Staphylococcus caprae (S. caprae) es un coco gram positivo coagulasa negativo, catalasa positivo que fue descrito por primera vez en 1958 como colonizador de piel y glándulas mamarias en las cabras1. Se considera flora saprófita que reside habitualmente en la piel, uñas y mucosa nasal2. Sin embargo, desde que se describiera el primer caso en 1983, se ha considerado su papel patógeno como causante de infecciones en distintas localizaciones —peritonitis, meningitis, infecciones del tracto urinario, endocarditis, endoftalmitis, infecciones de prótesis articulares, sepsis recurrente, bacteriemia y osteomielitis—. Entre los factores de riesgo se encuentran estados de inmunosupresión, obesidad, fracturas abiertas o traumáticas y, en especial, el contacto con ovejas o cabras3.
Hasta donde hemos podido saber, la gran mayoría de casos son infecciones que asientan sobre dispositivos ortopédicos. El origen nosocomial de la infección, aunque difícil de probar, se ha descrito en el seno de unidades de cuidados intensivos neonatales, bacteriemia asociado a vía central y tras cirugía ortopédica.
Las técnicas moleculares y la espectrometría de masas por desorción/ionización mediante láser asistido por matriz acoplada a analizador de tiempo de vuelo (MALDI-TOF MS) han permitido una mejora para la identificación de cepas de S. caprae clínicamente relevantes4.
En los últimos 10 años hemos tenido la oportunidad de atender 13 casos con infecciones por S. caprae (tabla 1). Su edad media fue de 69 años (DE 12,9) con claro predominio masculino (91%).
Características de la serie
Caso | Edad/sexo | Factor predisponente | Cuadro clínico | Implicación material protésico | Localización | Cultivo | Infección polimicrobiana/germen acompañante |
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1 | 73/M | No | Politraumatismo | Sí | Columna cervical | Exudado tejido superficial herida quirúrgica | No |
2 | 63/V | Inmunosupresión farmacológica | Absceso | No | Muslo | Exudado absceso cutáneo | Sí/Streptococcus oralis |
3 | 57/V | Diabetes mellitus | Pie diabético | No | Pie | Exudado tejido profundo úlcera | Sí/Actinomyces turicensis, Peptoniphilus, Parvimonas micra |
4 | 87/V | No | Aneurisma | No | Muslo | Exudado superficial herida quirúrgica | No |
5 | 89/V | Diabetes mellitus, Enfermedad renal crónica | Pie diabético | No | Pie | Exudado tejido profundo úlcera | No |
6 | 61/V | No | Osteomielitis | Sí | Pierna | Exudado tejido profundo perióseo herida quirúrgica | Sí/Staphylococcus epidermidis |
7 | 66/V | No | Osteomielitis | Sí | Pie | Exudado tejido profundo perióseo herida quirúrgica | No |
8 | 57/V | No | Derrame pericárdico | No | Bacteriemia | Sangre | No |
9 | 88/V | No | Osteomielitis | Sí | Pie | Exudado tejido profundo perióseo herida quirúrgica | Sí/Staphylococcus aureus resistente a la meticilina, Staphylococcus epidermidis |
10 | 77/V | Diabetes mellitus, Inmunosupresión farmacológica, Enfermedad renal crónica | Artritis | No | Pie | Líquido articular | Sí/Staphylococcus epidermidis |
11 | 63/V | No | Isquemia extremidad inferior | No | Pierna | Exudado tejido superficial herida quirúrgica | No |
12 | 62/V | Enfermedad renal crónica | Cardiopatía isquémica | No | Bacteriemia | Sangre | Sí/Staphylococcus hominis |
13 | 53/V | Diabetes mellitus | Pie diabético | No | Pie | Exudado tejido profundo úlcera | Sí/ Staphylococcus capitis, Peptoniphilus harei, Fusobacterium gonidiaformans, Peptostreptococcus anaerobius |
La localización más frecuente fue en extremidades inferiores (77%), seguida de la bacteriemia asociada a catéter venoso central (15%) y la afectación vertebral (8%). Se objetivó una afectación ósea y/o articular en el 54% con una implicación de material protésico ortopédico del 31%, retirándose finalmente en todos los casos.
Al diagnóstico, el 46% presentaban estados de inmunosupresión, de todos ellos el 67% padecía diabetes mellitus tipo 2, el 50% enfermedad renal crónica y el 33% inmunosupresión farmacológica secundaria al consumo de corticoides. El índice de Charlson fue superior a 5 puntos en el 61% de los casos.
En el 54% de los casos la infección resultó ser polimicrobiana con predominio de asociación con cocos y bacilos gram positivos, mientras que el 46% restante fue monomicrobiana. En cuanto a la sensibilidad antibioterápica tan solo un 8% presentó resistencia a fluorquinolonas y un 23% a penicilinas. Los pacientes fueron tratados principalmente con betalactámicos (46%) y fluorquinolonas (31%); en menor medida se objetivó el uso de glucopéptidos (8%) y oxazolidinonas (15%). La antibioterapia se mantuvo durante una media de 29 días, excluyéndose el caso de afectación articular por traslado del paciente al centro de referencia. En el 31% de los pacientes fue posible la terapia secuencial cumpliendo, de esta manera, el tratamiento de forma ambulatoria. En el 92% de las ocasiones se presentó como infección nosocomial. No se documentó ningún caso de fallecimiento durante el proceso infeccioso ni a los 30 días tras el alta médica.
S. caprae se ha descrito como un potencial patógeno con especial avidez por los dispositivos ortopédicos en huéspedes inmunocomprometidos4. No obstante, en nuestra serie no observamos diferencias en cuanto al estado de inmunosupresión, y en solo un 31% de los casos la infección implica material protésico ortopédico. Sí que se objetiva una asociación en pacientes con mayor comorbilidad, a pesar de ello su mortalidad es baja, lo que sugiere una baja agresividad como agente patógeno. Como otros microorganismos pertenecientes al grupo de los coagulasa negativos5, S. caprae se relaciona principalmente con la afectación de huesos, articulaciones y bacteriemias. En resumen, S. caprae es un microorganismo de adquisición fundamentalmente hospitalaria cuyo potencial patógeno actualmente está subestimado, por lo que su conocimiento y detección precoz ayudarían a controlar este patógeno emergente.