina, tobramicina o amicacina y los antibióticos betalactámicos o vancomicina 
  Microbiología tiene que informar del comportamiento de Enterococcus especialmente en infecciones sistémicas y en endocarditis 
Streptococcus grupo A  Streptococcus pyogenes 
Streptococcus grupo B  Streptococcus agalactiae 
Betalactamasa (en Haemophilus influenzaePorcentaje de cepas de H. influenzae que presentan este enzima inactivante de determinados antibióticos betalactámicos. Serán sensibles a la acción de betalactámicos con inhibidores de betalactamasas 
Resistencia cromosómica (en H. influenzaePorcentaje de cepas de H. influenzae resistentes a betalactámicos por mecanismos no enzimáticos. No serán sensibles a la acción de betalactámicos con inhibidores de betalactamasas 
BLEA  Betalactamasas de espectro ampliado. Enzimas que pueden estar presentes en determinadas bacterias gramnegativas y que inactivan a las cefalosporinas de tercera generación. Se expresa en porcentajes. En el antibiograma figura en caso de positividad 
RAN  Resistencia de alto nivel que se presenta en Enterococcus 
  I. A Aminoglucósidos. Si es frente a estreptomicina (RAN-E positiva), significa que no se observará efecto sinérgico en asociación con betalactámicos o vancomicina. Frente a gentamicina (RAN-G positiva), significa que no se observará efecto sinérgico de gentamicina, netilmicina, tobramicina, amicacina en asociación con betalactámicos o vancomicina 
  II. A Vancomicina 

RAN: resistencia a alto nivel.

ComentariosStaphylococcus

Staphylococcus aureus y Staphylococcus epidermidis que son resistentes a oxacilina (SAMR o SEMR) deben considerarse asimismo resistentes a otros betalactámicos, así como a cefamicinas (cefoxitina), amoxicilina-ácido clavulánico, ampi/sulbactam, piperacilina/tazobactam e imipenem. Las resistencias pueden ampliarse a los aminoglucósidos (gentamicina, netilmicina, etc.), quinolonas, macrólidos, clindamicina y tetraciclinas. Es importante realizar las pruebas de susceptibilidad.

Enterococcus

Por no ser eficaces clínicamente, no se testan las cefalosporinas, aminoglucósidos, clindamicina y trimeto-sulfa.

Las cepas no productoras de betalactamasas, que son sensibles a penicilina y ampicilina, también serán sensibles a amoxicilina y a combinaciones con inhibidores de betalactamasas. Las cepas no productoras de betalactamasas y resistentes a penicilina o a ampicilina (concentración mínima inhibitoria > 16μg/ml), también serán resistentes a ureidopenicilinas y a carbapenemes. Las productoras de betalactamasas serán resistentes a penicilina, ampicilina y ureidopenicilinas, pero sensibles a carbapenemes y a combinaciones con inhibidores de betalactamasas.

Frente a las infecciones sistémicas por Enterococcus (endocarditis), no son eficaces ni los antibióticos que actúan a nivel de la pared bacteriana (betalactámicos, vancomicina), ni los aminoglucósidos si se utilizan de forma individual. Lo correcto es asociar penicilina, ampicilina o vancomicina a un aminoglucósido (gentamicina, estreptomicina, etc.), ya que se consigue una acción sinérgica bactericida. Sin embargo, aparecen con frecuencia cepas de Enterococcus con resistencia de alto nivel (RAN) a aminoglucósidos, sin que se produzca efecto sinérgico. En la información del antibiograma que facilita el Laboratorio de Microbiología, figurará siempre frente a Enterococcus el dato de Estrep-sin (efecto sinérgico con estreptomicina) y de Genta-sin (efecto sinérgico con gentamicina).

Streptococcus pneumoniae

Aquellos sensibles a penicilina pueden considerarse sensibles asimismo a ampicilina, amoxicilina, amoxicilina-ácico clavulánico, ampi/sulbactam, cefaclor, cefixima, cefepime, cefatriaxona, cefotaxima, cefuroxima, imipenem y meropenem.

Streptococcus betahemolítico grupos A y B

Comentario similar al expuesto para S. pneumoniae.

Resultados

Los resultados obtenidos en el estudio se han agrupado en diferentes actividades antibióticas: a) actividad antibiótica frente a grampositivos; b) actividad antibiótica frente a gramnegativos; c) actividad antibiótica frente a bacilos gramnegativos no fermentadores (BGNNF), y d) actividad antibiótica frente a misceláneos. Y cada una de ellas se dividida en otros subgrupos.

  • 1.

    Actividad antibiótica frente a grampositivos

    • a.

      Actividad antibiótica frente a Staphylococcus aureus aparece recogida en la tabla 3.

      Tabla 3.

      Estudio de la actividad antibiótica frente a Staphylococcus aureus

      Año  2000  2001  2002  2003  2004  2005 
      N.° de cepas  678  400  542  561  586  629 
      Antibiótico             
      Penicilina  12 
      Cloxacilina  66  75  66  70  67  64 
      Amoxicilina-ácido clavulánico  66  75  66  70  67  64 
      Gentamicina  82  91  88  96  96  95 
      Trimeto-sulfa  94  99  99  99  99  99 
      Ofloxacino    73  63  70  82   
      Levofloxacino          65  62 
      Fosfomicina  80      90  95  94 
      Clindamicina  81  89  85  91  92  88 
      Eritromicina  57  69  63  72  64  61 
      Linezolid          100  100 
      Quinu-dalf          100  100 
      Rifampicina  98  98  99  99  99  99 
      Tetraciclina  89  92  93  94  97  95 
      Teicoplanina  99  100  100  100  100  100 
      Vancomicina  100  100  100  100  100  100 
      SARM  34  25  34  30  33  36 
      beta-lasa  93  88  92  93  92  93 

      SARM: Staphylococcus aureus resistentes a meticilina.

    • b.

      Actividad antibiótica frente a Staphylococcus epidermidis (tabla 4).

      Tabla 4.

      Actividad antibiótica frente a Staphylococcus epidermidis

      Año  2000  2001  2002  2003  2004  2005 
      N.° de cepas  199  170  165  163  181  212 
      Antibiótico             
      Penicilina 
      Cloxacilina  32  35  30  33  37  24 
      Amoxicilina-ácido clavulánico  32  35  30  33  37  24 
      Gentamicina  53  63  56  59  61  67 
      Trimeto-sulfa  75  78  81  79  75  79 
      Ofloxacino    52  45  56  67   
      Levofloxacino          52  44 
      Fosfomicina  76      71  74  63 
      Clindamicina  60  58  55  56  59  60 
      Eritromicina  33  31  28  31  36  29 
      Linezolid          100  100 
      Quinu-dalfo          99  100 
      Rifampicina  93  95  95  98  88  93 
      Tetraciclina  64  72  76  74  73  73 
      Teicoplanina  81  93  92  96  82  89 
      Vancomicina  100  100  100  99  99  98 
      SEMR  68  65  70  67  63  76 
      beta-lasa  98  97  97  98  98  96 

      SEMR: Staphylococcus epidermidis resistentes a meticilina.

    • c.

      Actividad antibiótica frente a Enteroccoccus faecalis (tabla 5).

      Tabla 5.

      Actividad antibiótica frente a Enterococcus faecalis

      Año  2000  2001  2002  2003  2004  2005 
      N.° de cepas  283  179  247  234  220  309 
      Antibiótico             
      Penicilina  79  98  99  97  96  97 
      Ampicilina  99  99  99  100  100  100 
      Ampicilina-sulbac            100 
      Imipenem  98  99  99  100  98  100 
      Eritromicina    22  25  29  17  22 
      Quinu-dalfo   
      Tetraciclina    26  22  32  32  23 
      Ciprofloxacino    64  67  71  66  71 
      Ofloxacino    48  60  61  60   
      Levofloxacino    68  68  73  73  74 
      Moxifloxacino            75 
      Trimeto-sulfa      10 
      Estrep-sin  54  58  49  60  54  54 
      Genta-sin  65  75  72  70  71  76 
      Linezolid            100 
      Teicoplanina  99  100  100  100  100  99 
      Vancomicina  97  100  100  100  100  99 
      RAN a E  46  42  51  40  46  46 
      RAN a G  35  25  28  30  29  24 

      RAN a E: resistencia de nivel alto que se presenta en Enterococcus.

    • d.

      Actividad antibiótica frente a Enterococcus faecium (tabla 6).

      Tabla 6.

      Actividad antibiótica frente a Enterococcus faecium

      Año  2000  2001  2002  2003  2004  2005 
      N.° de cepas  26  23  28  32  41 
      Antibiótico             
      Penicilina  35  50  15  22  30  17 
      Ampicilina  46  67  20  26  30  29 
      Imipenem    67  20  26  30  29 
      Eritromicina    10  10 
      Quinu-dalfo    17  26  41  60 
      Tetraciclina    50  83  76  69  76 
      Ciprofloxacino    50  24  19  12 
      Ofloxacino    33  10   
      Levofloxacino    50  10  35  26  14 
      Moxifloxacino            11 
      Trimeto-sulfa    12 
      Fosfomicina      100  80  80 
      Linezolid            97 
      Teicoplanina  100  88  100  97  100  98 
      Vancomicina  81  88  100  100  100  100 
      Estrep-sin  54  67  25  30  33  29 
      Genta-sin  96  83  95  87  81  71 
      RAN a E  46  33  75  70  67  71 
      RAN a G  17  13  19  29 

      RAN a E: resistencia de nivel alto que se presenta en Enterococcus.

    • e.

      Actividad antibiótica frente a Streptococcus agalactiae (tabla 7).

      Tabla 7.

      Actividad antibiótica frente a Staphylococcus agalactiae

      Año  2000  2001  2002  2003  2004  2005 
      Semestre             
      N.° de cepas  291  257  411  430  382  364 
      Antibiótico             
      Penicilina  95  99  99  99  100  100 
      Ampicilina  96  100  100  100  100  100 
      Imipenem  100  100  100  100  100  100 
      Cefuroxima  98  99  97  96  98  99 
      Clindamicina  86  89  83  75  77  85 
      Eritromicina  80  81  80  73  73  80 
      Qinu-dalfo    99  92  91  95  98 
      Fosfomicina  76    85  100  100  100 
      Ofloxacino  99  86  90  91  88   
      Levofloxacino    100  99  99  99  99 
      Trimeto-sulfa    98  93  98  99  99 
      Teicoplanina  100  100  100  100  100  100 
      Vancomicina  100  100  100  100  100  100 
      Linezolid            100 

  • 2.

    Actividad antibiótica frente a gramnegativos

    • a.

      Actividad antibiótica frente a Enterobacteriaceae.

      • 1.

        Actividad antibiótica frente a Escherichia coli (tabla 8).

        Tabla 8.

        Actividad antibiótica frente a Escherichia coli

        Año  2000  2001  2002  2003  2004  2005 
        N.° de cepas  2020  1555  2069  2101  2242  2450 
        Antibiótico             
        Ampicilina  48  44  40  40  40  36 
        Amoxicilina-ácido clavulánico  69  87  87  87  86  84 
        Imipenem  100  100  100  100  100  100 
        Meropenem  100  100  100  100  100  100 
        Ertapenem            100 
        Piperacilina  50  61  54  56  51  49 
        Piperacilina- tazobactam    99  99  99  97  97 
        Cefalotina  38  54  88  50  47  40 
        Cefoxitina  91  92  93  91  92  92 
        Cefuroxima    81  86  76  84  80 
        Cefotaxima  98  97  96  96  94  91 
        Cefepima  93  97  96  96  94  91 
        Ceftazidima    97  96  96  94  91 
        Gentamicina  93  94  93  93  91  90 
        Tobramicina    95  95  94  91  88 
        Amicacina  100  100  100  100  100  100 
        Ciprofloxacino  82  82  80  75  72  68 
        Ofloxacino    82  85  75  72  67 
        Norfloxacino      81  75  72  68 
        Fosfomicina  97           
        Trimeto-sulfa  70  73  71  70  69  66 
        BLEA           

        BLEA: betalactamasas de espectro ampliado.

      • 2.

        Actividad antibiótica frente a Klebsiella pneumoniae y Klebsiella oxitoca (tabla 9).

        Tabla 9.

        Actividad antibiótica frente a Klebsiella pneumoniae y oxitoca

          K. pneumoniaeK. oxytoca
        Año  2000  2001  2002  2003  2004  2005  2000  2001  2002  2003  2004  2005 
        N.° de cepas  120  100  134  153  182  228  82  60  69  63  89  70 
        Antibiótico                         
        Ampicilina  14 
        Amoxicilina-ácido clavulánico  78  98  95  96  93  87  66  86  87  88  86  92 
        Imipenem  100  100  100  100  100  100  100  100  100  100  100  100 
        Meropenem    100  100  100  100  100    100  100  100  100  100 
        Ertapenem            100            100 
        Piperacilina     
        Piperacilina- tazobactam    100  97  98  96  85    90  94  87  85  96 
        Cefalotina  76  93  92  92  90  80  49  78  82  82  81  88 
        Cefuroxima    95  91  93  90  87    73  87  83  81  86 
        Cefoxitina  88  96  96  95  95  92  78  100  100  96  94  100 
        Cefotaxima  98  100  99  100  95  95  94  98  99  100  99  100 
        Cefepima  94  100  99  100  96  95  85  98  99  100  99  100 
        Ceftazidima    100  99  99  96  95    98  99  100  99  100 
        Gentamicina  97  97  99  99  97  99  98  100  100  98  96  99 
        Tobramicina    98  100  99  97  100    100  100  100  97  99 
        Amicacina  100  100  100  100  100  100  100  100  100  100  100  100 
        Ciprofloxacino  92  88  93  96  94  92  98  88  96  87  85  94 
        Ofloxacino    87  95  97  93  92    92  97  88  89  93 
        Norfloxacino      94  97  95  92      99  94  96  94 
        Fosfomicina  71            63           
        Trimeto-sulfa  95  94  99  98  94  95  92  85  96  95  94  99 
        BLEA            19           

        BLEA: betalactamasas de espectro ampliado.

      • 3.

        Actividad antibiótica frente a Enterobacter cloacae (tabla 10).

        Tabla 10.

        Actividad antibiótica frente a Enterobacter cloacae

        Año  2000  2001  2002  2003  2004  2005 
        N.° de cepas  106  65  84  110  93  84 
        Antibiótico             
        Ampicilina 
        Amoxicilina-ácido clavulánico 
        Imipenem  99  100  100  100  100  100 
        Meropenem  100  100  100  100  100  100 
        Ertapenem            100 
        Piperacilina  54  80  76  77  80  77 
        Piperacilina- tazobactam    86  87  84  84  83 
        Cefalotina 
        Cefuroxima    28  24  29  12  25 
        Cefoxitina 
        Cefotaxima  72  86  87  83  81  82 
        Ceftazidima    83  86  83  81  80 
        Cefepima  84  100  99  100  100  100 
        Gentamicina  96  95  99  100  100  100 
        Tobramicina    95  98  100  100  100 
        Amicacina  99  100  100  100  100  100 
        Ciprofloxacino  95  91  96  96  99  94 
        Ofloxacino    90  97  95  100  92 
        Norfloxacino      96  96  100  95 
        Fosfomicina  50           
        Trimeto-sulfa  93  100  96  98  95  98 
        BLEA           

        BLEA: betalactamasas de espectro ampliado.

      • 4.

        Actividad antibiótica frente a Serratia marcescens (tabla 11).

        Tabla 11.

        Actividad antibiótica frente a Serratia marcescens

        Año  2000  2001  2002  2003  2004  2005 
        N.° de cepas  25  17  36  21  25  23 
        Antibiótico             
        Ampicilina  33 
        Amoxicilina-ácido clavulánico  43 
        Imipenem  100  100  97  100  100  100 
        Meropenem  100  100  97  100  100  100 
        Ertapenem            100 
        Piperacilina  71  100  92  100  100  100 
        Piperacilina-tazobactam    100  92  100  100  100 
        Cefalotina 
        Cefuroxima 
        Cefoxitina  53  38  57  40  43  33 
        Cefotaxima  77  100  94  100  100  100 
        Ceftazidima    100  92  100  100  100 
        Cefepima  95  94  97  100  100  100 
        Gentamicina  100  100  100  100  100  100 
        Tobramicina    82  86  86  88  87 
        Amicacina  100  100  100  100  100  100 
        Ciprofloxacino  96  76  94  81  96  96 
        Ofloxacino    69  86  90  86  100 
        Norfloxacino    87  97  86  96  96 
        Fosfomicina  77           
        Trimeto-sulfa  96  100  100  100  100  100 
        BLEA           

        BLEA: betalactamasas de espectro ampliado.

      • 5.

        Actividad antibiótica frente a Proteus mirabilis (tabla 12).

        Tabla 12.

        Actividad antibiótica frente a Proteus mirabilis

        Año  2000  2001  2002  2003  2004  2005 
        N.° de cepas  200  118  194  232  181  183 
        Antibiótico             
        Ampicilina  54  67  60  66  51  56 
        Amoxicilina-ácido clavulánico  90  98  97  95  97  96 
        Imipenem  100  100  100  100  83  100 
        Meropenem  100  100  100  100  100  100 
        Ertapenem            100 
        Piperacilina  52  90  89  91  84  90 
        Piperacilina-tazobactam    100  100  100  99  100 
        Cefalotina  62  93  91  92  90  90 
        Cefoxitina  99  98  97  97  97  99 
        Cefuroxima    98  98  97  98  98 
        Cefotaxima  99  100  100  100  100  100 
        Ceftazidima    100  100  100  100  100 
        Cefepima  94  100  100  100  100  100 
        Gentamicina  90  90  88  89  87  90 
        Tobramicina    98  90  91  90  94 
        Amicacina  99  100  100  100  99  99 
        Ciprofloxacino  93  92  88  82  76  81 
        Ofloxacino    93  91  87  78  80 
        Norfloxacino      97  97  94  94 
        Fosfomicina  79           
        Trimeto-sulfa  54  64  65  68  64  67 
        BLEA           

        BLEA: betalactamasas de espectro ampliado.

      • 6.

        Actividad antibiótica frente a Morganella morganii (tabla 13).

        Tabla 13.

        Actividad antibiótica frente a Morganella morganii

        Año  2000  2001  2002  2003  2004  2005 
        N.° de cepas  39  22  39  28  37  23 
        Antibiótico             
        Ampicilina 
        Amoxicilina-ácido clavulánico 
        Imipenem  100  100  100  100  100  100 
        Meropenem  100  100  100  100  100  100 
        Ertapenem            100 
        Piperacilina  47  86  77  82  84  83 
        Piperacilina-tazobactam    100  100  96  100  96 
        Cefalotina 
        Cefoxitina  60  75  49  38  37  38 
        Cefuroxima   
        Cefotaxima    86  85  93  92  96 
        Ceftazidima    82  82  93  92  87 
        Cefepima  100  100  100  100  100  100 
        Gentamicina  87  95  79  86  89  78 
        Tobramicina    100  92  89  89  87 
        Amicacina  100  100  100  100  100  100 
        Ciprofloxacino  95  95  79  75  68  74 
        Ofloxacino    95  86  73  66  76 
        Norfloxacino      90  93  84  87 
        Fosfomicina           
        Trimeto-sulfa  72  86  69  54  65  78 
        BLEA           

        BLEA: betalactamasas de espectro ampliado.

  • 3.

    Actividad antibiótica frente a BGNNF

    • a.

      Actividad antibiótica frente a Pseudomonas aeruginosa (tabla 14).

      Tabla 14.

      Actividad antibiótica frente a Pseudomonas aeruginosa

      Año  2000  2001  2002  2003  2004  2005 
      N.° de cepas  375  257  368  378  423  333 
      Antibiótico             
      Ampi-sulbactam 
      Imipenem  85  89  87  87  80  83 
      Meropenem  92  92  90  90  85  91 
      Piperacilina  91  92  88  89  91  92 
      Piperacilina-tazobactam  91  98  90  93  95  95 
      Ceftazidima  86  84  82  78  72  80 
      Cefepima  79  87  85  84  83  88 
      Gentamicina  74  75  75  75  72  74 
      Tobramicina  89  87  88  85  78  80 
      Amicacina  91    93    95  73 
      Ciprofloxacino  71  70  59  65  62  60 
      Levofloxacino    71  60  68  63  62 
      Trimeto-sulfa 
    • b.

      Actividad antibiótica frente a Acinetobacter baumannii (tabla 15).

      Tabla 15.

      Actividad antibiótica frente a Acinetobacter baumannii

      Año  2000  2001  2002  2003  2004  2005 
      N.° de cepas  111  180  185  199  127  114 
      Antibiótico             
      Ampi-sulbactam  47  82  60  80  43 
      Imipenem  26  52  97  63  58  80 
      Meropenem  34  82  99  78  61  78 
      Piperacilina  13  12  12 
      Piperacilina-tazobactam  39  61  43  34  48 
      Cefotaxima 
      Ceftazidima  10  13  17 
      Cefepima  10  10  14  19  28 
      Gentamicina  10  20  46  24 
      Tobramicina  21  22  25  42  59  76 
      Amicacina  19  87  88    95  65 
      Ciprofloxacino  10  11  15 
      Levofloxacino    11  13  33 
      Trimeto-sulfa  14  18  24  41  58  70 
    • c.

      Actividad antibiótica frente a Stenotrophomonas maltophilia (tabla 16).

      Tabla 16.

      Actividad antibiótica frente a Stenotrophomonas maltophilia

      Año  2000  2001  2002  2003  2004  2005 
      N.° de cepas  19  29  22  28  22 
      Antibiótico             
      Ampi-sulbactam  33  14  13  12 
      Imipenem  11 
      Meropenem  44  32  10  14  15  11 
      Piperacilina  67  17  14  15  21 
      Piperacilina-tazobactam    83  68  77  52  89 
      Cefotaxima 
      Ceftazidima  44  74  54  55  52  78 
      Cefepima  33  26  17  36  37  42 
      Gentamicina  22  21  17  23  33  32 
      Tobramicina  56  26  14  41  59  39 
      Ciprofloxacino  33  37  34  64  42  58 
      Trimeto-sulfa      95  97  97  95 

  • 4.

    Actividad antibiótica frente a misceláneos

    • a.

      Actividad antibiótica frente a Branhamella catarrhalis (tabla 17).

      Tabla 17.

      Actividad antibiótica frente a Branhamella catarrhalis

      Año  2001  2002  2003  2004  2005 
      N.° de cepas  20  24  25  20  20 
      Antibióticos           
      Ampìcilina  11  33  24  32  25 
      Amoxicilina-ácido clavulánico  100  100  100  100  100 
      Cefuroxima  100  100  100  100  100 
      Ceftriaxona  100  100  100  100  100 
      Ciprofloxacino  100  100  100  100  100 
      Beta-lasa  89  67  76  68  75 
    • b.

      Actividad antibiótica frente a Haemophilus influenzae.

  • 5.

    Actividad antibiótica frente a gramnegativos

    • a.

      Actividad antibiótica frente a Enterobacteriaceae.

      • 1.

        Actividad antibiótica frente a Escherichia coli (tabla 8).

      • 2.

        Actividad antibiótica frente a Klebsiella pneumoniae y Klebsiella oxitoca (tabla 9).

      • 3.

        Actividad antibiótica frente a Enterobacter cloacae (tabla 10).

      • 4.

        Actividad antibiótica frente a Serratia marcescens (tabla 11).

      • 5.

        Actividad antibiótica frente a Proteus mirabilis (tabla 12).

      • 6.

        Actividad antibiótica frente a Morganella morganii (tabla 13).

  • 6.

    Actividad antibiótica frente a BGNNF

    • a.

      Actividad antibiótica frente a Pseudomonas aeruginosa (tabla 14).

    • b.

      Actividad antibiótica frente a Acinetobacter baumannii (tabla 15).

    • c.

      Actividad antibiótica frente a Stenotrophomonas maltophilia (tabla 16).

  • 7.

    Actividad antibiótica frente a misceláneos

    • a.

      Actividad antibiótica frente a Branhamella catarrhalis (tabla 17).

    • b.

      Actividad antibiótica frente a Haemophilus influenzae (tabla 18).

      Tabla 18.

      Actividad antibiótica frente a Haemophilus influenzae

      Año  2000  2001  2002  2003  2004  2005 
      N.° de cepas  229  58  101  112  82  70 
      Antibiótico             
      Ampicilina  80  84  86  81  79  82 
      Amoxicilina-ácido clavulánico  98  100  100  99  100  99 
      Cefuroxima  98  100  100  100  100  100 
      Cefatriaxona  100  100  100  100  100  100 
      Ciprofloxacino  100  98  100  100  99  100 
      Beta-lasa  18  16  14  18  21  17 
      Res. cromosómica 

Discusión

Hoy se sabe que los antibióticos están perdiendo rápidamente su eficacia. Debido a su uso excesivo y a su mala utilización, las bacterias son cada vez más resistentes a muchos de los antibióticos para tratar graves infecciones en los hospitales3,4,14,20. Aunque hay bacterias resistentes a los antibióticos, hay ciertas cepas que causan frecuentemente infecciones y no pueden tratarse con antibióticos normales, por lo que es necesario cambiar los regímenes habituales. Estas bacterias suelen ser particularmente virulentas y causan serias infecciones. Los fenotipos de resistencia atípicos sólo pueden detectarse a través de ensayos de susceptibilidad antibiótica. A menudo, la alternativa a los antibióticos es menos eficaz o incluso tóxica para el paciente, y el resultado clínico, malo10,13,20.

Los resultados de las pruebas de susceptibilidad antimicrobiana se basan en interpretaciones fenotípicas de laboratorio y el microorganismo es informado como susceptible o resistente a un antibiótico determinado.

En los últimos años, el conocimiento de los mecanismos moleculares de resistencia a antibióticos se ha extendido inmensamente. La disponibilidad de un número mayor de antimicrobianos ha permitido una mejor individualización de problemas clínicos específicos. También, los avances en los procesos bioquímicos y genéticos de los determinantes de resistencia hacen que podamos interpretar y predecir el éxito de un tratamiento específico en diversas circunstancias3,10,20,39. El uso de técnicas de biología molecular en el seguimiento de aislamientos bacterianos resistentes nos indica que el problema de resistencia en muchos casos se debe a la expansión clonal de ciertas cepas en un nicho biológico determinado. Así, los antibióticos betalactámicos son los compuestos más utilizados en la comunidad y en el medio hospitalario37,39,43.

A la hora de evaluar los resultados obtenidos, es conveniente tener en cuenta las consideraciones siguientes, que son: a) el número de cepas testadas cada año es representativo para obtener conclusiones válidas; b) los datos se han extraído de un sistema automático de susceptibildad en un período de 6 años, durante los cuales se han producido cambios en el panel de antibióticos testados, así como, en ciertos casos, en el punto de corte de la categoría sensible, y c) los resultados expresan porcentajes de sensibilidad de la bacterias a los antibióticos, obviando las categorías intermedias y resistentes.

Respecto a la resistencia a meticilina (o cloxacilina), esta oscila en S. aureus entre el 25 y el 36% y en S. epidermidis entre el 63 y el 76%. Estos son resultados similares a los descritos por otros autores7,36,44 sin observar resistencias a vancomicina. Similares niveles de resistencia se revelan en las quinolonas fluoradas y en los macrólidos. Linezolid, quinu-dalfo, cotrimoxazol, rifampicina, fosfomicina, gentamicina y las lincosamidas muestran buena actividad frente a S. aureus. En S. epidermidis, la multirresistencia es frecuente y afecta a gentamicina (67% de cepas sensibles), a las quinolonas y al grupo MLS. Se observa una pérdida progresiva de sensibilidad a vancomicina. Linezolid y quinu-dalfo mantienen su actividad frente al 100% de las cepas ensayadas.

La ampicilina y derivados muestran una actividad alta frente a E. faecalis, al igual que los glucopéptidos y el linezolid. La resistencia de alto nivel a gentamicina osciló entre el 24 y el 35%. E. faecium, aunque no muy frecuente, presenta una resistencia elevada, con cepas resistentes a glucopéptidos, que puede ser achacable, en parte, a una identificación incorrecta45. S. agalactiae se muestra muy sensible a los antibióticos ensayados, y el grupo MLS es el menos activo.

Por tanto, los betalactámicos siguen siendo todavía una alternativa terapéutica en el tratamiento de infecciones, tanto adquiridas en la comunidad, como en el medio hospitalario. Además, la disponibilidad de un gran número de ellos hace que hayan diferentes alternativas, aunque su resistencia ha producido una limitación notable en la efectividad de su uso46.

Al igual que otros autores47,48, se observa una disminución de la sensibilidad a las quinolonas, no solamente en E. coli, sino también en Proteus y en Morganella. No obstante, su actividad se mantiene en el resto de las enterobacterias testadas (Klebsiella, Enterobacter y Serratia). Por otra parte, se detectó mediante sistemas automatizados BLEA durante el año 2000, y se observó una incidencia del 6, el 2, el 19 y el 9% en E. coli, K. pneumoniae, K. oxytoca y E. cloacae, respectivamente. En las restantes especies no se observó ninguna BLEA. Como otros estudios3,5–47 muestran, la presencia de estas cepas es cada vez más alta, sabiendo que, desde el punto de vista terapéutico, representan un grave problema a la hora de abordar un tratamiento idóneo. Los carbapenemes (imipenem, meropenem y ertapenem) se muestran muy activos, al igual que los aminoglucósidos, aunque gentamicina presenta una actividad del 90, el 90 y el 78% frente a E. coli, P. mirabilis y M. morganii, respectivamente.

Las cefalosporinas de la tercera y cuarta generación presentan un comportamiento similar, aunque cefotaxima solamente abarca al 91% de las cepas de E .coli, al 82% de E. cloacae y al 96% de M. morganii. La piperacilina (tazobactam) muestra buena actividad, superior a piperacilina, como es natural, mantenida en el tiempo. Por último, un antibiótico digno de atención es cotrimoxazol, el cual, después de haber salido al mercado terapéutico en la década de 1970, mantiene intactas muchas de sus prestaciones iniciales, y sirve como antibiótico de elección o de alternativa en muchos procesos infecciosos donde se asienten tanto bacterias grampositivas como negativas. La fosfomicina, por sus propiedades farmacocinéticas y de tolerancia, también debería figurar entre los recursos terapéuticos. Su no inclusión en los sistemas automatizados merma estas posibilidades.

Los BGNNF representan un grave problema terapéutico en todos los procesos infecciosos en los que se ven involucrados. Frente a P. aeruginosa, los carbapenemes muestran resultados similares a los de otros estudios multicéntricos, mejor actividad en piperacilina-tazobactam y menor en las quinolonas y aminoglucósidos. No se considera probada la presencia de cepas productoras de metalo-betalactamasas48. A. baumannii no representa un grave problema epidemiológico en este hospital. Sin embargo, presenta una sensibilidad baja a los antibióticos. Ampi-sulbactam se muestra similar a otros autores; sin embargo, los carbapenemes (imipenem y meropenem) muestran actividad del 80 y el 78%, respectivamente46. De los aminoglucósidos, tobramicina se muestra superior (actividad del 76%). También conviene observar la tendencia creciente de actividad de cotrimoxazol (70% en 2005). Finalmente, frente a S. maltophilia, piperacilina tazobactam, ceftazidima y, especialmente, cotrimoxazol son los que se muestran más activos.

La actividad antibiótica frente H. influenzae es, en general, buena, con cifras del 100% en quinolonas y cefalosporinas de la tercera generación. La resistencia a ampicilina es variable, alrededor del 20%. La resistencia cromosómica es asimismo muy baja o inexistente. Finalmente, frente a B. catarrhalis los antibióticos testados muestran una actividad elevada, excepto frente a ampicilina, consecuencia de la alta incidencia de cepas productoras de betalactamasa.

Así pues, el conocimiento de la resistencia antibiótica en una determinada área sanitaria es fundamental para aplicar de forma adecuada una Política de Antibióticos, con el uso de unas normas de aplicación y consumo de los agentes antimicrobianos, así como de enseñanza y control continuos, para conseguir el tratamiento antibiótico más eficaz, más racional y menos costoso posible.

Conflicto de intereses

Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

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