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Vol. 26. Núm. 4.
Páginas 38-44 (Julio 2012)
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Curso básico. El paciente asmático en farmacia comunitaria
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Juan del Arco Ortiz de Záratea
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Objetivos generales

Actualizar los conocimientos del farmacéutico sobre el manejo del paciente asmático desde la perspectiva de la optimización de los resultados del tratamiento prescrito por el médico: identificación de riesgos, problemas relacionados con la medicación, uso correcto de dispositivos de inhalación, pautas de prevención de crisis, etc.

Objetivos específicos

Al término de este curso, el farmacéutico participante debería:

Disponer de un conocimiento adecuado del asma como entidad clínica.

Poder asesorar al paciente que así lo requiera sobre las particularidades y/o el desarrollo de las principales pruebas que se emplan para lograr un diagnóstico.

Poder realizar una dispensación informada de la medicación para el paciente asmático, que cubra aspectos importantes como las contraindicaciones, las interacciones o las precauciones.

Saber cómo instruir al paciente sobre el uso adecuado de los medicamentos prescritos para garantizar su eficacia y seguridad.

Tener unas pautas para realizar el control de la eficacia y la seguridad de los tratamientos.

Poder llevar a cabo tareas de farmacovigilancia respecto a tratamientos antiasmáticos.

Metodología

El curso se articula en 6 temas, que se publican en farmacia rofesional en 2012, también en su versión electrónica en www.dfarmacia.com. La inscripción es gratuita para suscriptores.

Evaluación

El período de autoevaluación (activación de cuestionarios electrónicos) se inicia el 10 de abril de 2012 y finaliza el 11/04/2013. Para realizar los test de autoevaluación de cada tema (10 preguntas con respuesta múltiple y una sola correcta para cada uno de los 5 temas) es necesario registrarse y acceder a www.dfarmacia.com. Para superar el curso es preciso responder correctamente al 80% del total de preguntas. El alumno recibirá la calificación de apto o no apto de forma automática, tras la realización del test correspondiente a cada tema. Al final del curso se dará acceso a las respuestas correctas y el alumno podrá descargarse el diploma.

Sumario

1. Asma. Introducción. Descripción. Epidemiología. Etiopatogénesis. Sintomatología. Pruebas diagnósticas. Clasificación. Medidas preventivas. Tratamiento.

2. Tratamiento farmacológico del asma (I): glucocortcoides inhalados.

3. Tratamiento farmacológico del asma (II): broncodilatadores adrenérgicos.

4. Otros datos relativos al seguimiento (y III). Retirada del medicamento. Olvido de tomas. Control de efectividad y seguridad.

5. Dispositivos para la administración de medicamentos por inhalación. Inhaladores presurizados. Cámaras de inhalación. Sistemas de inhalación de polvo seco. Nebulizadores.

6. Farmacovigilancia.


Tema 4

Tratamiento farmacológico del asma (y III). Otros antiasmáticos

Este curso incide especialmente en la labor del farmacéutico como asesor en el uso racional, seguro y eficaz de la farmacoterapia del asma. Tras las entregas dedicadas a los broncodilatadores adrenérgicos y los glucocorticoides inhalados, se aborda en esta otro grupo heterogéneo que incluye el resto de fármacos utilizados habitualmente en la terapia del asma.

AMANDA LÓPEZ-PICADO, LEIRE ANDRACA ITURBE, LEYRE GAZTELURRUTIA LAVESA, SOFÍA SÁNCHEZ TRAPERO.

Farmacéuticas. COF de Bizkaia.

Los antiasmáticos se dividen principalmente en dos grandes grupos. Los broncodilatadores directos (betaadrenérgicos, xantinas, anticolinérgicos) y los antiinflamatorios bronquiales (corticoides, inhibidores de la liberación de mediadores de la inflamación, antagonistas de los leucotrienos). Además se utilizan otros fármacos en el tratamiento del asma, como son ciertos antihistamínicos y un anticuerpo monoclonal. Todos estos fármacos presentan diferentes mecanismos de acción.

Inhibidores de la liberación de mediadores de la inflamación o cromonas

La acción antiinflamatoria de las cromonas (cromoglicato y nedocromilo) se debe a la inhibición de la liberación de mediadores a partir de los mastocitos dependiente de la dosis, lo que produce un efecto supresor sobre otras células inflamatorias, inhibiendo la respuesta inflamatoria tardía y la consiguiente hiperreactividad bronquial. Actúan, por tanto, profilácticamente, impidiendo la reducción del calibre de las vías respiratorias inducida por la exposición a alérgenos, así como la causada por el ejercicio y el aire frío.

Son medicamentos que no se absorben por vía oral, por lo que su administración debe ser vía inhalatoria.

Antileucotrienos

Los antileucotrienos inhiben la broncoconstricción inducida por leucotrienos (fig. 1), esfuerzo o alérgenos. Se pueden clasificar en dos grupos según el mecanismo de acción:

Fig. 1. Leucotrienos

Antagonistas de los receptores de leucotrienos: zafirlukast y montelukast.

Inhibidores de la 5 lipooxigenasa: zileuton (no comercializado en España por sus inconvenientes: cuatro tomas al día y daño hepático).

Omazilumab es un anticuerpo monoclonal humanizado que se une de forma específica a la inmunoglobulina IgE, impidiendo que ésta pueda adherirse a los basófilos y mastocitos. Al disminuir la cantidad circulante de IgE libre en plasma, se impide la degranulación de dichas células y la liberación de mediadores broncoconstrictores y proinflamatorios.

Ketotifeno y mepifilina

Ketotifeno y mepifilina son antihistamínicos, antagonistas H1 no competitivos de la histamina estabilizadores de los mastocitos, que se utilizan en el tratamiento del asma.

¿Qué debe saber el farmacéutico?

 ¿Para quién es el medicamento?

 • Embarazadas. Si la paciente está embarazada o cree estarlo es necesario preguntarle si su médico está al corriente, ya que sólo deberían prescribirse estos fármacos cuando la relación beneficio-riesgo sea favorable. Todos los fármacos tratados en este artículo están clasificados en la categoría C de la FDA y pueden utilizarse en este periodo sólo si es claramente necesario, pues aunque en estudios en animales no se observaron efectos sobre la fertilidad ni efectos tóxicos ni teratógenos sobre el feto, no hay datos suficientes que aseguren que no existe riesgo en humanos.

Madres lactantes. Estudios realizados en animales han demostrado que el cromoglicato no se excreta en leche materna, por lo que se podría utilizar, con precaución, en madres lactantes. En el caso del nedocromilo sólo se han detectado cantidades insignificantes en la leche en los estudios realizados en animales, pero ante la ausencia de datos en humanos, se desaconseja su uso.

Montelukast puede administrarse durante la lactancia sólo si se considera claramente necesario, puesto que, aunque no se dispone de datos en humanos, estudios en ratas han demostrado que se excreta en leche.

Zafirlukast, ketotifeno y mepifilina son excretados en leche humana y no deben ser administrados a madres en periodo de lactancia. Se desconoce si omalizumab se excreta a través de la leche materna, por lo que no se recomienda su uso durante este periodo y si fuera necesario utilizarlo se aconseja interrumpir la lactancia.

Niños. El cromoglicato se utiliza en la misma posología en niños, adultos y ancianos sin problemas de sobredosificación aparentes. Hay poca experiencia en el tratamiento de niños entre 2 y 6 años con nedocromilo. Montelukast puede utilizarse en pacientes pediátricos mayores de 2 años. Zafirlukast puede utilizarse en niños a partir de 12 años y ketotifeno se puede utilizar en niños a partir de 6 meses de edad.

No se recomienda usar mepifilina en recién nacidos ni en prematuros, ya que presentan mayor sensibilidad a los efectos secundarios anticolinérgicos y mayor tendencia a convulsiones.

No existen datos sobre omazilumab en niños menores de 6 años, por lo que no se recomienda administrarlo en este grupo.

Ancianos. En personas de edad avanzada el aclaramiento plasmático de zafirlukast puede verse reducido. La dosis inicial será la de adulto y se ajustará en función de la respuesta del paciente. En el caso de la mepifilina, los pacientes geriátricos son más sensibles a los efectos secundarios anticolinérgicos de los antihistamínicos, así como a la aparición de sedación, confusión, hipotensión y mareos. Cuando estos síntomas son graves y persisten, hay que retirar el fármaco.

¿Existe alguna contraindicación?

¿Es alérgico? Al dispensar por primera vez estos fármacos se deberá tener en cuenta si el paciente presenta alergia al principio activo e intolerancia o hipersensibilidad a alguno de los excipientes. Las presentaciones de montelukast y zafirlukast contienen lactosa en su composición, por ello no deben tomar este medicamento personas con problemas hereditarios de intolerancia a la galactosa, insuficiencia de lactasa de Lappo o malabsorción de glucosa o galactosa.

Los inhibidores de mediadores no presentan interacciones importantes con ningún medicamento, aunque en el caso del cromoglicato no se recomienda su administración simultánea con bromhexina ni ambroxol

¿Tiene otros problemas de salud?

Zafirlukast y mepifilina están contraindicados en pacientes con daño hepático, incluyendo cirrosis hepática.

Mepifilina también está contraindicada en pacientes con obstrucción de cuello vesical, con glaucoma de ángulo cerrado e hipertrofia prostática sintomática o retención urinaria.

Omazilumab no debe utilizarse en caso de exacerbaciones asmáticas, broncoespasmo o estados asmáticos de carácter agudo. Se aconseja no utilizarlo en pacientes con hiperinmunoglobulinemia E, aspergilosis pulmonar alérgica y enfermedades autoinmunes.

¿Toma otros medicamentos?

Estos fármacos pueden pueden administrarse conjuntamente con el resto de medicamentos utilizados habitualmente para la profilaxis y el tratamiento del asma bronquial.

Los inhibidores de mediadores no presentan interacciones importantes con ningún medicamento, aunque en el caso del cromoglicato no se recomienda su administración simultánea con bromhexina ni ambroxol.

Montelukast se metaboliza por el CYP3A4, lo que se deberá tener en cuenta cuando se administre de forma conjunta con fenitoína, fenobarbital o rifampicina, sobre todo en niños.

El acido acetilsalicílico incrementa los niveles plasmáticos de zafirlukast. Por el contrario, eritromicina, terfenadina y teofilina los disminuyen.

Si se coadministra zafirlukast con warfarina se debe monitorizar estrechamente el tiempo de protrombina, ya que la administración conjunta aumenta el tiempo máximo de protrombina en un 35% debido probablemente a la inhibición del citocromo P4502C9.

Se ha observado trombocitopenia en pacientes en tratamiento con antidiabéticos orales y ketotifeno, por lo que en estos pacientes se harán periódicamente recuentos plaquetarios. Además, ketotifeno puede potenciar los efectos de depresores del sistema nervioso central, antihistamínicos y alcohol.

Mepifilina puede potenciar los efectos anticolinérgicos de otros fármacos. Por otro lado los inhibidores de monoaminooxidas a pueden prolongar e intensificar los efectos anticolinérgicos y depresores del sistema nervioso central de los antihistamínicos.

No existen datos que sugieran la interacción de omazilumab con ningún fármaco o vacuna aunque sí puede reducir de manera indirecta la eficacia de los medicamentos utilizados para el tratamiento de infecciones helmínticas o por otros parásitos.

¿Qué debe saber el paciente?

¿Para qué sirve?

En general, estos medicamentos se utilizan para aliviar los síntomas del asma y prevenir los ataques agudos, pero no curan la afección. Concretamente sus indicaciones son las siguientes:

Cromoglicato está indicado en el tratamiento de mantenimiento del asma leve persistente y prevención del asma inducida por el ejercicio.

Nedocromilo se utiliza en el tratamiento del asma bronquial (ya sea intrínseca o extrínseca) e incluye: bronquitis asmática, asma de aparición tardía, asma inducida por el ejercicio, broncoespasmo provocado por diversos estímulos como aire frío, alérgenos inhalados, contaminantes atmosféricos y otras sustancias irritantes.

Montelukast y zafirlukast están indicados en el tratamiento del asma como terapia adicional en pacientes con asma persistente de leve a moderada, no controlados adecuadamente con corticoides inhalados y betaagonistas de acción corta a demanda.

Además, montelukast está indicado en la profilaxis del asma inducida por ejercicio y alivia los síntomas de rinitis alérgica estacional en los pacientes que lo utilizan para el tratamiento del asma, pero no está indicado en rinitis alérgica.

Ketotifeno es útil en profilaxis del asma bronquial asociada a síntomas atópicos y en profilaxis y tratamiento de rinitis y alergia, pero no está indicado para la remisión de las crisis asmáticas pues no tiene acción directa brocoespasmolítica ni antiinflamatoria.

Mepifilina está indicada en el tratamiento de la broncoconstricción en pacientes con bronquitis aguda y crónica.

La única indicación autorizada para el omazilumab, hasta el momento, es el asma alérgica grave persistente, como tratamiento adicional para mejorar el control en pacientes adultos o adolescentes mayores de 12 años que presente test cutáneo positivo, función pulmonar reducida (FEV1 < 80%), síntomas frecuentes durante el día y la noche y graves exacerbaciones asmáticas, que no han podido ser controlados con corticosteroides diarios a dosis altas y agonista β2 de larga duración inhalados.

En niños de 6 a 12 años tiene la misma indicación pero no es necesario constatar la disminución de la función pulmonar.

¿Cómo y cuando tomarlo?

Los inhibidores de los mediadores de la inflamación son administrados por vía inhalatoria, por lo que el farmacéutico debe asegurarse de que el paciente conoce bien la técnica de administración, informando, en caso necesario, de la existencia de espaciadores o extensores que se pueden adaptar al aerosol, que pueden ser de gran utilidad en muchos casos.

El cromoglicato debe administrarse mediante un nebulizador de aire comprimido o ultrasónico con un flujo adecuado, adaptado a una mascarilla o a una boquilla.

La dosis recomendada de cromoglicato es de 20 mg 4 veces al día. La pauta posológica sugerida es tomarlo al acostarse, al levantarse por la mañana y a intervalos cada 3-6 h durante el día. La posología puede aumentarse a 6 u 8 veces al día en casos más graves o en períodos de alta exposición antigénica. Cuando el paciente asmático está estabilizado, es posible reducir la dosis. Esta reducción deberá realizarse cuidadosamente, para cada paciente en concreto, para poder asegurar el control adecuado del asma.

La posología del nedocromilo en adultos y niños mayores de 6 años es de 2 inhalaciones de 2 a 4 veces día (8 mg/ día a 16 mg/día en los casos más graves).

Mientras que en niños menores la experiencia es muy limitada. Se debe recomendar que cuando se utilice por primera vez un envase, se realicen inicialmente cuatro pulsaciones para asegurarse que sale el producto. Si no se ha utilizado durante 7 días o más, se aconseja hacer dos pulsaciones antes de su uso.

Montelukast se debe tomar por la noche, con o sin alimentos. En adultos a partir de 15 años de edad la dosis es de un comprimido de 10 mg al día; en niños de 6 a 14 años un comprimido masticable de 5 mg al acostarse y en niños de 2 a 6 años de edad 4 mg al día, en sobre o comprimido masticable, a elección.

Zafirlukast debe tomarse con el estómago vacío, puesto que los alimentos disminuyen su biodisponibilidad. En adultos y niños a partir de 12 años la dosis inicial y de mantenimiento es de 20 mg dos veces al día.

Ketotifeno se toma dos veces al día, con o sin alimentos. Los comprimidos deben tragarse enteros con un vaso de agua, las formas líquidas se recomiendan en niños y ancianos, que también deben tomar agua inmediatamente después de ingerir el medicamento. En adultos y niños de más de 3 años la dosis habitual por toma es de 1 mg cada 12 h, pero pacientes susceptibles a la sedación pueden iniciar el tratamiento con 0,5 mg/12 h o 1 mg por la noche e incrementar posteriormente la dosis hasta alcanzar la recomendada. En niños de 6 meses a 3 años la dosis recomendada es de 0,05 mg por kg de peso.

La posología habitual de mepifilina en adultos por vía oral es de 75-300 mg cada 8 h. También pueden administrarse por inyección 15-30 mg/8-12 h vía intramuscular o intravenosa lenta y por infusión intravenosa diluyendo 60 mg (4 ampollas) en 500 ml de suero fisiológico o glucosado al 5%.

Los inhibidores de los mediadores de la inflamación son administrados por vía inhalatoria, por lo que el farmacéutico debe asegurarse de que el paciente conoce bien la técnica de administración

Mepifilina puede utilizarse en lactantes y niños. La dosis recomendada en lactantes es de 3 mg/kg/día y en niños, 8 mg/kg/día repartidos en 4 tomas. En niños mayores de 5 años también se puede administrar vía parenteral.

El omalizumab debe ser administrado por un profesional sanitario mediante una inyección debajo de la piel en el hombro o en el muslo, cada 2 o 4 semanas. La dosis y la frecuencia de administración dependen de la concentración sanguínea de IgE y del peso corporal. El intervalo normal de dosis es de 75 a 600 mg en una a 4 inyecciones, y la dosis máxima recomendada es de 600 mg cada dos semanas.El tratamiento es poco eficaz en caso de niveles de Ig E inferiores a 76 UI/ml en adultos y adolescentes y del 200 UI/ml en niños de 6 a 12 años. No debe administrarse en caso de valores de IgE superiores a 700 UI/ml ni tampoco con un peso corporal inferior a 20 ni superior a 150 kg.

Otros aspectos que merecen atención

Efectos adversos

Las cromonas dan lugar a mínimos efectos adversos dada su escasa absorción sistémica. En el tratamiento con cromoglicato puede aparecer irritación leve de la faringe, tos y broncoespasmo transitorio. Como con otras terapias inhalatorias también se puede dar, aunque en casos muy raros, broncoespasmo paradójico inmediatamente después de la administración, en cuyo caso el tratamiento debe ser interrumpido y se debe utilizar una terapia alternativa. Rara vez se han comunicado reacciones de hipersensibilidad, incluyendo angioedema, hipotensión y colapso.

En el caso del nedocromilo, los efectos secundarios más frecuentes son alteraciones del gusto, cefaleas, mareos, síntomas en el tracto gastrointestinal superior (náuseas, vómitos, y dispepsia), dolor abdominal, erupciones cutáneas e irritación faríngea. En casos muy raros puede producirse broncoespasmo.

Las reacciones adversas más frecuentes relacionadas con el tratamiento de montelukast son cefaleas y dolor abdominal.

Se han asociado al tratamiento con zafirlukast infecciones fundamentalmente respiratorias (>1/10) y menos frecuentemente (>1/100, <1/10) cefaleas, mialgias, erupciones y aumento de transaminasas séricas, que remiten tras la suspensión del tratamiento. Los casos de hepatitis fulminante y fallo hepático son extremadamente raros.

Al inicio del tratamiento con ketotifeno puede aparecer sedación, sequedad de boca y mareos que desaparecen sin necesidad de interrumpir el tratamiento.

En el caso de mepifilina (complejo formado por un antihistamínico H1 y una xantina broncodilatadora) los efectos adversos son los esperados para antihistamínicos y xantinas. Aparece muy frecuentemente somnolencia, visión borrosa, confusión, mareos, dificultad en la micción, boca seca, taquicardia, zumbido de oídos, erupción cutánea y dolor epigástrico y se evidencian con poca frecuencia arritmias cardíacas y discrasias sanguíneas.

Los efectos secundarios más frecuentes del omalizumab (observados en entre 1 y 10 pacientes de cada 100) son dolor de cabeza y reacciones en el lugar de la inyección, como inflamación, enrojecimiento, dolor y picor. En niños de entre 6 y 12 años, los efectos secundarios más frecuentes (observados en más de uno de cada diez pacientes) son dolor de cabeza y fiebre.

En el momento de la inyección o en horas después de su administración, rara vez pueden producirse reacciones de anafilaxia y shock anafiláctico.

Se han observado reacciones alérgicas de tipo III retardadas, en pacientes tratados con anticuerpos monoclonales humanizados. El inicio del cuadro se produce normalmente a los 1-5 días tras la administración de la primera o siguientes inyecciones e incluso tras un tratamiento de larga duración. Los síntomas que sugieren la enfermedad del suero incluyen artritis/artralgias, rash (urticaria u otras formas), fiebre y linfoadenopatía. Los antihistamínicos y corticosteroides pueden ser útiles para prevenir o tratar estas alteraciones y se deberá advertir a los pacientes que notifiquen cualquier síntoma sospechoso.

En raras ocasiones, pacientes en tratamiento con montelukast y omazilumab pueden presentar el síndrome de Churg-Strauss, que se caracteriza por eosinofilia sistémica y vasculitis y en estos casos el médico debe revisar el tratamiento, pues a veces su aparición está relacionada con la reducción o abandono del corticoide, más que con la toma.

Duración del tratamiento

Es importante que el paciente sea consciente de que:

La mejora de los síntomas no será inmediata, sino que se producirá tras varias semanas de tratamiento.

No deben utilizarse estos medicamentos como tratamiento del broncoespasmo agudo.

Si fuese necesario abandonar este tratamiento, debería hacerse de forma progresiva, en el transcurso de una semana, de otra forma, los síntomas podrían reaparecer.

En casos de disnea aguda debe emplearse un agonista beta 2 de corta duración y en estos casos el paciente debe buscar atención médica inmediata.

El farmacéutico debe advertir al paciente que la administración de estos medicamentos no implica que pueda reducir la administración de corticoide oral drásticamente y que la reducción o interrupción del tratamiento con corticosteroides debe de realizarse de manera escalonada y bajo supervisión médica para evitar una insuficiencia corticosuprarenal. Asimismo, el paciente debe avisar al médico lo antes posible si precisa más inhalaciones de b-agonista de las habituales.

El tratamiento, tanto con cromoglicato como con nedocromilo, es preventivo y por ello es importante concienciar al paciente de la importancia de que mantenga la dosis de forma regular, al contrario de otros tratamientos inhalados en los que solamente es necesaria su administración para tratar la sintomatología.

El farmacéutico deber recordar al paciente en tratamiento con montelukast o zafirlukast que debe utilizar el medicamento de forma continuada y como terapia adicional a corticoides inhalados y agonistas b de acción corta. Por tanto, lo utilizará en periodos de crisis asmática y también cuando el asma está controlada y sin suspender el tratamiento de base. Mepifilina se utilizará mientras dure la broncoconstricción.

En el caso de omazilumab son necesarias un mínimo de 12-16 semanas de tratamiento para determinar su efectividad. A las 16 semanas de iniciar la terapia, los pacientes deberán ser evaluados por su médico antes de administrar inyecciones posteriores.

Efectos sobre la capacidad de conducción

No existe evidencia de que montelukast, zafirlukast y omalizumab afecten a la capacidad de conducción, no obstante hay pacientes que refieren somnolencia o mareo al tomar montelukast y por tanto deben obrar con precaución al conducir y/o manejar maquinaria.

Durante los primeros días de tratamiento con ketotifeno se debe tener especial cuidado al conducir y/o manejar maquinaria, pues la capacidad de reacción puede verse alterada.

Los pacientes en tratamiento con mepifilina no deben conducir ni realizar actividades en las que la distracción pueda ser peligrosa si sienten somnolencia, efecto secundario de muy frecuente aparición en este fármaco.

Sobredosificación

Las cromonas no han demostrado en los estudios realizados hasta la fecha ningún problema de seguridad. No obstante, si se sospechase algún caso de sobredosificación se deberían tratar los síntomas más relevantes.

La sobredosificación de antagonistas de receptores de leucotrienos no desencadena efectos adversos en la mayoría de los casos. Ensayos con dosis de montelukast de hasta 900 mg/día durante una semana no produjeron reacciones adversas clínicamente relevantes.

La sobredosis aguda con ketotifeno cursa con los siguientes síntomas: confusión, hipotensión, taquicardia, convulsiones, somnolencia, sedación e incluso coma reversible. El tratamiento comenzará con un vaciado gástrico si se ha ingerido recientemente, también es útil el carbón activado, y se procederá a la monitorización cardiovascular y al control farmacológico de los síntomas.

En sobredosis con mepifilina aparece depresión seguida de estimulación del sistema nervioso central y efectos anti-colinérgicos como torpeza, somnolencia, sequedad de boca, enrojecimiento, arritmias. Los niños son más sensibles a los efectos anticolinérgicos y sobre el sistema nervioso central. El tratamiento de la sobredosis es sintomático: no se debe administrar analépticos en la fase de depresión, ya que pueden producir crisis convulsivas.

No se ha determinado la dosis máxima tolerada de omalizumab pero es poco probable que se produzca sobredosificación con las dosis habitualmente utilizadas. En caso de sospecha de una sobredosis, se deberá monitorizar al paciente para cualquier signo o síntoma anormal e instaurar tratamiento médico adecuado.

Precauciones especiales

Las principales precauciones que cabe tener en cuenta son las siguientes:

Durante el tratamiento con zafirlukast pueden elevarse las transaminasas séricas. Este aumento suele ser asintomático y transitorio pero podría evidenciar una hepatotoxicidad. Por este motivo, debe realizarse una determinación de transaminasas al comienzo y durante el tratamiento. Si se detectan signos de disfunción hepática debe interrumpirse su administración.

Ketotifeno reduce el umbral de convulsión, lo que deberá tenerse en cuenta en pacientes con historial de epilepsia.

Se debe evitar la ingesta de alcohol durante el tratamiento con mepifilina.

Omalizumab es un fármaco de diagnóstico hospitalario que debe conservarse en la nevera (entre 2 ºC y 8 ºC) hasta su utilización. Una vez reconstituido, debe ser administrado lo antes posible aunque se ha demostrado que es estable durante 8 h entre 2 ºC y 8 ºC y 4 h a 30 ºC.

Las IgE pueden estar involucradas en la respuesta inmunológica a algunas infecciones helmínticas. Aunque los estudios sugieren que la administración de omalizumab no modifica el curso, la gravedad y la respuesta al tratamiento de la infección, los pacientes con elevado riesgo de infección helmíntica, en particular, los que viajen a zonas donde las infecciones por estos parásitos son endémicas, deberán extremar las precauciones y en caso de contagio, si el paciente no responde al tratamiento, deberá considerar la interrupción de la administración de omalizumab.

Interferencias con pruebas diagnósticas

Los antihistamínicos pueden inhibir la respuesta a la histamina dando falsos negativos en pruebas cutáneas en las que se utilizan extractos alergénicos, por lo que se recomienda suspender la administración del antihistamínico al menos 72 h antes de la prueba.


Bibliografía general

CGCOF. Catalogo de medicamentos 2011. Madrid: Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, 2011.

Cortijo J, Morcillo EJ. Asma. En: Avances en Farmacología y Farmacoterapia. Modulo VII. Avances en Farmacología del aparato respiratorio, oftalmología y dermatología. Madrid: Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos; 2003.

Fichas técnicas de los medicamentos que aparecen en el artículo. Disponibles en: http:// www.aemps.gob.es/cima/fichasTecnicas. do?metodo=detalleForm

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