El trabajo de González de Dios et al.1 sobre los hábitos de lectura de los médicos y pediatras de Atención Primaria en España presenta unas conclusiones valientes desde el punto de vista bibliográfico. Como indican los autores, frente al patrón oro del artículo original, generalmente en revistas en lengua inglesa, la realidad de las preferencias de lectura biomédica es otra. Quizás a ello contribuyan factores como la falta de tiempo en el horario laboral para la formación continuada, la escasa presencia dentro de ésta de la formación científica, especialmente en materias como la bioestadística, y al menos entre las generaciones senior de nuestro país, el secular déficit de la lengua inglesa2.
A pesar de estos condicionantes, nos llama la atención una serie de aspectos del artículo1. En primer lugar, solo 3 de las 22 revistas en español que se consultan con regularidad están incluidas en las 2 bases de datos de revistas biomédicas más importantes (o más utilizadas) en medicina: PubMed e ISI-Web of Knoweledge. Además, 4 de estas 22 revistas no son revistas propiamente biomédicas sino pertenecientes al ámbito del periodismo médico, dedicadas básicamente a áreas de gestión y organización. Sin entrar a considerar otros aspectos cualitativos de estas publicaciones, cabe subrayar que se trata más de publicaciones divulgativas que científicas. Segundo, como apunta en su editorial López-Torres3, es de destacar el escaso uso de fuentes de información con mayor especialización en el ámbito técnico como Google Scholar y, sobre todo, fuentes de información científica en castellano con un alto valor añadido como la Colaboración Cochrane en español, y bases de datos de alto nivel científico como la Web of Knoweledge, financiada por el ministerio de Sanidad y de acceso libre para los médicos españoles a través de la FECYT. Finalmente nos llama la atención que, si entre las funciones del médico de atención primaria figura la atención continuada y/o de urgencias a sus pacientes4, no esté dentro de sus preferencias de lectura ninguna revista de este ámbito del conocimiento. Y máxime si se tiene en cuenta que en la actualidad se dispone de una revista específica (Emergencias), indexada en ISI-Web of Knoweledge y con una alta cualificación medida por su factor de impacto5. Además, cuenta con los requisitos que demandan los encuestados: se edita en castellano, se haya alojada en los buscadores en castellano, incluye artículos de revisión y casos clínicos entre sus secciones y está disponible en abierto a través de Internet, lo cual hace que su difusión y accesibilidad hayan sido altas durante el año 20106. Aunque es posible que las otras revistas citadas por los lectores cubran parcial o esporádicamente aspectos de la asistencia médica urgente, creemos que éstos no deben dejar pasar la oportunidad de incorporar a su lectura habitual revistas de este ámbito tan relacionado con su quehacer diario.