Como cada año, me gusta empezarlo pensando en positivo y sintiendo que se abre ante mí un abanico de posibilidades que no puedo desaprovechar.
Año tras año, y desde no hace demasiados, cuando por fin comprendí que las cosas no cambian solas (confieso que he llegado a admirar muchísimo a las personas que han comprendido esto antes de los 50) he ido realizando pequeños cambios a nivel personal y profesional que me han permitido vivir las cosas y, sobre todo, sentirlas y actuar frente a ellas, de otra manera y con nuevas perspectivas. Es un camino que hay que recorrerlo individualmente.
También individualmente he de plantearme el futuro que quiero para mi farmacia y mi ejercicio profesional. En este sentido, me gusta leer casi todo lo que cae en mis manos, como algunas entrevistas a compañeros que tienen perspectivas muy diferentes de cómo son y cómo quieren que sea su farmacia en el futuro. Algunas sorprendentes y otras visionarias, pero todas con el objetivo común de ejercer su profesión de la mejor manera posible y con una enorme ilusión. Desde luego no hay una fórmula mágica ni unificada para todos los que ejercemos en farmacia comunitaria, pero sí unos principios fundamentales a los que no podemos renunciar. El primero y no menos importante es la custodia del medicamento, bien fundamental para la salud de los ciudadanos.
Para mí, la custodia del medicamento incluye el control de su buen uso en tanto en cuanto el medicamento necesario llegue al enfermo que lo necesita en la dosis y en el momento que lo necesite, evitando al mismo tiempo duplicidades, interacciones, etc.
Esta función no interfiere con otras no menos importantes como todas las relacionadas con los nuevos servicios que desde la farmacia se puedan prestar, como control de la presión arterial, campañas de deshabituación tabáquica, control del colesterol, etc., y que van a contribuir a la mejora de la salud de nuestros conciudadanos.
Por otro lado, las perspectivas empresariales para el año que empieza siguen la tendencia ligeramente positiva de los últimos meses y ello nos permitirá planificar acciones empresariales que nos permitan mejorar nuestra economía.
Feliz 2017.